La arteriopatía periférica funcional es mucho menos frecuente que la arteriopatía periférica oclusiva. Por lo general, las arterias de los brazos y de las piernas se ensanchan (dilatan) y se estrechan (constriñen) en respuesta a cambios en el entorno, como por ejemplo un cambio de temperatura, cambios en el flujo sanguíneo o señales del cerebro. La arteriopatía periférica funcional suele aparecer cuando los mecanismos normales que dilatan y contraen estas arterias actúan en exceso. Las arterias afectadas se contraen con más fuerza y con mayor frecuencia. Estos cambios en la constricción pueden ser causados por
Un defecto hereditario en los vasos sanguíneos
Alteraciones de los nervios que controlan la dilatación y la constricción de las arterias (sistema nervioso simpático)
Lesiones
Medicamentos
Las arteriopatías periféricas funcionales incluyen la acrocianosis, la eritromialgia, y el síndrome de Raynaud.