Aneurismas de las arterias de los brazos, las piernas y el corazón

PorKoon K. Teo, MBBCh, PhD, McMaster University
Revisado/Modificado jul 2023
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Datos clave

Un aneurisma es una protuberancia (dilatación) en la pared de una arteria.

(Véase también Aneurismas de las ramificaciones aórticas y Aneurismas cerebrales.)

Los aneurismas pueden ocurrir en cualquier arteria. Sin embargo, se producen más frecuentemente en la aorta, que es la arteria principal que transporta la sangre desde el corazón hacia el resto del cuerpo. La aorta se sitúa en el torso. También se pueden producir aneurismas en las arterias situadas fuera del torso, incluyendo aquellas ubicadas en:

  • Las piernas (arterias femorales en los muslos, arterias poplíteas detrás de las rodillas)

  • El cerebro (arterias cerebrales)

  • El corazón (arterias coronarias)

  • El cuello (arterias carótidas)

Los aneurismas de las arterias carótidas son inusuales. Las personas de edad avanzada tienen más tendencia a presentar aneurismas que las más jóvenes.

Causas

Muchos aneurismas son consecuencia de

  • Una debilidad en la pared de la arteria que está presente desde el nacimiento (congénita)

  • Ateroesclerosis (causada por la acumulación de placa en las paredes de las arterias sanguíneas)

Otros aneurismas son consecuencia de

  • Lesiones causadas por puñaladas o heridas de bala

  • Infecciones bacterianas o fúngicas en la pared de la arteria que aparecen después del uso de drogas intravenosas ilícitas como la heroína

Las infecciones de una pared arterial suelen iniciarse en otras partes del cuerpo, normalmente en una válvula cardíaca, antes de propagarse hasta la pared arterial.

Síntomas

La mayoría de los aneurismas de las arterias poplítea y femoral no causan síntomas y se descubren cuando se realizan pruebas de diagnóstico por la imagen por otras razones. Sin embargo, se pueden formar coágulos de sangre en el interior del aneurisma. Si dichos coágulos se liberan, se les denomina émbolos. Los émbolos pueden desplazarse con el flujo sanguíneo hasta que obstruyen una arteria. Si obstruyen una arteria de la parte inferior de la pierna o del pie, la obstrucción causa la aparición repentina de dolor intenso, entumecimiento y enfriamiento del pie, que también puede aparecer pálido.

Los émbolos procedentes de aneurismas de la carótida pueden obstruir una arteria del cerebro y causar un accidente cerebrovascular.

Los émbolos procedentes de aneurismas de las arterias del corazón (arterias coronarias) pueden dar lugar a la aparición de los síntomas de un ataque cardíaco (como dolor en el pecho y dificultad respiratoria).

A diferencia de los aneurismas de la aorta o de las arterias cerebrales, los aneurismas de las arterias poplíteas, femorales, coronarias y carótidas rara vez se rompen.

Cuando los aneurismas se infectan, las personas afectadas pueden presentar fiebre, dolor y pérdida de peso.

Diagnóstico

  • Pruebas de diagnóstico por la imagen

Los médicos pueden diagnosticar aneurismas en las piernas o en los brazos mediante la palpación de una masa pulsátil en la arteria afectada. La ecografía o la tomografía computarizada (TC) permiten confirmar el diagnóstico.

Los aneurismas de las arterias del corazón requieren otras pruebas de diagnóstico por la imagen, como por ejemplo la angiografía convencional, la angiografía por TC o la angiografía por resonancia magnética.

Los aneurismas infectados suelen presentar características distintivas en las imágenes. Se realizan análisis de sangre para detectar un mayor número de glóbulos blancos y mayores concentraciones de proteínas inflamatorias, y se realizan cultivos para identificar el microorganismo que infecta el aneurisma.

Tratamiento

  • Cirugía o reparación mediante endoprótesis vascular

Los médicos reparan los aneurismas situados en la parte inferior del cuerpo cuando el tamaño del aneurisma es el doble del tamaño del vaso sanguíneo normal o cuando la persona con un aneurisma conocido, pero sin síntomas previos, desarrolla nuevos síntomas. Los aneurismas en los brazos se acostumbran a reparar de inmediato, incluso si la persona afectada no presenta síntomas, porque hay una mayor probabilidad de que se forme un coágulo de sangre en estos vasos sanguíneos.

Por lo general, para aneurismas poplíteos con un diámetro mayor de 1 pulgada (2,5 cm) se practica una intervención quirúrgica abierta o se implanta una endoprótesis vascular. Una endoprótesis vascular es un tubo hueco de material sintético con una malla elástica en la pared. La pared de malla, que es como una pajita plegable, permite que la endoprótesis vascular se comprima lo suficiente como para ser insertada en una arteria por un alambre largo y delgado. Los médicos pasan la endoprótesis vascular a través de la arteria hasta el aneurisma. A continuación, se abre la endoprótesis, con lo que se forma un conducto estable para el flujo sanguíneo. Las endoprótesis vasculares se pueden utilizar también para los aneurismas coronarios, aunque en estos casos a veces se requiere cirugía de revascularización de la arteria coronaria.

Los aneurismas femorales y carótidos también se pueden reparar quirúrgicamente.

Los aneurismas infectados suelen requerir tratamiento con antibióticos o con medicamentos antifúngicos y pueden precisar cirugía abierta o reparación con endoprótesis vascular, en función de su localización, de su tamaño y del alcance de los daños provocados por la infección.

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