La deformación en cuello de cisne consiste en una hiperextensión de la articulación interfalángica proximal, una flexión de la articulación interfalángica distal, y a veces flexión de la articulación metacarpofalángica.
(Véase también Generalidades y evaluación de enfermedades de la mano).
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Si bien es característico de la artritis reumatoide, la deformación en cuello de cisne tiene diversas causas, que incluyen un dedo en martillo no tratado, laxitud de los ligamentos de la parte volar de la articulación interfalángica proximal (p. ej., como puede ocurrir después de una fiebre reumática o en el lupus eritematoso sistémico [LES] como una artropatía de Jaccoud), espasticidad de los músculos intrínsecos de la mano, rotura del tendón flexor de la articulación interfalángica proximal y mala unión de una fractura de la falange media o proximal. La imposibilidad de corregir o compensar la hiperextensión de la articulación interfalángica proximal impide el cierre del dedo y produce una importante incapacidad.
El tratamiento de la deformidad en cuello de cisne consiste en la corrección de la enfermedad subyacente si es posible (p. ej., corrección del dedo en martillo o de alguna desalineación ósea, liberación de espasmo de músculos intrínsecos). Las deformaciones leves en pacientes con artritis reumatoide pueden tratarse con una férula anular funcional. La discapacidad grave puede requerir tratamiento quirúrgico.
La deformación verdadera en cuello de cisne no afecta el pulgar, que sólo tiene una articulación interfalángica. Sin embargo, puede producirse una hiperextensión grave de la articulación interfalángica del pulgar con flexión de la articulación metacarpofalángica; esto se denomina deformación en cuello de cisne, en Z (zigzag) o en ángulo de 90°. En caso de una inestabilidad simultánea del pulgar, la pinza se ve afectada. Esta deformación puede corregirse mediante artrodesis interfalángica junto con una reconstrucción del tendón en la articulación metacarpofalángica.