Linfadenopatía

PorJames D. Douketis, MD, McMaster University
Revisado/Modificado abr 2024
Vista para pacientes

La adenopatía es el agrandamiento palpable de ≥ 1 ganglio linfático. El diagnóstico es clínico. Se trata el trastorno que causa la fiebre.

(Véase también Generalidades sobre el sistema linfático).

Los ganglios linfáticos están presentes en todo el cuerpo y pueden ser superficiales o profundos. Hay grupos específicos de ganglios linfáticos superficiales en el cuello, las axilas y la región inguinal; unos pocos ganglios pequeños (< 1 cm) a menudo son palpables en esas áreas en personas sanas.

La adenopatía es el agrandamiento palpable (> 1 cm) de ≥ 1 ganglio linfático; se clasifica como

  • Localizado: cuando está presente en una sola área del cuerpo

  • Generalizado: cuando está presente en ≥ 2 zonas del cuerpo

La linfadenitis es una adenopatía con dolor y/o signos de inflamación (p. ej., eritema [más sutil en la piel oscura], dolor a la palpación).

Otros síntomas pueden estar presentes dependiendo de la enfermedad subyacente.

Fisiopatología de la linfadenopatía

El plasma y algunas células (p. ej., células cancerosas, microorganismos infecciosos) presentes en el espacio intersticial, junto con cierto material celular, antígenos, y partículas extrañas ingresan en los vasos linfáticos, convirtiéndose en líquido linfático. Los ganglios linfáticos filtran el líquido linfático en su camino hacia la circulación venosa central, eliminando las células y otros materiales. El proceso de filtrado también presenta antígenos a los linfocitos contenidos dentro de los ganglios. La respuesta inmune de estos linfocitos implica la proliferación celular, que puede causar el agrandamiento de los ganglios (linfadenopatía reactiva). Los microorganismos patógenos transportados en el líquido linfático pueden infectar directamente a los ganglios, causando linfadenitis, y en ellos pueden alojarse y proliferar las células cancerosas.

Etiología de la linfadenopatía

Debido a que los ganglios linfáticos participan en la respuesta inmune del cuerpo, un gran número de trastornos infecciosos e inflamatorios, y el cáncer son causas potenciales (véase tabla Algunas causas de linfadenopatía). Sólo las causas más comunes se discuten aquí. Las causas más probables pueden variar dependiendo de la edad del paciente, los hallazgos asociados, y los factores de riesgo, pero en general las causas más comunes son

  • Idiopática, autolimitada

  • Infecciones respiratorias altas

  • Infecciones locales de los tejidos blandos

Las causas más peligrosas son

Sin embargo, la mayoría de los casos representan trastornos benignos o infecciones locales clínicamente evidentes. Aproximadamente < 1% de los casos no diferenciados que se presentan para la atención primaria implica el cáncer (1).

Tabla
Tabla

Referencia de la etiología

  1. 1. Fijten GH, Blijham GH. Unexplained lymphadenopathy in family practice. An evaluation of the probability of malignant causes and the effectiveness of physicians' workup. J Fam Pract 1988;27(4):373-376. doi:10.1080/09503158808416945

Evaluación de la linfadenopatía

La adenopatía puede ser el motivo de consulta del paciente o ser descubierto durante la evaluación por otra causa.

Anamnesis

Al recabar los antecedentes de la enfermedad actual, debe determinarse la localización y la duración de la adenopatía y si se acompaña de dolor. Se observaron lesiones cutáneas recientes (en particular arañazos de gato y mordeduras de rata) e infecciones en el área drenada por los ganglios afectados.

La revisión de los sistemas debe buscar síntomas de posibles causas, incluyendo

Los antecedentes médicos deben identificar los factores de riesgo para tuberculosis o infección por HIV (o su existencia conocida) y el cáncer (en particular el uso de alcohol y/o tabaco). Interrogar a los pacientes sobre contactos enfermos (para definir el riesgo de tuberculosis o de virosis, como por el virus de Epstein-Barr), antecedentes sexuales (para determinar el riesgo de enfermedades de transmisión sexual), antecedente de viajes a zonas con infecciones endémicas (p. ej., Oriente Medio para la brucelosis, sudoeste de Estados Unidos para la peste) y posibles exposiciones (p. ej., heces de gato para la toxoplasmosis, animales de granja para la brucelosis, animales salvajes para la tularemia). Revisar los antecedentes de consumo de drogas en busca de posibles agentes causales específicos.

Examen físico

Evaluar los signos vitales en busca de fiebre. Se palpan las áreas de especial concentración de ganglios linfáticos del cuello (incluyendo la región occipital y las áreas supraclaviculares), las axilas, y la región inguinal. Se evalúan el tamaño, la sensibilidad y la consistencia de los ganglios, también si son libremente móviles o están fijos al tejido adyacente.

La piel se inspecciona en busca de erupción y lesiones, con especial atención a las áreas drenadas por los ganglios afectados. Se examina y palpa la orofaringe para detectar signos de infección y lesiones que pueden ser cancerosas. Debe palparse la glándula tiroides en busca de agrandamiento y nodularidad. Se deben palpar las mamas (incluso en los hombres) para buscar nódulos. Se auscultan los pulmones en busca de estertores crepitantes (que sugieren sarcoidosis o infección). Se palpa el abdomen en busca de hepatomegalia y esplenomegalia. Se examinan los genitales para identificar chancros, vesículas y otras lesiones, y para observar la presencia de secreción uretral. Deben examinarse las articulaciones en busca de signos de inflamación.

Signos de alarma

  • Ganglio cervical o inguinal > 2 cm o cualquier ganglio supraclavicular o axilar palpable en forma independiente del tamaño

  • Ganglio que presenta secreción o que está duro o se fija al tejido subyacente

  • Factores de riesgo para HIV o tuberculosis

  • Fiebre y/o pérdida de peso

  • Esplenomegalia

Interpretación de los hallazgos

Los pacientes con adenopatía generalizada por lo general tienen un trastorno sistémico. Sin embargo, los pacientes con adenopatías localizadas pueden tener un trastorno local o sistémico (incluyendo uno que a menudo causa adenopatía generalizada).

A veces, la anamnesis y el examen físico sugieren una causa (véase tabla Algunas causas de linfadenopatía) y pueden ser diagnósticos en pacientes con una infección respiratoria alta claramente viral o con una infección de los tejidos blandos o dental. En otros casos, los resultados (al igual que los signos de alarma) son motivo de preocupación, pero no apuntan a una sola causa.

Los ganglios cervicales o inguinales duros, marcadamente agrandados (> 2 cm, [1]), y/o fijos al tejido adyacente sugieren cáncer, en particular en pacientes que han consumido tabaco y/o alcohol durante un período prolongado. Sin embargo, cualquier ganglio supraclavicular o axilar palpable no atribuible a la infección, en forma independiente de su tamaño, debe ser motivo de preocupación por un posible cáncer de mama o intratorácico. La presencia de sensibilidad marcada, eritema y aumento de temperatura en un único ganglio agrandado puede deberse a una infección ganglionar supurada (p. ej., debido a estafilococos o estreptococos).

Puede haber fiebre en muchas de las enfermedades infecciosas, malignas, y trastornos reumáticos sistémicos. Puede haber esplenomegalia en la mononucleosis, la toxoplasmosis, la leucemia y el linfoma. La pérdida de peso se presenta con la tuberculosis y el cáncer. Los factores de riesgo y los antecedentes de viajes y exposición son los mejores elementos de sospecha.

Por último, a veces la adenopatía pueden tener una causa grave en pacientes que no tienen otras manifestaciones de enfermedad.

Estudios complementarios

Si se sospecha un trastorno específico (p. ej., mononucleosis en un paciente joven con fiebre, dolor de garganta y esplenomegalia), las pruebas iniciales se dirigen a pruebas clínicamente indicadas para ese trastorno (véase la tabla Algunas causas de linfadenopatía).

Si la anamnesis y el examen físico no muestran una causa probable, los estudios adicionales dependen de los ganglios involucrados y los otros hallazgos presentes.

A los pacientes con signos de alarma inexplicables y en aquellos con adenopatía generalizada se les debe realizar un hemograma y radiografía de tórax. Si se identifican glóbulos blancos anormales en el hemograma, se realiza un frotis de sangre periférica y citometría de flujo para evaluar la presencia de leucemia o linfoma. En presencia de adenopatía generalizada, la mayoría de los médicos también suelen indicar una prueba cutánea de tuberculina (o ensayo de liberación de interferón-gamma) y pruebas serológicas para el HIV, la mononucleosis, y probablemente para toxoplasmosis y sífilis. En los pacientes con síntomas en las articulaciones o erupciones cutáneas se deben hacer anticuerpos antinucleares para el lupus eritematoso sistémico.

La mayoría de los médicos creen que los pacientes con adenopatías localizadas o generalizadas recientemente identificadas y sin otros hallazgos se pueden controlar en forma segura durante 3 a 4 semanas, a menos que exista sospecha de cáncer. Si se sospecha un cáncer, los pacientes suelen requerir TC o RM de la zona según la indicación clínica y, según los hallazgos, deben realizarse biopsias del ganglio y de cualquier tejido anormal. La biopsia también se considera si la adenopatía aislada o generalizada no se resuelve en 3 a 4 semanas (2).

Referencias de la evaluación

  1. 1. Slap GB, Brooks JS, Schwartz JS. When to perform biopsies of enlarged peripheral lymph nodes in young patients. JAMA 1984;252(10):1321-1326.

  2. 2. Bazemore AW, Smucker DR. Lymphadenopathy and malignancy. Am Fam Physician 2002;66(11):2103-2110.

Tratamiento de la linfadenopatía

El tratamiento primario está dirigido a la causa; no se trata la adenopatía propiamente dicha.

No se intenta un tratamiento con corticosteroides por una adenopatía de etiología desconocida, porque pueden reducir una adenopatía causada por leucemia y linfoma y así retrasar el diagnóstico, y los corticosteroides pueden exacerbar la tuberculosis.

Tampoco está indicado intentar un tratamiento con antibióticos, excepto cuando se sospecha una infección supurada de los ganglios linfáticos.

Conceptos clave

  • La mayoría de los casos son idiopáticos y autolimitados o son el resultado de causas locales clínicamente aparentes

  • Se deben efectuar pruebas iniciales si hay signos de alarma, si otras manifestaciones o factores de riesgo sugieren un trastorno específico, o cuando no se encuentra causa aparente para una adenopatía generalizada.

  • Los pacientes con adenopatía localizada o generalizada recientemente identificada y sin otros hallazgos diagnósticos pueden ser observados durante 3 a 4 semanas, y a continuación se debe considerar la biopsia.

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