La mayor parte del flúor (F) se halla en los huesos y los dientes. El fluoruro (la forma iónica del flúor) está ampliamente distribuido en la naturaleza. La fuente más importante es el agua potable fluorada.
La deficiencia de flúor puede causar caries dentales y, probablemente, osteoporosis. La fluoración del agua que contiene < 1 parte por millón (lo ideal) disminuye la incidencia de caries dentales. Si un niño bebe en forma regular agua que no está fluorada, pueden prescribirse suplementos orales con flúor. El flúor aplicado en los dientes (barniz de flúor) puede ayudar a reducir las caries en la primera infancia en áreas del mundo donde el acceso a la pasta dental con fluoruro o a la fluoración no son tan sencillos.
(Véase también Generalidades sobre deficiencia e intoxicación por minerales.)