Perforación traumática de la membrana timpánica

PorTaha A. Jan, MD, Vanderbilt University Medical Center
Revisado/Modificado ene 2024
Vista para pacientes

La perforación traumática de la membrana timpánica puede causar dolor, hemorragia, hipoacusia, acúfenos y vértigo. El diagnóstico se basa en la otoscopia. A menudo, es innecesario el tratamiento. Pueden ser necesarios antibióticos para prevenir o tratar la infección. La cirugía puede ser necesaria para tratar las perforaciones que persisten > 2 meses, cuando hay alteración de la cadena de huesecillos, o lesiones que afectan el oído interno.

Las causas traumáticas de perforación de la membrana timpánica incluyen

  • Introducción de objetos en el conducto auditivo de manera intencional (p. ej., hisopos de algodón) o accidental

  • La conmoción causada por una explosión o un golpe con la mano abierta en el oído

  • Traumatismo craneoencefálico (con o sin fractura basilar)

  • Fractura del hueso temporal

  • Presión negativa súbita (p. ej., aspiración fuerte aplicada al conducto auditivo)

  • Barotraumatismo (p. ej., durante un viaje en avión o submarinismo)

  • Perforación iatrogénica por instrumentación durante la irrigación o la extracción de un cuerpo extraño o cera

Las lesiones penetrantes de la membrana timpánica pueden producir luxaciones en la cadena de huesecillos, fractura de la plataforma del estribo, desplazamiento de fragmentos de los huesecillos, hemorragias, una fístula perilinfática desde la ventana oval o redonda que determina la filtración de perilinfa en el espacio del oído medio o una lesión del nervio facial.

Síntomas y signos de la perforación traumática

La perforación traumática de la membrana timpánica causa dolor súbito e intenso seguido por hemorragia del oído, hipoacusia de conducción y acúfenos. La hipoacusia es más intensa si se altera la cadena de huesecillos o se lesiona el oído interno. El vértigo sugiere lesión del oído interno. La otorrea purulenta puede comenzar en 24 a 48 horas, sobre todo si entra agua en el oído medio.

Diagnóstico de la perforación traumática de la membrana timpánica

  • Otoscopia

  • Audiometría

La perforación suele ser evidente durante la otoscopia. Cualquier sangre que oscurezca el conducto auditivo es cuidadosamente aspirada a bajas presiones. Deben evitarse la irrigación y la otoscopia neumática. Las perforaciones extremadamente pequeñas pueden requerir otomicroscopia o estudios de impedancia del oído medio para el diagnóstico definitivo (p. ej., si las perforaciones no se cierran). Si es posible, se deben realizar estudios audiométricos antes y después del tratamiento para evitar la confusión entre hipoacusia inducida por traumatismo o por tratamiento.

Los pacientes con hipoacusia marcada o vértigo intenso son evaluados por un otorrinolaringólogo tan rápido como sea posible. La exploración puede ser necesaria para evaluar y reparar el daño. Los pacientes con un defecto grande de la membrana timpánica también deben ser evaluados, ya que puede ser necesario reposicionar los colgajos desplazados.

Tratamiento de la perforación traumática

  • Precauciones para el oído seco

  • Antibióticos tópicos para las lesiones contaminadas

  • En ocasiones cirugía

A menudo no se necesita ningún tratamiento específico aparte de mantener las precauciones para el oído seco. Las precauciones para mantener el oído seco incluyen la oclusión del conducto auditivo externo (p. ej., el uso de una bola de algodón cubierta con vaselina) durante el baño y las duchas y evitar la natación. La administración sistemática de gotas óticas antibióticas no es necesaria. Sin embargo, la profilaxis con gotas óticas antibióticas es necesaria si existe la posibilidad de que contaminantes hayan ingresado a través de la perforación, como sucede en las lesiones sucias.

Aunque casi todas las perforaciones cierran espontáneamente, la cirugía está indicada en caso de perforación que persiste > 2 meses. La hipoacusia de conducción persistente sugiere alteración de la cadena de huesecillos, que necesita exploración y reparación quirúrgica.

Si el oído se infecta, puede administrarse amoxicilina en dosis de 500 mg por vía oral cada 8 horas durante 7 días; sin embargo, el tratamiento tópico tradicional con gotas de fluoroquinolona (ciprofloxacina u ofloxacina) es suficiente. Las gotas para los oídos que contienen aminoglucósidos (p. ej., neomicina, tobramicina) o polimixina no deben prescribirse para pacientes con una membrana timpánica perforada o un tubo de timpanostomía debido a la ototoxicidad potencial.

Conceptos clave

  • Muchas perforaciones son pequeños y se curan de forma espontánea.

  • Indique a los pacientes que mantengan el oído seco durante la curación; los antibióticos tópicos o sistémicos son innecesarios a menos que la contaminación sea significativa o se desarrolle una infección.

  • Reparar quirúrgicamente el daño a los huesecillos y las perforaciones que persiste > 2 meses.

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