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Generalidades sobre la función y la disfunción sexual masculina

PorMasaya Jimbo, MD, PhD, Thomas Jefferson University Hospital
Revisado/Modificado sept 2024
Vista para pacientes

Hay 4 componentes principales de la función sexual masculina:

  • Libido

  • Erección

  • Emisión/eyaculación

  • Orgasmo

La disfunción sexual es un problema con cualquiera de estos componentes que interfiere con el interés o la capacidad del paciente de tener relaciones sexuales. Muchos fármacos y numerosos trastornos físicos y psicológicos afectan la función sexual.

Libido

La libido es el componente consciente de la función sexual. La disminución de la libido se manifiesta como una falta de interés sexual o una reducción en la frecuencia e intensidad de los pensamientos sexuales, ya sea espontáneos o en respuesta a estímulos eróticos. La libido es sensible a la concentración de testosterona, así como a la nutrición general, la salud y los efectos de los medicamentos..

Las causas comunes de disminución de la libido incluyen: hipogonadismo (deficiencia de testosterona), enfermedad renal crónica, problemas de relación, depresión, estrés y diabetes, entre otros. La deficiencia de testosterona es muy común en los hombres mayores, con una prevalencia de entre 40 y 50% (1, 2). Sin embargo, este trastorno es fácilmente tratable con el uso de terapia de reemplazo o reposición de testosterona (3).

Los fármacos que potencialmente disminuyen la libido incluyen a los antagonistas débiles de los receptores de andrógenos (p. ej., espironolactona, cimetidina), los agonistas de la hormona liberadora de hormona luteinizante (LHRH) (p. ej., leuprolida, goserelina, buserelina) y los antagonistas (p. ej., degarelix) que se usan para tratar el cáncer de próstata, los antiandrógenos utilizado para tratar el cáncer de próstata (p. ej., flutamida, bicalutamida), los inhibidores de la 5-alfa-reductasa (p. ej., finasterida, dutasterida) utilizados para tratar la hiperplasia prostática benigna, algunos antihipertensivos, y prácticamente todos los fármacos que actúan en el sistema nervioso central (p. ej., ISRS, antidepresivos tricíclicos, antipsicóticos) (4). La pérdida de la libido por acción de los ISRS o los antidepresivos tricíclicos a menudo puede revertirse con la administración conjunta de bupropión o trazodona.

Erección

La erección es una respuesta neurovascular a ciertos estímulos psicológicos o táctiles. La respuesta eréctil está mediada por aferencias corticales superiores y un reflejo parasimpático sacro. El impulso nervioso viaja a través de los nervios cavernosos, que atraviesan la cara posterolateral de la próstata. Al llegar a la vasculatura del pene, estas fibras nerviosas no adrenérgicas no colinérgicas liberan óxido nítrico, un gas. El óxido nítrico difunde en las células del músculo liso arterial del pene, causando una mayor producción de guanosinmonofosfato cíclico (cGMP), que relaja las arterias del músculo liso permitiendo así una mayor circulación hacia los cuerpos cavernosos. A medida que los cuerpos se llenan de sangre, aumenta la presión intracavernosa, que comprime las vénulas circundantes causando oclusión venosa y disminución del flujo venoso. La mayor afluencia de sangre y la disminución del flujo de salida aumentan aún más la presión intracavernosa, contribuyendo a la erección. Muchos factores afectan la capacidad de tener una erección (véase Disfuncion erectil).

Hay 2 tipos de erección que los hombres pueden experimentar: psicógena y reflexógena. La erección psicógena se produce como resultado de la excitación dentro del cerebro del paciente a partir de la información visual o auditiva y la imaginación. La erección reflexógena se produce como resultado directo de la estimulación física genital. Aunque en la mayoría de los hombres los dos tipos de erección coexisten y ocurren simultáneamente, es posible que la erección psicógena se desarrolle en ausencia de estimulación genital y que la erección reflexógena se desarrolle en ausencia de estimulación cerebral. Estos 2 tipos de erección están mediados por diferentes vías nerviosas. La erección psicógena depende de la función neurológica intacta en los niveles de la médula espinal T11 a L2, mientras que la erección reflexógena depende de la función en los niveles espinales S2 a S4. Por lo tanto, lesiones específicas de la médula espinal pueden afectar la erección (5). Por ejemplo, los hombres con lesión medular completa por encima de T11 no suelen experimentar erecciones psicógenas, pero aún pueden experimentar erecciones reflexógenas en respuesta a la estimulación genital directa.

Emisión, eyaculación y orgasmo

La emisión se refiere al depósito de líquido preeyaculatorio en la uretra prostática.

La eyaculación se refiere a la expulsión real de líquido seminal fuera del meato uretral.

La estimulación nerviosa de los receptores alfa-adrenérgicos en los anexos masculinos (p. ej. el pene, los testículos, el perineo, la próstata, las vesículas seminales) provoca contracciones del epidídimo, los conductos deferentes, las vesículas seminales y la próstata, que transportan el semen a la uretra posterior (emisión). Luego, las contracciones rítmicas de los músculos del suelo pelviano producen la excreción pulsátil del líquido seminal acumulado (eyaculación). Al mismo tiempo, el cuello vesical se cierra para impedir la eyaculación retrógrada de semen en la vejiga.

El orgasmo es la sensación placentera que se experimenta en el cerebro, generalmente en forma simultánea con la eyaculación. Esto también se asocia con contracciones musculares rítmicas e involuntarias dentro de la región pélvica. La anorgasmia puede ser un fenómeno físico debido a la disminución de la sensibilidad del pene (p. ej., por neuropatías) o un fenómeno neuropsicológico debido a trastornos psiquiátricos o fármacos psicoactivos.

Disfunción eyaculatoria

La disfunción eyaculatoria puede clasificarse de manera general en 2 tipos:

  • Disminución de la capacidad de producir eyaculación (eyaculación retrógrada, aneyaculación)

  • Tiempo anormal de eyaculación (eyaculación precoz, eyaculación tardía)

La disminución de la capacidad de eyacular suele deberse a edad avanzada, enfermedades o causas iatrogénicas, mientras que el momento anormal de la eyaculación se relaciona más a menudo con factores psicológicos.

La eyaculación retrógrada puede tener múltiples causas. La neuropatía por diabetes mellitus y ciertos medicamentos como los bloqueantes alfa, p. ej., la tamsulosina empleada para la hiperplasia prostática benigna puede causar alteración de la relajación del esfínter uretral, y los procedimientos quirúrgicos para tratar la hiperplasia prostática benigna, como la resección transuretral de la próstata (RTU), puede causar eyaculación retrógrada iatrogénica permanente.

La aneyaculación puede ser causada por obstrucción del tracto seminal, disfunción neurológica, lesión, radiación o cirugía. Una causa clásica de aneyaculación es la prostatectomía radical para el cáncer de próstata, en la que se resecan las vesículas seminales y, en consecuencia, se elimina la producción de semen.

La eyaculación precoz se define como aquella que se produce antes de lo deseado por el hombre o su pareja, y que causa estrés a ambos. Suele estar causada por la falta de experiencia sexual, ansiedad u otros factores psicológicos más que por enfermedades. Puede tratarse con éxito mediante anestésicos tópicos, terapia sexual, antidepresivos tricíclicos e inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina.

La eyaculación tardía a menudo se relaciona con factores psicológicos, pero la disfunción eréctil y ciertos medicamentos (p. ej., inhibidores de la recaptación de serotonina) también pueden contribuir a su aparición. El tratamiento de la disfunción eréctil subyacente y la terapia psicosexual son los pilares del tratamiento. Algunos medicamentos se usan para tratar la eyaculación tardía (p. ej., cabergolina y bupropión) (6).

Referencias

  1. 1. Mulligan T, Frick MF, Zuraw QC, et al: Prevalence of hypogonadism in males aged at least 45 years: The HIM study. Int J Clin Pract 60(7):762-769, 2006. doi: 10.1111/j.1742-1241.2006.00992.x

  2. 2. Harman SM, Metter EJ, Tobin JD, et al; Baltimore Longitudinal Study of Aging. Longitudinal effects of aging on serum total and free testosterone levels in healthy men. J Clin Endocrinol Metab 86(2):724-731, 2001. doi: 10.1210/jcem.86.2.7219

  3. 3. Rastrelli G, Guaraldi F, Reismann Y, et al: Testosterone replacement therapy for sexual symptoms. Sex Med Rev 7(3):464-475, 2019. doi: 10.1016/j.sxmr.2018.11.005

  4. 4. Balon R: Medications and sexual function and dysfunction. J Lifelong Learning Psychiatry 7(4). Published online. October 2009.

  5. 5. Stoffel JT, Van der Aa F, Wittmann D, et al: Fertility and sexuality in the spinal cord injury patient. World J Urol 36(10):1577-1585, 2018. doi: 10.1007/s00345-018-2347-y

  6. 6. Sadowski DJ, Butcher MJ, Köhler TS: A review of pathophysiology and management options for delayed ejaculation. Sex Med Rev 4(2):167-1676, 2016. doi: 10.1016/j.sxmr.2015.10.006

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