Las infecciones por uno de los diversos adenovirus pueden ser asintomáticas o causar síndromes específicos, como infecciones respiratorias leves, queratoconjuntivitis, gastroenteritis, cistitis o neumonía primaria. El diagnóstico es clínico. El tratamiento es sintomático.
Los adenovirus son virus DNA que se clasifican de acuerdo con la presencia de 3 antígenos mayores en la cápside (hexona, pentona y fibra). Hay 7 especies de adenovirus humanos (A a G) y 57 serotipos. Los diferentes serotipos están asociados con distintas enfermedades.
En general, la infección se contrae por el contacto con secreciones respiratorias (incluso en dedos de pacientes infectados) de una persona infectada o con un objeto contaminado (p. ej., toallas, instrumentos). La infección puede ser transmitida por el aire o por el agua (p. ej., contraída al nadar en lagos o en piscinas sin el cloro adecuado). La descamación viral asintomática respiratoria o gastrointestinal puede continuar durante varios meses o incluso durante años.
Signos y síntomas de las infecciones por adenovirus
En los huéspedes inmunocompetentes, la mayoría de las infecciones por adenovirus son asintomáticas. Cuando las infecciones son sintomáticas, se puede presentar un amplio espectro de manifestaciones clínicas porque la mayoría de los adenovirus que causan enfermedad leve tienen afinidad por una variedad de tejidos.
La mayoría de las infecciones sintomáticas ocurren en niños y causan fiebre y síntomas respiratorios de las vías superiores, como faringitis, otitis media, tos y amigdalitis exudativa con adenopatía cervical, que puede ser difícil de distinguir de la faringitis estreptocócica del grupo A. Los adenovirus tipos 3 y 7 causan un síndrome caracterizado por conjuntivitis, faringitis y fiebre (fiebre faringoconjuntival).
La queratoconjuntivitis epidémica es algunas veces grave y, esporádicamente, puede provocar epidemias. La conjuntivitis suele ser bilateral y suelen palparse adenopatías preauriculares. También pueden identificarse quemosis, dolor y lesiones corneales punteadas visibles con tinción de fluoresceína. Los signos y síntomas sistémicos son leves o están ausentes. La queratoconjuntivitis epidémica suele resolverse en 3 o 4 semanas, aunque las lesiones corneales pueden persistir mucho más tiempo.
De forma muy poco frecuente, algunos síndromes por adenovirus, que se detectan en lactantes, pueden manifestarse con bronquiolitis grave y neumonía.
En poblaciones de adultos jóvenes que viven en congregaciones (p. ej., personal militar) pueden producirse brotes de enfermedad respiratoria; los síntomas consisten en fiebre y síntomas del tracto respiratorio inferior, en general traqueobronquitis, pero en ocasiones neumonía.
Se han producido grupos de casos de enfermedades respiratorias graves causadas por adenovirus específicos (en particular los tipos 7, 14 y 55) en adultos sanos.
Las infecciones por adenovirus son cada vez más reconocidas como causa de enfermedades respiratorias graves y otras enfermedades clínicas en adultos inmunocomprometidos.
Los síndromes adenovirales no respiratorios incluyen cistitis hemorrágica, diarrea en lactantes, hepatitis, y meningoencefalitis.
La mayoría de los pacientes se recuperan completamente. Incluso la neumonía primaria grave por adenovirus no es mortal, salvo en casos fulminantes inusuales, sobre todo en lactantes, militares y pacientes inmunodeficientes.
Diagnóstico de las infecciones por Adenovirus
Anamnesis y examen físico
Para la enfermedad grave, pruebas de reacción en cadena de la polimerasa (RCP) en secreciones respiratorias y sangre
El diagnóstico de adenovirus con pruebas de laboratorio rara vez afecta el manejo. Durante la enfermedad aguda, el virus puede aislarse de las secreciones respiratorias y oculares y con frecuencia se encuentra en las heces y la orina. Un aumento de 4 veces en el título de anticuerpos séricos puede indicar una infección adenoviral reciente, pero tiene escasa utilidad clínica.
Las pruebas de PCR pueden detectar el DNA del adenovirus en las secreciones respiratorias y en la sangre y son útiles cuando los pacientes tienen una enfermedad grave y se necesita un diagnóstico.
Tratamiento de las infecciones por adenovirus
Tratamiento sintomático
El tratamiento de las infecciones por adenovirus está dirigido a los síntomas y consiste en medidas de apoyo. No se ha demostrado la eficacia de ningún agente antiviral, aunque el cidofovir puede proporcionar la mayor probabilidad de eficacia antiviral (1).
Referencia del tratamiento
1. Florescu DF, Schaenman JM; AST Infectious Diseases Community of Practice. Adenovirus in solid organ transplant recipients: Guidelines from the American Society of Transplantation Infectious Diseases Community of Practice. Clin Transplant. 2019;33(9):e13527. doi:10.1111/ctr.13527
Prevención de las infecciones por adenovirus
Las vacunas con adenovirus vivos tipos 4 y 7, administradas por vía oral en una cápsula con cubierta entérica, pueden prevenir la mayoría de las enfermedades causadas por estos dos tipos. La vacuna no estuvo disponible durante varios años, pero se reintrodujo en 2011. Sin embargo, en los Estados Unidos, únicamente está disponible para el personal militar. Se puede administrar a pacientes de 17 a 50 años de edad, y no debe aplicarse a embarazadas o mujeres que están amamantando.
Los adenovirus son resistentes a muchos desinfectantes comunes; se recomiendan productos a base de lejía que contengan de 2000 a 5000 ppm de cloro, tales como los antimicrobial products effective against norovirus (productos antimicrobianos eficaces contra los norovirus) recomendados por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA). En Estados Unidos, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) ofrecen recomendaciones específicas para disinfecting ophthalmologic equipment (desinfección del instrumental oftalmológico) a fin de prevenir la queratoconjuntivitis epidémica.
Conceptos clave
Los adenovirus se pueden diseminar a través del contacto con secreciones de una persona infectada o por el contacto con un objeto contaminado.
La mayoría de las infecciones son leves; las manifestaciones (p. ej., fiebre, síntomas respiratorios superiores e inferiores, faringitis, conjuntivitis) varían ampliamente según el serotipo.
La enfermedad grave ocurre principalmente en lactantes y pacientes inmunocomprometidos, pero ocasionalmente se identifica en adultos sanos.
El tratamiento es sintomático.
Una vacuna oral puede reducir la incidencia de enfermedades respiratorias inferiores, pero solo está disponible para el personal militar.