La exposición al frío puede producir una disminución de la temperatura corporal (hipotermia) y una lesión focal de los tejidos blandos.
La lesión tisular sin congelamiento incluye el eritema por frío, el pie de trinchera y la perniosis (sabañones).
La lesión tisular por frío es la congelación.
El tratamiento es el recalentamiento y el tratamiento quirúrgico selectivo, en general diferido, de los tejidos dañados.
La susceptibilidad a la lesión por frío aumenta con el agotamiento, el hambre, la deshidratación, la hipoxia, el deterioro de la función cardiovascular y el contacto con la humedad o metal.
Prevención de las lesiones por frío
La prevención es crucial. Es importante tener varias capas de ropa caliente y protección contra la humedad y el viento aun cuando el tiempo no represente una amenaza de una lesión por frío. Deben llevarse ropas que siguan siendo aislantes cuando estén mojadas (p. ej., ropa de lana o de prolipropileno). Los guantes y los calcetines deben mantenerse lo más secos posibles; en el tiempo muy frío, es necesario llevar botas aislantes que no impidan la circulación. Es importante una capucha en la cabeza.
Consumir muchos líquidos y alimentos ayuda a mantener la producción de calor metabólico.
Prestar atención a que algunas partes del cuerpo se queden frías o adormecidas y calentarlas inmediatamente puede prevenir la lesión por frío.
Referencia general
1. Dow J, Giesbrecht GG, Danzl DF, et al: Wilderness Medical Society Clinical Practice Guidelines for the Out-of-Hospital Evaluation and Treatment of Accidental Hypothermia: 2019 Update. Wilderness Environ Med 30(4S):S47-S69, 2019. doi: 10.1016/j.wem.2019.10.002