La exposición al frío puede producir lesiones agudas y crónicas sin congelamiento tisular.
Eritema por frío
La forma más leve de lesión por frío es el eritema por frío. Las zonas afectadas están adormecidas, hinchadas y rojas. El tratamiento es el recalentamiento, que produce dolor y prurito. Rara vez persiste una hipersensibilidad leve al frío durante meses a años, pero no se produce un daño permanente a los tejidos subyacentes.
Pie de trinchera (de inmersión)
La exposición prolongada al frío húmedo puede producir pie de trinchera o de inmersión. Normalmente, la lesión se limita a los nervios periféricos y la vasculatura, aunque el tejido muscular y la piel pueden lesionarse en casos graves.
En un inicio, el pie está pálido, edematoso, húmedo, frío y entumecido. Puede producirse maceración tisular si los pacientes caminan mucho. El recalentantamiento produce hiperemia, dolor y con frecuencia hipersensibilidad a la presión leve, que pueden persistir durante 6 a 10 semanas. La piel puede ulcerarse o puede aparecer una escara negra. Es frecuente la disfunción autónoma con aumento o disminución de la sudoración, cambios vasomotores e hipersensibilidad local a los cambios de temperatura. Puede aparecer atrofia muscular y disestesia o anestesia, que pueden hacerse crónicas.
El pie de trinchera puede prevenirse llevando botas no ajustadas, manteniendo secos los pies y las botas y cambiando con frecuencia los calcetines (1).
El tratamiento inmediato es el recalentamiento en agua de 37 a 39° C seguido por curaciones estériles. Debe evitarse el consumo de nicotina (2). Los síntomas neuropáticos crónicos son difíciles de tratar; si la amitriptilina falla, puede intentarse con gabapentina (véase Dolor neuropático: tratamiento).
Sabañones (perniosis)
Se producen zonas localizadas de eritema, tumefacción y prurito por la exposición repetida al frío húmedo no congelante; no está claro su mecanismo. Aparecen ampollas o ulceraciones. La mayoría de las veces, los sabañones afectan los dedos y la zona pretibial y son autolimitados. A veces se produce una recidiva de los síntomas. Las mujeres más jóvenes son las más afectadas, algunas de las cuales pueden tener fenómeno de Raynaud o trastornos autoinmunes subyacentes (p. ej., lupus eritematoso sistémico o cutáneo) (3).
La falange media tiene áreas de eritema localizado y aparece hinchada.
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Edema y ampollas en las almohadillas de los dedos de los pies resultan de la exposición repetida al frío sin congelación.
Image courtesy of Karen McKoy, MD.
Esta imagen muestra el edema y el eritema de los sabañones.
Image courtesy of Karen McKoy, MD.
La lesión endotelial y neuronal produce hipersensibilidad vascular al frío e inestabilidad simpática. El tratamiento de primera línea generalmente implica medidas conservadoras, como mantener el área afectada caliente y seca y evitar la nicotina. Los datos para apoyar el uso de agentes farmacológicos son limitados. La nifedipina y los corticosteroides tópicos son los más utilizados y pueden ayudar a reducir los síntomas. Otros enfoques, como la pentoxifilina o el tadalafilo, también pueden ser beneficiosos (3).
Referencias
1. Mistry K, Ondhia C, Levell NJ. A review of trench foot: a disease of the past in the present. Clin Exp Dermatol. 2020 Jan;45(1):10-14. doi: 10.1111/ced.14031
2. Zafren K, Hollis S, Weiss EA, et al. Prevention and Treatment of Nonfreezing Cold Injuries and Warm Water Immersion Tissue Injuries: Supplement to Wilderness Medical Society Clinical Practice Guidelines for the Prevention and Treatment of Frostbite. Wilderness and Environmental Medicine. 34(2):172-81, 2023. doi.org/10.1016/j.wem.2023.02.006
3. Dubey S, Joshi N, Stevenson O, Gordon C, Reynolds JA. Chilblains in immune-mediated inflammatory diseases: a review. Rheumatology (Oxford). 2022 Nov 28;61(12):4631-4642