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Durezas y callos

(Tilomas, helomas, clavos)

PorJames G. H. Dinulos, MD, Geisel School of Medicine at Dartmouth
Reviewed ByJoseph F. Merola, MD, MMSc, UT Southwestern Medical Center
Revisado/Modificado feb 2025
Vista para pacientes

Las durezas y los callos son áreas circunscritas de hiperqueratosis en lugares de presión o fricción. Las durezas son más superficiales, difusas y suelen ser asintomáticas. Los callos son más profundos, más focalizados y con frecuencia son dolorosos. El diagnóstico se basa en la apariencia. El tratamiento suele ser con abrasión manual, con o sin queratolíticos. La prevención incluye modificaciones en la biomecánica, como por ejemplo el cambio de calzado. Raras veces, se requiere cirugía.

Recursos de temas

Las durezas y los callos son causados por la presión o fricción intermitentes, en general sobre una prominencia ósea (p. ej., en el calcáneo y en las cabezas de los metatarsianos).

Los callos son tapones queratinosos circunscritos con forma aguda, del tamaño de un guisante o algo más grandes, que se extienden en casi la totalidad de la dermis subyacente. Puede desarrollarse una bursitis subyacente. Los callos duros aparecen sobre protuberancias óseas prominentes, en especial en los dedos de los pies y en la superficie plantar. Los callos blandos pueden aparecer entre los dedos de los pies. La mayoría de los callos se deben a un calzado que no ajusta bien, aunque aquellos que tienen el tamaño de una semilla o los que aparecen en zonas de la planta que no soportan peso o en las palmas de las manos pueden representar una genodermatosis hereditaria (queratosis punteada).

Callo (dedo pequeño del pie)
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El callo (centro del quinto dedo del pie) es un disco de tejido endurecido rodeado a menudo por piel eritematosa.
JANE SHEMILT/SCIENCE PHOTO LIBRARY

Las durezas no tienen un tapón central ni se asocian con cambios cutáneos y tienen una apariencia más homogénea. Suelen aparecer en las manos o en los pies, aunque pueden presentarse en cualquier parte, sobre todo en una persona cuya ocupación implique traumatismos reiterados sobre una zona determinada (p. ej., la mandíbula y la clavícula en un violinista).

Callo (talón)
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Un callo es un área endurecida de la piel que ha llegado a ser relativamente grueso y duro en respuesta a la fricción repetida, la presión, u otra irritación.
DR P. MARAZZI/SCIENCE PHOTO LIBRARY

Capas de la piel

En esta figura, se pueden ver las 5 capas de la epidermis junto con su membrana basal y la dermis.

Tenga en cuenta que el estrato lúcido solo está presente sobre las palmas de las manos y las plantas de los pies. La membrana basal se amplía desproporcionadamente para mostrar sus capas. La sublámina densa ancla la dermis a las capas superiores de la membrana basal.

Signos y síntomas de las durezas y callos

Las durezas suelen ser asintomáticas aunque, si la fricción es grave, pueden llegar a engrosarse e irritarse y causar una sensación de ardor levemente desagradable. Por momentos, las molestias producidas por los callos cerca de los dedos de los pies pueden simular las provocadas por una neuralgia interdigital.

Los callos pueden ser dolorosos o sensibles cuando se les aplica presión. En ocasiones, puede formarse un cúmulo de líquido a su alrededor.

Diagnóstico de durezas y callos

  • Anamnesis y examen físico

Es posible diferenciar una dureza de una verruga plantar o de un callo separando la piel engrosada.

Luego de esta maniobra, una dureza revela márgenes cutáneos regulares y translúcidos, mientras que una verruga aparece claramente circunscrita, algunas veces con tejido blando macerado o con puntos negros centrales (puntos de sangrado), que representan capilares trombosados. Además, las verrugas interrumpen los dermatoglifos (el patrón único de crestas en la piel de los dedos, las palmas de las manos, los dedos de los pies y las plantas de los pies), mientras que los callos no lo hacen.

Un callo, cuando se ha recortado, muestra un contorno central de color amarillento a marrón translúcido que interrumpe la arquitectura normal de la dermis papilar.

Tratamiento de las callosidades y los callos

  • Extracción manual

  • Queratolíticos

  • Almohadillas

  • Cambios en la biomecánica del pie

  • A veces cuidado de los pies por un experto

Extracción manual

Una lima para uñas, una lima de esmeril o una piedra pómez utilizadas inmediatamente después del baño suelen ser la forma más práctica de eliminar manualmente el tejido hiperqueratósico.

Queratolíticos

Los queratolíticos (p. ej., 17% de ácido salicílico en colodión, yesos con 40% de ácido salicílico, 40% de urea) también se pueden utilizar, teniendo cuidado de evitar la aplicación de los agentes en la piel no afectada. La piel circundante puede protegerse mediante una cubierta de vaselina antes de la aplicación del queratolítico.

Acojinamiento y biomecánica del pie

Las almohadillas y los cambios en la biomecánica del pie pueden ayudar a prevenir la aparición de callos y a tratar los ya existentes. Aunque es difícil eliminarla por completo, se debe reducir y redistribuir la presión sobre la superficie afectada para prevenir la recurrencia o el empeoramiento de las lesiones existentes.

Para las lesiones en los pies, es importante el uso de calzado cómodo y adecuado; debe haber suficiente espacio para poder mover el dedo gordo dentro del calzado. Los zapatos elegantes a menudo pueden impedir esta libertad de movimiento. Se deben eliminar del armario los zapatos que aumentan las molestias de una lesión. Los parches o anillos con formas y tamaños adecuados, los apósitos protectores con goma espuma, las plantillas con arcos y las placas o barras metatarsianas pueden ayudar a redistribuir la presión.

En el caso de los callos y las durezas situados en la superficie plantar de los metatarsianos, la ortesis no debe ser de longitud completa, sino que debe extenderse solo hasta la parte del pie situada inmediatamente detrás del callo o la dureza. Raras veces, es necesario el tratamiento quirúrgico o la extracción del hueso afectado.

Cuidado de los pies experto

Los pacientes con tendencia a sufrir durezas y callos dolorosos que no responden al tratamiento pueden necesitar con regularidad los servicios de un podólogo.

Los pacientes que tienen alteraciones de la circulación periférica, sobre todo si además sufren diabetes, requieren una atención intensiva del pie.

Conceptos clave

  • Las durezas y los callos son causados por la presión o fricción intermitentes, en general sobre una prominencia ósea.

  • Después de separar la piel suprayacente engrosada, una verruga sangrará, mientras que una dureza no lo hará.

  • Se puede utilizar la abrasión mecánica y los queratolíticos para ayudar a eliminar los callos y las durezas.

  • Se recomienda amortiguación y redistribución de la presión en el pie para ayudar a prevenir durezas y callosidades.

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