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Mordeduras de humanos y mamíferos

PorRobert A. Barish, MD, MBA, University of Illinois at Chicago;
Thomas Arnold, MD, Department of Emergency Medicine, LSU Health Sciences Center Shreveport
Reviewed ByDiane M. Birnbaumer, MD, David Geffen School of Medicine at UCLA
Revisado/Modificado ene 2025
Vista para pacientes

Recursos de temas

Las mordeduras de seres humanos y de otros mamíferos (sobre todo mordeduras de perros y gatos, pero también mordeduras de ardillas, jerbos, conejos, cobayos y monos) son comunes y ocasionalmente causan morbilidad y discapacidad significativas. Las manos, los miembros y la cara son las áreas más frecuentemente afectadas, aunque las mordeduras de humanos a veces pueden involucrar las mamas y los genitales.

Las mordeduras de animales grandes a veces causan traumatismos tisulares significativos; entre 30 y 80 personas en los Estados Unidos, en su mayoría niños, mueren cada año por mordeduras de perros. Sin embargo, la mayoría de las mordeduras involucran heridas relativamente menores (1).

(Véase también Fiebre por mordedura de rata).

Infección

Además del traumatismo tisular, la infección debido a los microorganismos de la flora bucal es una gran preocupación. En teoría, las mordeduras de humanos pueden transmitir hepatitis viral y HIV. Sin embargo, la transmisión del HIV es poco probable porque la concentración del virus en la saliva es mucho menor que en de la sangre y los inhibidores en la saliva hacen que el virus sea inefectivo.

Puede contraerse rabia tras la mordedura de ciertos mamíferos (p. ej., perros, murciélagos). Las mordeduras de monos acarrean un pequeño riesgo de infección por herpesvirus B de simio (Herpesvirus simiae), que provoca lesiones vesiculares cutáneas en el sitio de inoculación y puede progresar a la encefalitis, que a menudo es fatal.

Las mordeduras en la mano por parte de otro humano acarrean un mayor riesgo de infección que las mordeduras en otros sitios. Las infecciones específicas de la mano causadas por mordeduras incluyen

Una mordedura durante la lucha es la mordedura humana más común. Es el resultado de un golpe de puño cerrado en la boca de otra persona y se asocia con un riesgo particular de infección. En estas mordeduras de peleas, la piel se desplaza lejos de las estructuras subyacentes dañadas cuando la mano se abre y atrapa bacterias internas. Los pacientes a menudo demoran la búsqueda de tratamiento, permitiendo que las bacterias se multipliquen.

No se ha demostrado que las mordeduras de humanos en sitios diferentes de las manos acarreen un riesgo más elevado de infección que las mordeduras de otros mamíferos.

Las mordeduras de gatos en las manos también tienen un riesgo más alto de infección porque estos animales tienen dientes más largos y delgados que penetran en estructuras profundas, como las articulaciones y los tendones, y la pequeña punción queda sellada.

Referencia

  1. 1. U.S. Centers for Disease Control and Prevention (CDC). QuickStats: Number of Deaths Resulting from Being Bitten or Struck by a Dog, by Sex — National Vital Statistics System, United States, 2011–2021. MMWR Morb Mortal Wkly Rep. 2023;72:999. DOI: http://dx.doi.org/10.15585/mmwr.mm7236a6

Diagnóstico de las mordeduras de humanos y mamíferos

  • Examen de la mordedura y el tejido circundante

  • A veces, toma de imágenes para evaluar el daño a los nervios, los tendones, los huesos y la vascularización subyacente, y la presencia de cuerpos extraños.

  • Pruebas para infección local o sistémica

Las mordeduras humanas sufridas en un altercado se atribuyen a menudo a otras causas (p. ej., abrasiones o laceraciones por golpear un objeto o caer al suelo) para evitar la participación de las autoridades. Las personas que han experimentado violencia doméstica a menudo son reacios a revelar el origen de una lesión.

Perlas y errores

  • Para cualquier herida en el dorso de la mano cerca de la articulación metacarpofalángica, considere una mordedura humana, sobre todo si la anamnesis es ambigua.

Las heridas se evalúan en busca de daños a las estructuras subyacentes (p. ej., nervios, vasos, tendones, huesos) y cuerpos extraños. La evaluación debe enfocarse en la función y la extensión de la mordedura. Las heridas más o cerca de las articulaciones deben ser examinados, mientras que la zona lesionada se mantiene en la misma posición que cuando se infligió la mordedura (p. ej., con el puño cerrado). Las heridas infligidas por mordeduras bajas repetidas pueden parecer abrasiones menores, pero deben examinarse para descartar lesiones más profundas.

Las heridas se exploran en condiciones estériles para evaluar los tendones, los huesos y las articulaciones comprometidas y así detectar la presencia de cuerpos extraños retenidos. Si existe la posibilidad de un cuerpo extraño retenido, se pueden obtener imágenes (p. ej., rayos X para cuerpos extraños radiopacos, como la mayoría de los dientes). La ecografía es una herramienta valiosa para detectar cuerpos extraños subcutáneos.

El cultivo de heridas frescas no es valioso para dirigir la terapia antimicrobiana; sin embargo, si una herida está infectada, se debe considerar el envío de una muestra para cultivo. Para los pacientes con mordeduras de humanos, se recomienda tomar muestras para hepatitis o HIV sólo si se sabe o se sospecha que el atacante es seropositivo.

Tratamiento de las mordeduras de humanos y mamíferos

  • Cuidado minuciosa de la herida

  • Cierre selectivo de la herida

  • Uso selectivo de antibióticos profilácticos

Las prioridades terapéuticas incluyen limpieza, desbridamiento, cierre y profilaxis de la infección, que abarca antitetánica (véase tabla Profilaxis antitetánica en el manejo habitual de la herida).

La hospitalización está indicada si las complicaciones de una mordedura exigen un control estricto, especialmente cuando las características del paciente predicen un alto riesgo de falta de observancia de las indicaciones médicas o el seguimiento. La internación debe considerarse en las siguientes circunstancias:

  • Mordedura humana infectada (incluidas las lesiones por puñetazo)

  • Mordedura no humana con infección moderada o grave

  • La pérdida de función es evidente

  • La herida amenaza o ha dañado estructuras profundas

  • Cuando una herida es incapacitante o difícil de tratar en la casa (p. ej., heridas graves en ambas manos o ambos pies, heridas en las manos que requieren una elevación continua)

Cuidado de la herida

Las mordeduras deben limpiarse primero con un jabón antibacteriano suave y agua (agua corriente es suficiente), luego irrigación a presión con volúmenes copiosos de solución fisiológica usando una jeringa y un catéter venoso. La anestesia local se usa según necesidad. Los tejidos muertos y desvitalizados deben desbridarse, teniendo particular cuidado en las heridas que involucran el rostro o la mano.

El cierre de la herida se realiza sólo en heridas seleccionadas (es decir, heridas frescas cutáneas que tienen daño mínimo y pueden limpiarse de manera efectiva). En principio, muchas heridas deben quedar abiertas, incluidas las que tienen las características siguientes:

  • Heridas por mordedura humana

  • Heridas punzantes

  • Heridas en las manos, los pies, el periné o los genitales

  • Involucran estructuras profundas (p. ej., tendones, cartílagos, huesos)

  • Edema grave

  • Signos de inflamación (p. ej., eritema, la piel circundante está caliente)

  • Ocurrió varias horas antes del tratamiento

  • Ocurrió en un entorno contaminado (p. ej., marino, campo, alcantarillas) o en cualquier herida que esté muy contaminada

Además, en pacientes inmunocomprometidos la cicatrización de heridas puede evolucionar mejor si se posterga el cierre primario. Los resultados con los cierres postergados son comparables a los de los cierres primarios, por lo que nada se pierde dejando la herida abierta al principio si existe alguna duda.

Las heridas en las manos deben curarse con gasas estériles, entablillarse en la posición de su función (ligera extensión de la muñeca, flexión en las articulaciones metacarpofalángicas e interfalángicas). Si las heridas son moderadas o graves, la mano debe elevarse lo más posible (por ejemplo, utilizando un cabestrillo).

Las mordeduras en la cara pueden requerir cirugía reconstructiva dada la sensibilidad estética del área y la posibilidad de dejar cicatriz. El cierre primario de las mordeduras de perro de la cara en los niños ha mostrado buenos resultados, pero la consulta con un cirujano plástico puede estar indicada.

Las heridas infectadas pueden requerir desbridamiento, retiro de las suturas, ferulación, elevación y antibióticos intravenosos, según la infección específica y el escenario clínico. Las infecciones de las articulaciones y las osteomielitis requiere antibioticoterapia intravenosa prolongada y consulta con un traumatólogo.

Antimicrobianos

La forma más efectiva y esencial para prevenir la infección de la herida es la limpieza completa, y a menudo es suficiente. No hay concenso sobre las indicaciones para la profilaxis antibiótica. Los estudios no han confirmado un beneficio definitivo, y el uso amplio de antibioticoterapia profiláctica tiene el potencial de seleccionar microorganismos resistentes. Los antibióticos no previenen la infección en heridas muy contaminadas o limpiadas de forma inadecuada. Sin embargo, muchos médicos prescriben antibióticos para las mordeduras de las manos y algunas otras (p. ej., mordeduras de gatos o de monos) (1).

Las infecciones se tratan inicialmente con antimicrobianos elegidos según la especie del animal (véase la tabla Antimicrobianos para heridas por mordedura infectadas). Los cultivos, cuando están disponibles, guían la terapia posterior.

Los pacientes con mordeduras de humanos que causan sangrado o exposición a la sangre de la mordedura deben recibir profilaxis posexposición para hepatitis viral y HIV según el estado sérico del atacante. Si el estado es desconocido, la profilaxis no está indicada.

Tabla
Tabla

Conceptos clave

  • El riesgo infeccioso es alto para las heridas de la mano, especialmente las lesiones con el puño cerrado.

  • Evaluar las heridas de la mano con la misma en la posición en la que se ha infligido la mordedura.

  • Evaluar las heridas para detectar daño en los nervios, los tendones, los huesos y la vascularización subyacente, y cuerpos extraños.

  • Cierre solo de las heridas que tienen un daño mínimo y se pueden limpiar con eficacia.

  • Disminuir el riesgo de infección mediante limpieza mecánica minuciosa, lavado, desbridamiento y a veces profilaxis con antibióticos.

Referencia del tratamiento

  1. 1. Stevens DL, Bisno AL, Chambers HF, et al. Practice guidelines for the diagnosis and management of skin and soft tissue infections: 2014 update by the Infectious Diseases Society of America [published correction appears in Clin Infect Dis. 2015 May 1;60(9):1448. doi: 10.1093/cid/civ114. Dosage error in article text]. Clin Infect Dis. 2014;59(2):e10-e52. doi:10.1093/cid/ciu444

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