El fallo de medro es un retraso en el aumento de peso y en el crecimiento físico que puede ocasionar retrasos en el desarrollo y en la maduración.
Las enfermedades y una nutrición deficiente son las causas del fallo de medro.
El diagnóstico se basa en los valores de la gráfica de crecimiento del niño, la exploración, los antecedentes y el ambiente en el hogar.
Los niños que están desnutridos durante el primer año de vida pueden tener un retraso del desarrollo.
El tratamiento consiste en una dieta nutritiva y el tratamiento de las enfermedades.
Durante el primer año de vida, el médico controla el peso y la talla del bebé en cada visita para asegurarse de que el crecimiento progresa a ritmo constante (véase Crecimiento físico de lactantes y niños). Los percentiles son una forma de comparar a los lactantes de la misma edad y sexo. Por ejemplo, decir que un niño está en el percentil 10 para el peso significa que de 100 niños de la misma edad y sexo, 90 pesan más y 10 pesan menos. Aunque algunos niños son más pequeños y otros son más grandes, los niños suelen permanecer aproximadamente en el mismo percentil a medida que crecen.
El fallo de medro es un diagnóstico que se aplica a niños que de forma constante están por debajo de su peso, de forma característica por debajo del percentil 3 a 5, en comparación con los niños de la misma edad y sexo. El fallo de medro también se considera en los niños que tienen una caída sostenida en su percentil de peso a pesar de que su peso real no sea bajo. Por ejemplo, el médico tendría que preocuparse por un niño que cayó desde el percentil 90 al percentil 50 (peso medio) en un corto periodo de tiempo. Son muchas las causas.
Causas de fallo de medro en niños
Las causas de fallo de medro pueden implicar
Factores ambientales y sociales
Problemas médicos
Cualquiera que sea la causa, la nutrición inadecuada puede afectar al crecimiento del cuerpo y del cerebro del niño.
Los factores ambientales y sociales son los motivos más comunes por los que los niños no reciben la nutrición que necesitan. El fallo de medro (retraso del crecimiento) por estos motivos es consecuencia de no ingerir suficientes calorías.
El abandono o maltrato parental, los trastornos mentales parentales (como la depresión), la inseguridad alimentaria y los entornos familiares caóticos son situaciones que aumentan el riesgo de que no se proporcione una alimentación nutritiva periódica. Este tipo de situaciones estresantes o los ambientes poco estimulantes también pueden reducir el apetito del niño y disminuir su ingesta de alimentos.
A veces los padres proporcionan alimentos con escaso valor nutritivo, lo que puede provocar una ingesta pobre y escaso aumento de peso. Es posible que los padres no acaben de entender las técnicas de alimentación del lactante y preparen incorrectamente la fórmula, o bien puede suceder que el niño puede tener dificultades de alimentación que los padres no pueden manejar. Cuando los progenitores tienen malas habilidades de alimentación del lactante y su bebé tiene dificultades para alimentarse, puede producirse un fallo de medro (retraso en el desarrollo).
En raras ocasiones, algunas madres no producen suficiente leche materna o, lo que todavía es más infrecuente, producen leche materna reducida en calorías.
Los bebés y los niños que sufren situaciones familiares estresantes o tienen una relación disfuncional con un cuidador pueden sufrir un retraso del crecimiento (fallo de medro) porque el estrés que sienten puede hacer que produzcan hormonas que reducen los efectos de las hormonas del crecimiento. Esta reducción de la hormona del crecimiento relacionada con el estrés puede conducir a un crecimiento deficiente.
Los trastornos médicos a veces causan retraso en el desarrollo. Algunos trastornos médicos, como la dificultad para masticar o tragar (como con labio leporino o bien paladar hendido), el reflujo gastroesofágico, el estrechamiento del esófago o la malabsorción intestinal, también pueden afectar la capacidad del niño para ingerir, retener, absorber o procesar alimentos. Los trastornos de la conducta alimentaria también pueden causar un fallo de medro.
Algunas otras causas médicas del fallo de medro incluyen infecciones, tumores, trastornos hormonales o metabólicos (como la diabetes o la fibrosis quística), cardiopatías, enfermedad renal, enfermedad hepática, trastornos genéticos (como el síndrome de Down o los trastornos metabólicos hereditarios), los trastornos digestivos (tales como la enfermedad celiaca y la enfermedad inflamatoria intestinal), y la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
En algunos niños, el fallo de medro (retraso del crecimiento) está causado por una combinación de factores ambientales y sociales y trastornos médicos. Por ejemplo, los niños que sufren trastornos médicos también pueden vivir en ambientes domésticos estresantes o mantener relaciones disfuncionales con los cuidadores. Del mismo modo, los niños con retraso del crecimiento causado por factores ambientales y sociales pueden desarrollar trastornos médicos.
Diagnóstico del fallo de medro en los niños
Monitorización del peso y la estatura
Preguntas sobre alimentación y antecedentes médicos, sociales y familiares
Si es necesario, pruebas de laboratorio
El médico diagnostica fallo de medro cuando el peso o la ganancia de peso del niño se encuentran muy por debajo de lo que deberían ser al compararlos con las medidas anteriores o con las tablas de peso y de talla normalizadas (véase Crecimiento físico de lactantes y niños). Si el fallo de medro afecta de forma suficientemente grave al peso del lactante, también se ven afectadas las tasas de crecimiento en altura y de la cabeza (cerebro).
Para determinar por qué un niño presenta fallo de medro, los médicos formulan preguntas específicas a los progenitores sobre
Alimentación
Habitos intestinales
La estabilidad social, emocional y financiera de la familia, que puede afectar al acceso del niño a los alimentos
Enfermedades que el niño ha sufrido o que los familiares han sufrido (enfermedades hereditarias)
A continuación, examina al niño buscando signos de enfermedades que puedan explicar la escasa ganancia de peso. En base a esta evaluación el médico decide si es conveniente o no realizar análisis de sangre, de heces y de orina y radiografías. Se realizan otras pruebas complementarias si el médico sospecha que existe algun trastorno subyacente.
Tratamiento del fallo de medro depende en niños
Fórmulas de alimentación o comidas nutritivas
Tratamiento específico de los trastornos médicos
El tratamiento del fallo de medro depende de la causa. Si se encuentra un trastorno médico, se administra el tratamiento específico para dicho trastorno. Con independencia de la causa, todos los niños con fallo de medro reciben una dieta nutritiva que contiene suficientes calorías para promover el crecimiento y el aumento de peso.
El fallo de medro de leve a moderado se trata con alimentos nutritivos con alto contenido calórico o comidas administrados en horarios regulares. Los padres pueden recibir consejo sobre las interacciones familiares perjudiciales para el niño y sobre los recursos financieros y sociales de que se dispone.
Un fallo de medro grave se trata en el hospital, donde trabajadores sociales, nutricionistas, especialistas en alimentación, psiquiatras y otros especialistas trabajan conjuntamente para determinar las causas más probables del fallo de medro del niño y el mejor enfoque de la alimentación.
Los niños cuyo fallo de medro (retraso en el desarrollo) es consecuencia de maltrato o de negligencia pueden necesitar ser derivados a hogares de acogida. Si son devueltos a sus padres biológicos, se controla de cerca el progreso de su crecimiento.
Pronóstico del fallo de medro depende en niños
Dado que el primer año de vida es importante para el desarrollo del cerebro, los niños desnutridos durante este tiempo pueden sufrir un retraso permanente con respecto a sus compañeros, aunque mejore su crecimiento físico.
En cerca de la mitad de estos niños, el desarrollo intelectual, especialmente las habilidades verbales y matemáticas, siguen por debajo del nivel normal. Estos niños a menudo presentan problemas sociales, emocionales y de comportamiento.