A veces, cuando no hay un dentista disponible, se necesita un médico para una emergencia odontológica que incluye las siguientes condiciones:
Infecciones dentales
Problemas posextracción (p. ej., sangrado, edema y dolor, alveolitis y osteomielitis, y osteonecrosis de la mandíbula [ONM])
Osteonecrosis de los maxilares asociada a medicamentos (OMAM)
Infecciones dentales
Los pacientes con infecciones dentales suelen acudir a urgencias con dolor como síntoma inicial. Las infecciones dentales pueden incluir pulpitis (inflamación del tejido pulpar del diente por lo general causado por una infección bacteriana), necrosis pulpar (pulpa dental necrótica) con infección bacteriana que se extiende al tejido circundante, absceso apical agudo localizado (hinchazón fluctuante en el tejido blando que rodea la mandíbula), edema gingival alrededor de los dientes con drenaje purulento o caries grandes en un diente.
No se requieren radiografías dentales en situaciones de emergencia, pero se pueden utilizar si están disponibles para ver cualquier propagación de la infección a la mandíbula o el maxilar. El paciente que presenta dolor o infección debe ser derivado a un dentista al día siguiente, si no antes. Si no es posible una consulta odontológica inmediata, el paciente debe ser controlado médicamente hasta que se pueda organizar dicha visita.
Analgesia y tratamiento de las infecciones dentales
Los analgésicos orales efectivos para la mayoría de los problemas dentales incluyen paracetamol, de 650 a 1000 mg cada 6 horas, y fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como ibuprofeno, de 400 a 800 mg cada 6 horas. El ibuprofeno y el paracetamol también se pueden utilizar juntos durante un breve período y alternarlos cada 3 horas. Para dolores intensos, estos fármacos pueden combinarse con opiáceos como la codeína, la hidrocodona o la oxicodona.
Cuidado dental definitivo (p. ej., pulpotomía, pulpectomía, tratamiento no quirúrgico del conducto radicular o incisión y drenaje). Sin embargo, los antibióticos deben administrarse si los pacientes tienen síntomas sistémicos (p. ej., fiebre) o signos de un absceso localizado que se ha diseminado al tejido circundante y causa hinchazón regional o linfadenopatía.
Los antibióticos adecuados para las infecciones dentales incluyen amoxicilina en dosis de 500 mg por vía oral cada 8 horas durante 3 a 7 días, o penicilina VK en dosis de 500 mg por vía oral cada 6 horas durante 3 a 7 días. La duración del tratamiento antibiótico depende de la respuesta clínica (1). Los pacientes pueden ser instruidos para suspender los antibióticos 24 horas después de la resolución de los signos y síntomas, ya que no hay evidencia sólida de que un curso corto de antibióticos contribuya a la resistencia a los antimicrobianos. Se debe reevaluar a los pacientes después de 3 días para valorar la resolución o la mejoría de los síntomas.
Los pacientes que no responden a la amoxicilina o la penicilina pueden cambiar a amoxicilina-clavulanato 500/125 mg 3 veces al día durante 7 días (1).
En los pacientes que son sensibles o alérgicos a la penicilina o sus análogos, se recomienda azitromicina, con una dosis de carga inicial de 500 mg seguida de 250 mg por día durante 4 días. Alternativamente, se puede prescribir clindamicina en dosis de 300 mg por vía oral cada 6 horas durante 3 a 7 días. Los pacientes deben ser controlados para detectar una posible resistencia a la azitromicina y síntomas de infección por Clostridium difficile cuando reciben clindamicina. Se debe agregar metronidazol 500 mg 3 veces al día durante 7 días a azitromicina o clindamicina, si hay una respuesta inadecuada al régimen inicial.
Antibióticos profilácticos
La American Dental Association (ADA) (2) y la American Heart Association (3) ambos recomiendan antibióticos profilácticos para prevención de la endocarditis infecciosa en pacientes sometidos a procedimientos dentales que tienen o han tenido alguno de los siguientes (2, 3):
Válvulas cardíacas protésicas, que incluyen prótesis implantadas mediante transcatéter o aquellas que utilizan material protésico para la reparación valvular.
Endocarditis infecciosa
Cardiopatías congénitas específicas (p. ej., cardiopatía no reparada, cardiopatía reparada con material protésico)
Valvulopatía después de un trasplante cardíaco
Para los pacientes con implantes articulares, las directrices de la American Dental Association de 2021 (2) afirman que los antibióticos profilácticos generalmente no se recomiendan. Sin embargo, puede haber un subgrupo de estos pacientes para los cuales los antibióticos pueden ser apropiados (p. ej., un paciente con antecedentes de infección articular previa sometido a un procedimiento que implica una incisión gingival).
Los procedimientos odontológicos que requieren profilaxis son los que exigen manipulación o perforación de las encías, o que involucran el área terminal de la raíz del diente (es decir, los que tienen mayor probabilidad de causar bacteriemia). Los agentes preferidos son la amoxicilina, 2 g 1 vez por vía oral 30 a 60 minutos antes del procedimiento. Para aquellos que no pueden tolerar las penicilinas, las alternativas incluyen cefalexina en dosis de 2 g, azitromicina o claritromicina en dosis de 500 mg, o doxiciclina en dosis de 100 mg. Todas estas alternativas también se administran por vía oral en una sola dosis 30 a 60 minutos antes del procedimiento. La clindamicina ya no se recomienda para la profilaxis.
Referencias
1. Lockhart PB, Tampi MP, Abt E, et al. Evidence-based clinical practice guideline on antibiotic use for the urgent management of pulpal- and periapical-related dental pain and intraoral swelling: A report from the American Dental Association. J Am Dent Assoc. 150(11):906-921.e12, 2019. doi: 10.1016/j.adaj.2019.08.020
2. Sollecito TP, Abt E, Lockhart PB, et al. The use of prophylactic antibiotics prior to dental procedures in patients with prosthetic joints: Evidence-based clinical practice guideline for dental practitioners--a report of the American Dental Association Council on Scientific Affairs. J Am Dent Assoc. 2015;146(1):11-16.e8. doi:10.1016/j.adaj.2014.11.012
3. Wilson WR, Gewitz M, Lockhart PB, et al. Prevention of viridans group streptococcal infective endocarditis: A scientific statement from the American Heart Association. Circulation. 143(20):e963-978, 2021. DOI: 10.1161/CIR.0000000000000969