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Deficiencia auditiva (hipoacusia) en niños

PorUdayan K. Shah, MD, MBA, Sidney Kimmel Medical College at Thomas Jefferson University
Revisado porAlicia R. Pekarsky, MD, State University of New York Upstate Medical University, Upstate Golisano Children's Hospital
Revisado/Modificado mar 2025 | Modificado abr 2025
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Datos clave
El término deficiencia auditiva se refiere a cualquier grado de pérdida de audición, de leve a grave, y puede ocurrir cuando hay un problema en una parte del oído, ya sea el oído interno, medio o externo, o en los nervios involucrados en la audición.

Recursos de temas

  • La pérdida de audición en los recién nacidos suele ser consecuencia de una infección por citomegalovirus o de defectos genéticos; en los niños mayores es consecuencia de infecciones del oído o de presencia excesiva de cerumen.

  • Si los niños no responden a los sonidos, presentan dificultad para hablar o comienzan a hablar lentamente, la causa puede ser una discapacidad auditiva.

  • Para evaluar la audición en los recién nacidos se utiliza un dispositivo manual o una prueba que mide las respuestas del cerebro a los sonidos; para los niños mayores existen varias otras técnicas disponibles.

  • Si es posible, se trata la causa, pero puede ser necesario el uso de un audífono.

  • Si los audífonos no son eficaces, a veces puede ser útil un implante coclear o un audífono osteointegrado.

  • La discapacidad auditiva no tratada puede impedir el desarrollo verbal, social y emocional de un niño.

La deficiencia auditiva es relativamente frecuente en niños. En 2020 en los Estados Unidos, se encontró pérdida auditiva en aproximadamente 2 de cada 1000 bebés examinados para detectar problemas auditivos, independientemente de si presentaban síntomas o no. Cerca del 2% de los niños informan que tienen problemas de audición. La deficiencia auditiva es ligeramente más frecuente en varones.

El hecho de no reconocer ni tratar una deficiencia auditiva afecta gravemente al niño en su habilidad para hablar y para comprender el lenguaje. La discapacidad puede llevar al fracaso escolar, burlas de los compañeros, aislamiento social, dificultades emocionales y problemas en la edad adulta.

(Véase también Pérdida de la audición en adultos.)

Causas de la deficiencia auditiva (hipoacusia) en niños

Las causas más frecuentes de pérdida auditiva en los recién nacidos son

Cuando un bebé se infecta por citomegalovirus (CMV) en el útero, se denomina infección congénita por citomegalovirus (CMV). La infección congénita por citomegalovirus (CMV) es la infección vírica congénita más frecuente en Estados Unidos. Los recién nacidos infectados pueden nacer con pérdida de audición y muchos otros problemas. La pérdida de audición también puede aparecer más tarde en los niños que se infectaron inmediatamente antes, durante o poco después del nacimiento. La detección del CMV se está incorporando gradualmente en los exámenes de detección neonatal en Estados Unidos e internacionalmente.

Los defectos genéticos también son causas frecuentes. Algunos defectos genéticos causan pérdida auditiva que es evidente al nacer. Otros defectos genéticos causan pérdida auditiva que evoluciona con el tiempo.

Las causas más frecuentes de pérdida auditiva en lactantes y niños mayores son

En niños mayores, otras causas son traumatismo craneal, ruido fuerte (incluyendo música a todo volumen), uso de ciertos medicamentos que pueden dañar los oídos (como antibióticos aminoglucósidos o diuréticos tiazídicos), ciertas infecciones víricas (como las paperas), tumores o lesiones que afectan el nervio auditivo, lesiones por lápices u otros cuerpos extraños que se quedan atascados profundamente en el oído y, en raras ocasiones, una disfunción del sistema inmunitario del organismo que hace que este último ataque a sus propios tejidos (trastorno autoinmunitario).

Factores de riesgo para la deficiencia auditiva en niños

  1. Recién nacidos

  2. Niños mayores

    Todos los anteriores, más los siguientes:

¿Sabías que...?

  • Si en ocasiones parece que los niños ignoran a las personas que les están hablando, su audición puede verse afectada y debe ser evaluada.

Síntomas de la deficiencia auditiva en niños

Los padres pueden sospechar un déficit auditivo si el niño no responde a los sonidos o si tiene dificultad para hablar o presenta un retraso en el habla.

Un déficit auditivo de poca gravedad es menos evidente y ocasiona comportamientos que frecuentemente son mal interpretados por los padres y el médico:

  • A veces los niños ignoran a las personas que les están hablando.

  • Los niños pueden hablar y oír bien en casa, pero no en la escuela porque un déficit auditivo leve o moderado solo causa problemas en el contexto con ruido de fondo de una clase.

En general, si los niños se están desarrollando bien en un determinado contexto pero tienen dificultades sociales, de comportamiento, de lenguaje y de aprendizaje notables en un contexto diferente, deben ser examinados para detectar un déficit auditivo.

Detección y diagnóstico de la discapacidad auditiva en niños

  • Para los recién nacidos, pruebas de cribado auditivo sistemáticas

  • Para los niños mayores, valoración clínica y timpanometría

  • Pruebas de diagnóstico por la imagen

  • A veces, estudios genéticos

Dado que la audición desempeña un papel importante en el desarrollo del niño, muchos médicos recomiendan que todos los lactantes sean examinados para detectar una deficiencia auditiva hacia los 3 meses de edad.

En la mayoría de los estados de los Estados Unidos se obliga a los neonatos a someterse a pruebas de cribado sistemáticas para detectar una deficiencia auditiva. Los neonatos son evaluados habitualmente en dos fases. Primero se comprueba si en los oídos del recién nacido, como ocurre en los oídos sanos, se producen ecos en respuesta a chasquidos suaves generados por un dispositivo manual (prueba de emisiones otoacústicas evocadas). Si esta prueba plantea dudas sobre la audición del recién nacido, se realiza un segundo examen para medir las señales eléctricas del cerebro en respuesta a sonidos (prueba de respuesta auditiva del tronco del encéfalo o potenciales evocados auditivos, por sus siglas en inglés). El examen de los potenciales evocados auditivos es indoloro y suele realizarse mientras los recién nacidos duermen. Se puede realizar en niños de cualquier edad.

Si los resultados son anómalos, la prueba se repite al cabo de un mes. Si se detecta nuevamente la pérdida de audición, hay que ayudar al niño con un audífono y considerar la conveniencia de que asista a un centro educativo preparado para ayudar a niños con déficit auditivo.

Si los médicos sospechan que el niño presenta un defecto genético, pueden solicitar pruebas genéticas.

En niños mayores, se utilizan varias herramientas para diagnosticar el déficit auditivo:

  • Preguntar a los padres si detectan demora en el desarrollo normal del niño o valorar la preocupación de los padres sobre el desarrollo del lenguaje y del habla

  • Examinar los oídos para detectar posibles anomalías

  • Examinar la respuesta a varios sonidos en los niños de edad comprendida entre los 6 meses y los 2 años

  • Examinar la respuesta del tímpano a una gama de frecuencias de sonido (timpanometría) que permite detectar si hay líquido en el oído medio

  • Después de los 2 años de edad, pedir a los niños que ejecuten órdenes sencillas, lo cual suele indicar hasta qué punto oyen y entienden el habla; también se pueden evaluar sus respuestas a los sonidos utilizando auriculares

A menudo se realizan pruebas de diagnóstico por la imagen para identificar la causa de la pérdida de audición y establecer el pronóstico. Se realiza una resonancia magnética nuclear (RMN) en la mayoría de niños. Si se sospechan anomalías óseas, se realiza una tomografía computarizada (TC).

Después de un diagnóstico de discapacidad auditiva, los médicos monitorean continuamente la audición del niño para detectar y tratar cambios en la misma.

Tratamiento de la deficiencia auditiva en niños

  • Tratar la causa siempre que sea posible

  • Audífonos, implantes cocleares o audífonos osteointegrados

  • Lenguaje de signos

El tratamiento de las causas reversibles de pérdida auditiva y de defectos auditivos consigue recuperar la audición. Por ejemplo, las infecciones del oído pueden tratarse con antibióticos o mediante cirugía, el cerumen se puede extraer manualmente o disolviéndolo con gotas óticas (gotas para los oídos) y los colesteatomas se pueden extirpar quirúrgicamente. En el caso de pérdida auditiva temporal, a los niños se les puede proporcionar un audífono.

Con más frecuencia, la causa de la pérdida de audición en el niño es irreversible y el tratamiento contempla el uso de un audífono para compensar el deterioro lo mejor posible.

Audífonos

Hay audífonos tanto para lactantes como para niños mayores. Existen muchos tipos diferentes.

Estos dispositivos son efectivos para la mayoría de los niños con pérdida auditiva neurosensorial. La pérdida auditiva neurosensorial ocurre cuando el sonido llega al oído interno, pero o bien no puede transformarse en impulsos nerviosos (pérdida sensorial) o bien los impulsos nerviosos no son transportados al cerebro (pérdida neural). La tecnología Bluetooth y otras tecnologías inalámbricas permiten la conectividad entre audífonos y dispositivos externos, como teléfonos inteligentes.

Si la pérdida auditiva es leve o moderada o afecta a un solo oído, se pueden utilizar audífonos o auriculares.

Los niños con discapacidad auditiva pueden utilizar un entrenador auditivo FM (Frecuencia Modulada) en ambientes ruidosos. Este dispositivo no es un audífono, pero transmite el sonido en ambientes ruidosos como un aula. Con un entrenador auditivo FM, el profesor habla en un micrófono que envía señales a un receptor FM que lleva puesto el niño, el cual luego transmite las señales a los audífonos del niño.

Implante coclear

En los niños cuya pérdida auditiva es neurosensorial y no puede tratarse con audífonos, se pueden emplear implantes cocleares (un sistema implantado quirúrgicamente que envía señales eléctricas directamente al nervio auditivo en respuesta a los sonidos). Los implantes cocleares pueden ayudar a los niños a comunicarse y desarrollar el lenguaje, además de facilitar su integración en el mundo auditivo.

Audífonos osteointegrados (BAHA [Bone-anchored hearing aids])

Los audífonos osteointegrados (BAHA [Bone-anchored hearing aids]) son dispositivos auditivos que utilizan vibraciones a través de los huesos del cráneo para enviar sonidos al oído interno. Estos dispositivos pueden sujetarse contra el cráneo mediante una banda o implantarse quirúrgicamente en el cráneo o debajo del cuero cabelludo.

Los audífonos osteointegrados (BAHA [Bone-anchored hearing aids]) pueden utilizarse en niños cuya pérdida auditiva es conductiva y no puede controlarse con otros audífonos, pero cuyos nervios auditivos están intactos. La pérdida conductiva de audición ocurre cuando algo bloquea la llegada del sonido a las estructuras sensoriales en el oído interno. El problema puede afectar al conducto auditivo externo, al tímpano o al oído medio. Los audífonos osteointegrados (BAHA [Bone-anchored hearing aids]) pueden utilizarse en personas mayores de 5 años.

Otras terapias

También puede ser necesaria una terapia para apoyar el desarrollo del lenguaje, como por ejemplo enseñar el lenguaje de signos.

Las personas integradas en comunidades de sordos se sienten satisfechas de la riqueza de su cultura y de sus formas alternativas de comunicación. Muchas personas sordas se oponen al tratamiento quirúrgico del déficit auditivo basándose en que puede impedir a los niños la pertenencia a la comunidad sorda. Las familias que desean considerar este enfoque deben comentarlo con el médico.

Aunque los médicos no saben a ciencia cierta cuál es el mecanismo mediante el que la infección por COVID-19 afecta la audición, la vacunación contra el virus que causa la infección por COVID-19 podría ayudar a proteger a los niños del desarrollo de trastornos del equilibrio y la audición.

Pronóstico de la deficiencia auditiva en niños

Los niños cuya discapacidad auditiva no es reconocida y no es tratada pueden tener un deterioro grave del habla y de la comprensión del lenguaje. La discapacidad auditiva puede llevar a desafíos educativos, sociales y psicológicos y puede afectar la capacidad de una persona para encontrar y mantener un empleo y avanzar en el ámbito laboral más adelante en la vida.

Los niños cuya discapacidad auditiva se diagnostica y trata pueden alcanzar todo su potencial en lenguaje y habla. Los programas de intervención temprana pueden ayudar a los niños pequeños con pérdida auditiva a aprender habilidades de comunicación y otras habilidades importantes.

Más información

Los siguientes son algunos recursos en inglés que pueden ser útiles. Tenga en cuenta que el Manual no se hace responsable del contenido de estos recursos.

Visite los siguientes sitios web para obtener información exhaustiva acerca de las últimas noticias sobre la investigación y las iniciativas de financiación, materiales educativos, servicios de apoyo y enlaces rápidos a temas relacionados:

  1. A.G. Bell

  2. American Society for Deaf Children

  3. Hearing Health Foundation

  4. Helen Keller National Center for DeafBlind Youths & Adults (HKNC)

  5. National Association of the Deaf

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