Los cuerpos extraños alojados en la córnea provocan abrasiones corneales que producen dolor y enrojecimiento y que pueden derivar en infecciones incluso cuando son retirados. La mayor parte de estas lesiones son leves.
(Véase también Introducción a las lesiones oculares.)
La mayor parte de las lesiones oculares afectan a la superficie de la cúpula transparente situada en parte frontal del ojo (córnea) son
Arañazos (abrasiones)
Cuerpos extraños (objetos)
Alrededor de una cuarta parte de las personas que acuden a un servicio de urgencias quejándose de dolor ocular sufren una abrasión corneal.
Causas de las abrasiones corneales y cuerpos extraños corneales
Las partículas son la causa frecuente de abrasiones corneales. Las partículas se pueden dispersar a través de explosiones, del viento o al trabajar con herramientas (por ejemplo, amoladoras, sierras, martillos, taladros o herramientas rotativas con un mecanismo de metal sobre metal). Las lentes de contacto son una causa frecuente de abrasiones corneales. La mala adaptación de las lentes, su utilización pese a que los ojos no tengan la lubricación óptima, lavarlas de forma incompleta y no eliminar las partículas adheridas, emplearlas durante demasiado tiempo, el uso inadecuado durante el sueño o una manipulación descuidada y brusca al desprenderlas de la superficie ocular pueden dar como resultado la aparición de rasguños en la superficie de los ojos. Otra causa frecuente de abrasiones son
La caída de escombros o de ramas de árbol
Uñas de los dedos
Cepillos para el cabello
Aplicadores de maquillaje
La mayor parte de las abrasiones corneales se curan sin que se haya desarrollado previamente una infección (como una conjuntivitis o una úlcera corneal), pero las que están relacionadas con lentes de contacto o contaminadas por material vegetal o tierra (por ejemplo, las resultantes de las lesiones causadas por la rama de un árbol) se infectan con más facilidad.
Síntomas de las abrasiones corneales y cuerpos extraños corneales
Las abrasiones corneales y los cuerpos extraños generalmente producen dolor, lagrimeo y sensación de tener algo en el ojo. También pueden provocar enrojecimiento (debido a la dilatación de los vasos sanguíneos de la superficie ocular) o bien, de manera ocasional, inflamación del ojo y del párpado. Algunas veces aparece vista borrosa. La luz puede originar espasmos dolorosos en el músculo que contrae la pupila.
Las lesiones que penetran en el interior del ojo (cuerpos extraños intraoculares) pueden causar síntomas similares. Si un cuerpo extraño penetra en el interior del ojo, puede aparecer líquido ocular.
Diagnóstico de abrasiones corneales y cuerpos extraños corneales
Evaluación médica
El diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado de las abrasiones corneales y los cuerpos extraños puede ayudar a prevenir infecciones de la córnea (úlcera corneal), una infección en el interior del ojo (endoftalmitis) o una inflamación del iris (iridociclitis), que ponen en riesgo la visión. El diagnóstico se basa en los síntomas, las circunstancias en las que se ha producido la lesión y el examen físico.
Tratamiento de las abrasiones corneales y cuerpos extraños corneales
Extracción de cuerpos extraños
Antibióticos
Alivio del dolor
Cuerpos extraños corneales
Antes de extirpar un cuerpo extraño corneal, el médico suele adormecer la superficie del ojo con una gota de anestésico (como la proparacaína). El médico también administra al ojo gotas oftálmicas con colorante (fluoresceína) que brilla cuando se somete a un tipo especial de luz, haciendo que los objetos alojados en la superficie y las abrasiones sean más visibles. Con el uso de una lámpara de hendidura o de otro instrumento de aumento, se puede retirar cualquier cuerpo extraño restante. A menudo es posible extraer el cuerpo extraño empleando una torunda de algodón estéril húmeda o irrigando con agua estéril. Si la persona es capaz de mirar fijamente, los cuerpos extraños que no pueden extraerse fácilmente con una torunda de algodón, se pueden retirar con una aguja hipodérmica estéril o un instrumento especial, sin causar dolor.
Al extraer cuerpos extraños de hierro o acero, estos pueden dejar un anillo de óxido, para cuya eliminación se requiere el empleo de una aguja hipodérmica estéril o una fresa estéril rotatoria de baja velocidad (un pequeño instrumento quirúrgico con una diminuta superficie que gira, tritura y perfora la superficie).
A veces, un cuerpo extraño queda atrapado debajo del párpado superior. Se le tiene que dar la vuelta al párpado (un procedimiento indoloro llamado eversión) para retirar el cuerpo extraño. También se puede frotar suavemente una torunda de algodón estéril sobre el interior del párpado para eliminar las partículas minúsculas que pueden no ser visibles.
Abrasiones corneales
El tratamiento para las abrasiones corneales es similar en ambos casos, tanto si se ha sido necesaria la extracción de un cuerpo extraño como si no. Generalmente, durante unos días, para evitar la infección, se administra una pomada antibiótica (por ejemplo, bacitracina con polimixina B). Las abrasiones extensas pueden requerir tratamiento adicional. Si la persona es sensible a la luz, la pupila se mantiene dilatada con el uso de unas gotas oculares ciclopéjicas (como el ciclopentolato o la homatropina). Este colirio evita la aparición de espasmos dolorosos en el músculo que contrae la pupila.
El dolor se puede tratar con medicamentos orales como el paracetamol (acetaminofeno) o, en ocasiones, con analgésicos recetados. Las gotas de diclofenaco o ketorolaco se suministran para ayudar a aliviar el dolor, pero se debe tener cuidado ya que estos fármacos podrían, raramente, causar complicaciones tales como un tipo de cicatrización de la córnea (fusión de la córnea). Los anestésicos que se aplican directamente sobre el ojo, aunque alivian el dolor de manera eficaz, no deben emplearse después de la valoración y el tratamiento ya que dificultan el proceso de curación.
Los parches oculares incrementan el riesgo de infecciones y generalmente no se usan, sobre todo en el caso de abrasiones producidas por el uso de lentes de contacto o por la presencia de un objeto que puede estar contaminado con tierra o material vegetal.
Pronóstico de las abrasiones corneales y de los cuerpos extraños corneales
Afortunadamente, las células superficiales del ojo se regeneran con rapidez. Incluso las abrasiones corneales graves suelen curarse en un periodo de 1 a 3 días. No debe usarse la lente de contacto durante 5 días después de que la abrasión se haya curado. Un examen de seguimiento realizado por un oftalmólogo (un médico especializado en la evaluación y el tratamiento, quirúrgico y no quirúrgico, de los trastornos oculares) 1 o 2 días después de la lesión es prudente, pero el plazo puede variar en función del tamaño y la gravedad de la lesión.