Medidas de rehabilitación para el tratamiento del dolor y la inflamación

PorZacharia Isaac, MD, Brigham and Women's Hospital
Revisado/Modificado nov 2023
Vista para pacientes

    El tratamiento del dolor y la inflamación tiene como objetivo facilitar el movimiento y mejorar la coordinación de los músculos y las articulaciones. El tratamiento no farmacológico incluye el ejercicio terapéutico, el calor, la estimulación eléctrica, el frío, la tracción cervical, el masaje y la acupuntura. Estos tratamientos se utilizan para muchos trastornos de los músculos, los tendones y los ligamentos (véase tabla Indicaciones de los tratamientos no farmacológicos contra el dolor). El uso de estas modalidades se basa en las preferencias del paciente y el médico y el juicio clínico. Estas modalidades se emplean en forma típica de manera adyuvantes más que como intervención única. A menudo se usan antes y después de la terapia con ejercicios y son componentes de la estrategia de rehabilitación. Los responsables de la indicación deben incluir:

    • Diagnóstico

    • Tipo de tratamiento (p. ej., ultrasonido, compresas calientes)

    • Sitio de aplicación (p. ej., hombro derecho, región lumbar)

    • Frecuencia (p. ej., 1 vez al día, en días alternos)

    • Duración (p. ej., 10 días, 1 semana)

    Tabla
    Tabla

    (Véase también Generalidades sobre la rehabilitación y Dolor).

    Calor

    El calor proporciona alivio transitorio en los trastornos inflamatorios y traumáticos, subagudos y crónicos (p. ej., esguinces, distensiones musculares, fibrositis, tenosinovitis, espasmos musculares, miositis, lumbalgia, lesiones cervicales, diversas formas de artritis, artralgia, neuralgia). El calor aumenta el flujo sanguíneo y la extensibilidad del tejido conectivo; también disminuye la rigidez articular, el dolor y el espasmo muscular y ayuda a aliviar la inflamación, el edema y los exudados. La aplicación de calor puede ser superficial (infrarrojos, compresas calientes, baño de parafina, hidroterapia) o profundo (ultrasonido). La intensidad y la duración de los efectos fisiológicos dependen sobre todo de la temperatura del tejido, la velocidad de la elevación de la temperatura y el área tratada.

    El calor infrarrojo se aplica con una lámpara de calor, por lo general durante 20 min/día. Las contraindicaciones incluyen dispositivos metálicos implantados y alteración de la sensibilidad de la piel (en particular a la temperatura y el dolor). Deben tomarse precauciones para evitar quemaduras.

    Las compresas calientes son paños de algodón rellenos de gel de silicato; se hierven en agua o se calientan en un horno de microondas y se aplican sobre la piel. Las compresas no deben estar demasiado calientes. Se envuelven en varias capas de toallas para proteger la piel de las quemaduras. Las contraindicaciones son similares a las de calor infrarrojo.

    Para realizar un baño de parafina, el área afectada debe mojarse, sumergirse o pintarse con la cera fundida que se ha calentado a 49° C. El calor puede conservarse envolviendo el área afectada con toallas durante 20 min. La parafina suele aplicarse en las pequeñas articulaciones, en general por inmersión de una mano y al pintar una rodilla o un codo. La parafina no debe aplicarse en heridas abiertas o en pacientes alérgicos a ella. El baño de parafina es particularmente útil en caso de artritis de la mano.

    La hidroterapia puede utilizarse para mejorar la cicatrización de heridas. El agua caliente agitada estimula el flujo de sangre y desbrida quemaduras y heridas. A menudo, este tratamiento se realiza en un tanque de Hubbard (una gran tina industrial) con agua calentada entre 35,5 a 37,7° C. La inmersión completa en agua calentada entre 37,7 a 40° C también puede ayudar a relajar los músculos y aliviar el dolor. La hidroterapia es particularmente útil para los ejercicios de amplitud de movimiento.

    La diatermia es el calentamiento terapéutico de los tejidos que emplea la oscilación de campos electromagnéticos de alta frecuencia, sea con onda corta o microondas. Estas modalidades no parecen ser superiores que las formas más simples de calentamiento y ahora rara vez se utilizan.

    Terapia con láser de bajo nivel

    La terapia con láser de bajo nivel (también conocida como láser frío) aplica energía de la luz a los tejidos más profundos y puede proporcionar analgesia en una variedad de condiciones, que incluyen esguinces, distensiones, dolor de cuello y espalda, dolor de hombro y fibromialgia. No debe usarse sobre los ojos, y se requieren gafas de seguridad apropiadas. Tampoco debe usarse en un sitio en el que se encuentra una neoplasia maligna confirmada, sobre un feto en vías de desarrollo, sobre un marcapasos u otro dispositivo implantado, o sobre la glándula tiroides. La terapia con láser de bajo nivel también puede desencadenar una convulsión en pacientes con epilepsia fotosensible y debe usarse con precaución en estos pacientes. Aunque cierta evidencia sugiere un beneficio potencial de la terapia con láser de bajo nivel para enfermedades musculoesqueléticas específicas, los resultados son mixtos dependiendo de la condición específica que se trata y las comparaciones de tratamientos.

    Ultrasonido

    El ultrasonido utiliza ondas sonoras de alta frecuencia para penetrar en la profundidad (4 a 10 cm) del tejido; sus efectos son térmicos, mecánicos, químicos y biológicos. Está indicado para tendinitis, bursitis, contracturas, artrosis, lesiones óseas y síndrome de dolor regional complejo. El ultrasonido no debe aplicarse en el tejido isquémico, áreas anestesiadas o de infección aguda, como tampoco para tratar cáncer o diátesis hemorrágica. Además, no debe aplicarse sobre los ojos, el cerebro, la médula espinal, los oídos, el corazón, los órganos reproductivos, el plexo braquial o los huesos que estén en proceso de curación.

    Frío

    La elección entre el tratamiento con calor y frío suele ser empírico. Cuando el calor no funciona, se aplica el frío. Sin embargo, para una lesión o dolor agudo, el frío parece ser mejor que el calor. El frío puede ayudar a aliviar los espasmos musculares, el dolor miofascial o traumático, la lumbalgia y la inflamación aguda; también puede ayudar a inducir cierta anestesia local. El frío suele utilizarse durante las primeras horas o el día después de una lesión; en consecuencia, rara vez se utiliza en fisioterapia.

    El frío puede aplicarse localmente mediante una bolsa de hielo, una compresa fría o líquidos volátiles (p. ej., cloruro de etilo, aerosoles refrigerantes), que se enfrían al evaporarse. La propagación del frío sobre la piel depende del espesor de la epidermis, el tejido adiposo y el músculo subyacente, el contenido de agua del tejido y la velocidad del flujo sanguíneo. Debe tenerse cuidado para evitar la hipotermia y el daño tisular. El frío no debe aplicarse sobre áreas con mala perfusión.

    Estimulación eléctrica

    La estimulación eléctrica nerviosa transcutánea utiliza corriente baja en oscilaciones de baja frecuencia para aliviar el dolor. Los pacientes sienten una sensación de hormigueo suave sin aumento de la tensión muscular. Según la intensidad del dolor, puede aplicarse 20 min a algunas horas de estimulación varias veces al día. A menudo, se les enseña a los pacientes a utilizar los dispositivos TENS y a decidir cuándo aplicar el tratamiento. La terapia con TENS no debe aplicarse sobre o cerca del área donde se implanta un dispositivo electrónico, porque este podría afectar el funcionamiento de este tipo de dispositivos. No debe aplicarse sobre los ojos.

    Tracción cervical

    Con frecuencia, la tracción cervical está indicada para el dolor crónico del cuello debido a espondilosis cervical, radiculopatía cervical, lesiones cervicales o tortícolis. La tracción vertical (con pacientes en posición sentada) es más eficaz que la horizontal (con pacientes recostados en la cama). Tanto para la tracción rítmica intermitente motorizada como para la tracción estática, la cantidad de peso utilizado varía, pero en general debe proporcionar un estiramiento suave de los músculos del cuello pero no causar dolor. En general, debe evitarse la hiperextensión del cuello porque puede aumentar la compresión de la raíz nerviosa en los agujeros intervertebrales. La tracción suele combinarse con otro tipo de fisioterapia, como ejercicios y estiramiento manual. En general, se evita la tracción en pacientes con artritis reumatoide de larga data u otras artropatías inflamatorias que comprometen la columna cervical.

    Masaje

    El masaje puede movilizar los tejidos contraídos, aliviar el dolor y reducir la inflamación y la induración asociadas con el traumatismo (p. ej., fractura, lesión articular, esguince, distensión muscular, contusión). El masaje debe considerarse para el dolor lumbar, la fibromialgia, la hemiplejía, el dolor miofascial, la parálisis cerebral y la amputación. No debe utilizarse para tratar infecciones o tromboflebitis. Sólo deben ser realizados por un masajista certificado para el tratamiento de una lesión, debido a la variabilidad en la formación y la capacitación de los terapeutas.

    Acupuntura

    En la acupuntura, se insertan agujas finas a través de la piel en sitios específicos del cuerpo, con frecuencia lejos del sitio del dolor. A veces, la acupuntura se utiliza con otros tratamientos para controlar el dolor agudo y crónico.

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