La anorexia o pérdida del apetito es común entre los pacientes terminales.
Las medidas que pueden aumentar la ingesta oral incluyen
Usar horarios de alimentación flexibles
Alimentando lentamente
Ofrecer pequeñas porciones, alimentos favoritos o aquellos muy sabrosos
Ciertos antidepresivos, el acetato de megestrol y el dronabinol pueden estimular el apetito. La metoclopramida mejora el vaciado gástrico, pero puede tardar 1 a 2 semanas para alcanzar su efectividad pico.
La demencia avanzada finalmente produce imposibilidad de comer; a veces los pacientes afectados reciben nutrición enteral. Sin embargo, no se dispone de pruebas convincentes de que la nutrición enteral prolongue la vida, proporcione comodidad, mejore la funcionalidad o evite complicaciones (p. ej. aspiración, lesiones por presión).
Tanto la nutrición enteral como la parenteral causan molestias y por lo general no están indicadas para pacientes moribundos o incapaces de comer a causa de su demencia. El soporte nutricional puede ser difícil para la familia, pero ellos deben comprender que los pacientes en general se siente más cómodos comiendo y bebiendo lo que les gusta. Traguitos de agua y líquidos fáciles de tragar pueden ayudar. Los cuidados de apoyo, incluida una buena higiene bucal (p. ej., cepillado de dientes, humedecer al cavidad bucal con gasas o hielo, humectantes de labios), pueden darle comodidad física y psicológica a los pacientes y a los miembros de la familia que brindan la atención. Se debe alentar a los pacientes a ingresar a un programa de cuidados paliativos, que puede proporcionar el apoyo necesario.
La psicoterapia puede ayudar a la familia que lucha contra la ansiedad de usar un apoyo nutricional invasivo (véase Nutrición parenteral y Nutrición enteral). Los médicos que se ocupan de cuidados paliativos están específicamente capacitados para consolar a los pacientes y sus familiares; se recomienda la consulta temprana con un equipo de cuidados paliativos.