La intoxicación alimentaria se produce por la ingestión de plantas o animales que contienen una toxina.
La intoxicación se produce después de ingerir especies de setas o plantas venenosas o pescado o marisco contaminados.
Los síntomas más frecuentes son diarrea, náuseas y vómitos y a veces convulsiones y parálisis.
El diagnóstico se basa en los síntomas y en el examen de la sustancia ingerida.
El riesgo de intoxicación se reduce, evitando las setas y las plantas silvestres desconocidas y el pescado contaminado.
La mejor forma de tratamiento consiste en reemplazar el líquido perdido y eliminar la sustancia tóxica del estómago, pero algunas sustancias son mortales.
(Véase también Introducción a las intoxicaciones o envenenamientos.)
Muchos trastornos causan vómitos y diarrea repentinos debido a la inflamación del tubo digestivo (gastroenteritis). A veces las personas se refieren vagamente a todos estos trastornos como "intoxicación alimentaria". Sin embargo, solo la gastroenteritis causada por una toxina que se ingirió es una verdadera intoxicación alimentaria. La mayoría de los vómitos y la diarrea están causados por una infección del tubo digestivo debida a un virus o una bacteria, y no se considera una intoxicación alimentaria a menos que las bacterias de los alimentos contaminados produzcan tales toxinas (véase Intoxicación alimentaria por estafilococos). Además, muchas plantas venenosas, setas, y mariscos contienen toxinas que afectan el tubo digestivo y, a veces, otros órganos.
La gastroenteritis también puede afectar a las personas que han ingerido alimentos contaminados por toxinas externas, tales como
Frutas y verduras sin lavar rociadas con arsénico, plomo o insecticidas orgánicos
Líquidos ácidos servidos en cerámica vidriada con plomo
Alimentos almacenados en recipientes forrados con cadmio
Tratamiento de la intoxicación alimentaria
La mayoría de las personas con intoxicación alimentaria se recuperan completa y rápidamente solo con la reposición de líquidos y electrólitos. En cuanto se inician los síntomas, la persona debe tratar de consumir grandes cantidades de líquidos. Si no se toleran los líquidos, la persona necesita ir a urgencias para reponer los líquidos por vía intravenosa.
Si es posible, es bueno liberar el estómago de las sustancias tóxicas tan rápidamente como se pueda. Para la mayoría de las personas, el vómito cumple esta función.
En los casos en que se conoce la toxina, se proporciona tratamiento específico.