El hierro (Fe) es un componente de la hemoglobina, la mioglobina y muchas enzimas del organismo. El hierro hemo se encuentra principalmente en productos de origen animal. Se absorbe mucho mejor que el hierro no hemo (p. ej., en plantas y granos). El hierro no hemo representa > 85% del hierro en la dieta promedio. Sin embargo, la absorción del hierro no hemo aumenta cuando se consume con proteínas de origen animal y con vitamina C.
(Véase también Generalidades sobre deficiencia e intoxicación por minerales.)
La deficiencia del hierro es una de las deficiencias de minerales más frecuentes en todo el mundo. Las causas pueden ser las siguientes:
Ingestión inadecuada de hierro, frecuente en lactantes, niñas adolescentes y mujeres embarazadas
Malabsorción (p. ej., enfermedad celíaca)
Sangrado crónico, incluyendo menstruaciones abundantes y sangrado de lesiones gastrointestinales (p. ej., tumores)
El sangrado crónico por cáncer de colon es una causa grave en personas de mediana edad y en los adultos mayores.
La deficiencia de hierro y la anemia por deficiencia de hierro son comunes entre los corredores de élite y los atletas de triatlón (1).
La enfermedad renal crónica y la enfermedad inflamatoria intestinal también se asocian con deficiencia de hierro. En los pacientes con enfermedad renal crónica, incluidos aquellos en hemodiálisis y con enfermedad inflamatoria intestinal u otras enfermedades inflamatorias crónicas, la síntesis hepática de la hormona hepcidina está aumentada, lo que interfiere con la absorción de hierro y conduce a deficiencia de hierro. Sin embargo, la inflamación crónica también aumenta el hierro sérico al disminuir el uso de hierro para la síntesis de glóbulos rojos y, por lo tanto, causa anemia de la enfermedad crónica y complica la evaluación del estado del hierro.
Cuando la deficiencia de hierro está avanzada, se desarrolla anemia microcítica.
Además de la anemia, la deficiencia de hierro puede causar pica (deseo de comer elementos que no son alimentos) y "uñas en cuchara", y se asocia con el síndrome de las piernas inquietas. En raras ocasiones, la deficiencia de hierro causa disfagia por una membrana esofágica poscricoidea.
La deficiencia de hierro puede exacerbar algunos tipos de insuficiencia cardíaca; en tales casos, los pacientes pueden beneficiarse con la reposición de hierro (2).
Para el diagnóstico de deficiencia de hierro, debe realizarse un hemograma completo, medir los niveles séricos de ferritina y de hierro y, de ser posible, la saturación de la transferrina (capacidad de unión al hierro). En los estados de deficiencia, los niveles de hierro y ferritina tienden a ser bajos, y la capacidad de fijación del hierro tiende a ser alta (3).
En raras ocasiones, cuando el diagnóstico de deficiencia de hierro sigue siendo incierto, es posible que sea necesario examinar la médula ósea en busca de hierro.
El tratamiento de la deficiencia de hierro implica corregir la causa si es posible (p. ej., tratamiento de un tumor intestinal sangrante). Todas las personas con deficiencia de hierro moderada a grave y algunas con deficiencia leve requieren suplemento de hierro.
Referencias generales
1. Coates A, Mountjoy M, Burr J: Incidence of iron deficiency and iron deficient anemia in elite runners and triathletes. Clin J Sport Med 27:493–4986, 2017. doi: 10.1097/JSM.0000000000000390
2.Kalra PR, Cleland JGF, Petrie MC, et al: Intravenous ferric derisomaltose in patients with heart failure and iron deficiency in the UK (IRONMAN): An investigator-initiated, prospective, randomised, open-label, blinded-endpoint trial. Lancet 400 (10369): 2199–2209, 2022. doi: 10.1016/S0140-6736(22)02083-9 Epub 2022 Nov 5.
3. Snook J, Bhala N, Beales ILP, et al: British Society of Gastroenterology guidelines for the management of iron deficiency anaemia in adults. Gut 70 (11):2030–2051, 2021. doi: 10.1136/gutjnl-2021-325210 Epub 2021 Sep 8.