La menopausia prematura es el cese permanente de la menstruación antes de los 40 años de edad. Se produce porque los ovarios ya no liberan óvulos (ovulación) de forma regular y dejan de producir las concentraciones premenopáusicas habituales de hormonas reproductivas.
Algunas mujeres no presentan síntomas, excepto la ausencia de períodos menstruales, pero otras presentan infertilidad o los mismos síntomas que los de la menopausia natural (como sofocos o sudores nocturnos).
Los análisis de sangre confirman el diagnóstico, y se realizan otras pruebas para identificar la causa.
Varios tratamientos, como los estrógenos (que se acostumbran a administrar hasta los 51 años de edad aproximadamente, edad en la que se produce la menopausia en promedio), pueden aliviar o reducir los síntomas.
Las mujeres con menopausia prematura pueden recibir tratamientos de fertilidad (como el uso de óvulos de otra mujer para implantarlos en el útero) para quedarse embarazadas.
Desde un punto de vista hormonal, la menopausia prematura se parece a la natural. Los ovarios producen una cantidad muy pequeña de estrógeno o no lo producen en absoluto. La ovulación se detiene por completo o casi por completo. Sin embargo, a veces los ovarios comienzan a funcionar de nuevo durante un breve periodo de tiempo y pueden liberar un óvulo, haciendo posible el embarazo. Los ovarios siguen conteniendo miles de óvulos. La menopausia prematura no implica que una mujer esté envejeciendo prematuramente. Solo significa que sus ovarios ya no funcionan con normalidad.
Causas de la menopausia prematura
La menopausia prematura puede tener muchas causas:
Anomalías genéticas: los cromosomas, incluidos los cromosomas sexuales, pueden ser anómalos. Dentro de las anomalías de los cromosomas sexuales se encuentran el síndrome de Turner, los trastornos asociados a la presencia de un cromosoma Y (que normalmente solo ocurren en los varones) y el síndrome del cromosoma X frágil.
Trastorno autoinmunitario: el organismo produce anticuerpos anómalos que atacan a sus propios tejidos, incluyendo los ovarios.
Trastornos metabólicos, como carencias enzimáticas
Infecciones víricas: las paperas (parotiditis) son un ejemplo.
Quimioterapia o radioterapia para el cáncer
Extirpación quirúrgica de los ovarios: la intervención quirúrgica en la que se extirpan ambos ovarios (ooforectomía bilateral) finaliza los periodos menstruales y causa la menopausia.
Cirugía de extirpación del útero: la intervención quirúrgica en la que se extirpa el útero (histerectomía) finaliza los periodos menstruales, pero no causa la mayor parte de los demás síntomas de la menopausia, siempre y cuando los ovarios funcionen.
Toxinas: el tabaco es un ejemplo.
Si la causa es un trastorno que otorga un cromosoma Y, el riesgo de cáncer de ovarios aumenta.
Síntomas de la menopausia prematura
Algunas mujeres pueden no presentar síntomas, excepto por el hecho de que los periodos menstruales se vuelven más leves o irregulares o cesan del todo (amenorrea). Otras mujeres tienen infertilidad o presentan los mismos síntomas que se asocian a la menopausia normal (la que aparece alrededor de los 51 años de edad), como sofocos, sudores nocturnos o cambios de humor.
Las mujeres pueden tener síntomas del trastorno que causó la menopausia prematura. Por ejemplo, si la causa es el síndrome de Turner, pueden presentar anomalías físicas o cognitivas.
Si la menopausia prematura está causada por un proceso autoinmunitario, la mujer también puede sufrir otros trastornos autoinmunitarios. como tiroiditis, vitíligo, miastenia grave y enfermedad de Addison (insuficiencia suprarrenal). La enfermedad de Addison puede ser mortal.
La falta de estrógenos puede dar lugar a una disminución de la densidad ósea (osteoporosis) y al adelgazamiento y la sequedad de la mucosa de la vagina (atrofia vaginal). El riesgo de sufrir otras enfermedades (como depresión, ansiedad, enfermedad de Parkinson, demencia y arteriopatía coronaria) puede aumentar.
Diagnóstico de menopausia prematura
Prueba de embarazo
Determinación de los niveles hormonales
Pruebas adicionales para identificar la causa
A veces, pruebas genéticas y análisis cromosómico
Los médicos sospechan menopausia prematura cuando una mujer menor de 40 años presenta síntomas de menopausia, tiene pocos periodos o ninguno o no puede quedarse embarazada.
Se realiza una prueba de embarazo para descartarlo como causa de la interrupción de los periodos. A continuación se miden las concentraciones de estrógeno y de hormona foliculoestimulante (que estimula la producción de estrógeno y progesterona por parte de los ovarios). Es posible que sea necesario repetir estas mediciones semanalmente durante varias semanas para confirmar el diagnóstico de menopausia prematura.
A veces se realizan pruebas adicionales para ayudar a identificar la causa de la menopausia prematura o de trastornos asociados, a fin de evaluar los riesgos para la salud y recomendar un tratamiento. Por ejemplo, si los médicos sospechan que la mujer también sufre tiroiditis (un trastorno autoinmunitario), miden las concentraciones de hormona tiroidea en sangre.
Si la mujer presenta discapacidad cognitiva, temblor o pérdida del equilibrio (ataxia), tiene un pariente cercano con menopausia prematura o si es menor de 35 años, se indican pruebas y asesoramiento genético.
Puede hacerse un análisis de sangre para determinar los niveles de hormona antimülleriana (que se produce en los ovarios) y evaluar así cómo funcionan los ovarios y estimar las posibilidades de que una mujer pueda quedar embarazada después del tratamiento con medicamentos para la fertilidad.
Se puede medir la densidad ósea para descartar osteoporosis.
Tratamiento de la menopausia prematura
Anticonceptivos orales combinados (estrógenos y un progestágeno) o terapia hormonal para la menopausia
Si se desea el embarazo, fertilización in vitro
Si una mujer con menopausia prematura no desea quedarse embarazada, se le administra uno de los tratamientos siguientes:
Píldoras anticonceptivas o un parche que contiene estrógenos y un progestágeno (anticonceptivos orales combinados)
Terapia hormonal para la menopausia (también llamada terapia de reemplazo hormonal) que contiene un estrógeno y un progestágeno (una forma sintética de la hormona femenina progesterona) o progesterona
Estos tratamientos se toman normalmente hasta los 51 años (la edad promedio de la menopausia). Luego, los médicos deciden si continúan los tratamientos según las circunstancias individuales de la mujer.
El estrógeno ayuda a aliviar los síntomas y ayuda a prevenir otros efectos de la menopausia (como la sequedad vaginal y los cambios de humor). También ayuda a mantener la densidad ósea (para prevenir la osteoporosis). Debido a que tomar solo estrógenos aumenta el riesgo de cáncer de la mucosa uterina (cáncer de endometrio), la mayoría de las mujeres deben también tomar un progestágeno o progesterona con los estrógenos, a fin de obtener una mayor protección contra este cáncer. Las mujeres que se han sometido a una histerectomía (extirpación del útero) no necesitan tomar ni progestina ni progesterona.
Si una mujer con menopausia prematura desea quedarse embarazada, los médicos pueden recomendar la fecundación in vitro (tubo de ensayo) utilizando los óvulos de otra mujer (óvulos de una donante). Estos óvulos se implantan en el útero después de haber sido fecundados en el laboratorio. Esta técnica proporciona a las mujeres con menopausia prematura un 50% de probabilidades (a veces incluso más) de quedarse embarazadas. En caso contrario, la probabilidad de quedarse embarazada es de alrededor del 5 al 10%.