Quemaduras en los ojos

PorAnn P. Murchison, MD, MPH, Wills Eye Hospital
Revisado/Modificado may 2022 | Modificado sept 2022
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Las quemaduras oculares pueden ocurrir después de lesiones relacionadas con el calor o las sustancias químicas y pueden provocar complicaciones graves, incluida la ceguera permanente.

(Véase también Introducción a las lesiones oculares.)

Los párpados se cierran con rapidez como reacción refleja para proteger al ojo ante cualquier daño. No obstante, a veces los productos químicos irritantes o nocivos alcanzan la superficie ocular, originando quemaduras químicas.

Las quemaduras químicas más peligrosas son las producidas por álcalis y ácidos fuertes. Las quemaduras por sustancias alcalinas tienden a ser más graves que las quemaduras por sustancias ácidas. Las sustancias alcalinas incluyen sosa cáustica y se encuentran más comúnmente en productos de cal, hormigón, yeso y mortero, limpiadores de horno y desatascadores, detergente para lavavajillas y fertilizantes. Las quemaduras pueden producirse por líquidos que salpican o, de manera menos frecuente, por material en polvo que, disuelto en el aire, alcanza los ojos.

Las quemaduras químicas graves que afectan a la cúpula transparente de la superficie ocular (córnea), especialmente las lesiones por álcalis, pueden conducir a la lesión cicatricial, perforación del ojo, infección y ceguera.

Las quemaduras químicas en los ojos son muy dolorosas. Debido a que el dolor es tan grande, la persona afectada tiende a mantener los párpados cerrados. Los párpados cerrados mantienen la sustancia contra el ojo durante un tiempo prolongado, lo que puede agravar el daño.

El reflejo de parpadear suele causar que el ojo se cierre en respuesta al calor. Por lo tanto, las quemaduras térmicas tienden a afectar el párpado en lugar de la conjuntiva o la córnea. Las quemaduras térmicas de la conjuntiva o de la córnea son generalmente leves y pueden no causar ningún daño permanente en el ojo.

Usar gafas de protección o protección facial puede ser una medida de seguridad esencial para evitar quemaduras cuando se manipulan materiales potencialmente peligrosos.

Tratamiento de las quemaduras oculares

  • Enjuagar inmediatamente el ojo con agua

  • Enjuague continuado del ojo con una solución salina por el personal médico

Quemaduras químicas

La quemadura ocular química se ha de tratar de manera inmediata, incluso antes de que llegue el personal sanitario. Se abre el ojo y se irriga con agua o con suero fisiológico. Cuando las quemaduras están causadas por ácidos o álcalis fuertes o por otras sustancias cáusticas, se debe echar agua (irrigar) en el ojo continuamente durante 30 minutos como mínimo o hasta que el pH (una medida de la acidez o de la alcalinidad) ocular sea normal. La irrigación debe iniciarse en el lugar del accidente y continuarse en la ambulancia y en la sala de urgencias. Debido a que el dolor puede forzar al paciente a cerrar el ojo, otra persona debe ayudar manteniéndole abierto el párpado manualmente durante la irrigación del ojo.

Un médico u otro profesional sanitario puede instilar (echar) gotas anestésicas en el ojo para facilitar que se mantenga abierto. En un servicio de urgencias se usa a menudo un aparato de irrigación especial.

Después de la irrigación, se examina la superficie ocular y la cara interna del párpado y se extrae cualquier sustancia que todavía permanezca embebida en el tejido. El interior del párpado también se lava para eliminar cualquier partícula diminuta que no haya resultado visible.

Se suministra una gota de un fármaco (como ciclopentolato o homatropina) que dilata la pupila, relaja los músculos de la parte coloreada del ojo (el iris) y evita la aparición de espasmos dolorosos. Se utilizan antibióticos tópicos (gotas o ungüentos) para lubricar el ojo y prevenir la infección. El oftalmólogo también puede administrar colirios con corticoesteroides (como la prednisolona) durante un periodo limitado de tiempo.

Aunque las gotas anestésicas alivian el dolor, también lentifican el proceso de curación y no se suelen administrar después de la irrigación inicial. El dolor se trata con paracetamol (acetaminofeno) y, si es intenso, con una combinación de paracetamol y oxicodona. Si la córnea ha sufrido una quemadura, debe aplicarse una pomada antibiótica.

Las quemaduras graves han de ser tratadas por un oftalmólogo (un especialista en la valoración y el tratamiento, ya sea quirúrgico o no, de los trastornos oculares) dentro de las primeras 24 horas con el fin de preservar la visión y prevenir complicaciones graves, como lesiones en la córnea y el iris, perforación ocular y deformaciones del globo ocular.

En las quemaduras más graves también se pueden usar otros fármacos de uso tópico y/u oral, como la vitamina C. Las quemaduras graves requieren revisiones oculares frecuentes. Algunas quemaduras por sustancias químicas son tan graves que se precisa cirugía e, incluso con el mejor tratamiento ocular, se puede perder la visión de forma parcial o total.

¿Sabías que...?

  • Una quemadura química ocular debe lavarse inmediatamente con agua y enjuagarse hasta que llegue el personal médico.

Quemaduras térmicas

Las quemaduras de párpados son tratadas igual que otras quemaduras en la piel. Estas quemaduras se limpian y, posteriormente, se aplica un antibiótico para prevenir la infección. Las quemaduras en la conjuntiva o en la córnea pueden ser dolorosas, así que los afectados pueden necesitar analgésicos. También se puede suministrar gotas ciclopéjicas (como ciclopentolato o homatropina) para prevenir los espasmos dolorosos de los músculos que contraen la pupila, así como una pomada antibiótica para prevenir la infección.

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