La carencia de flúor puede causar debilidad dental y ósea.
En el organismo, la mayor parte del flúor se encuentra en los huesos y en los dientes. Este mineral es necesario en la formación de los huesos y de los dientes, y para mantenerlos saludables.
(Véase también Introducción a los minerales.)
La carencia de flúor puede provocar caries dental y es posible que también osteoporosis. El consumo adecuado de flúor previene la formación de caries dentales y fortalece los huesos. La adición de flúor al agua potable (fluoración) que no lo contiene en cantidad suficiente o la ingesta de suplementos de flúor reduce de forma significativa el riesgo de padecer caries dentales. El flúor aplicado a los dientes (barniz de flúor) puede ser útil para reducir la caries dental en la primera infancia en zonas del mundo donde la pasta dental con flúor o la fluoración no están fácilmente disponibles.