En una enfermedad autoinmunitaria, los anticuerpos o las células producidos por el organismo atacan a sus propios tejidos. Muchas enfermedades autoinmunitarias afectan al tejido conjuntivo y varios órganos. El tejido conjuntivo es el tejido estructural que da fortaleza a articulaciones, tendones, ligamentos y vasos sanguíneos.
Las enfermedades reumáticas sistémicas incluyen un grupo diverso de enfermedades autoinmunitarias, como
Artritis inflamatoria (como la artritis reumatoide y la espondiloartritis)
Vasculitis (como granulomatosis con poliangitis y poliangitis microscópica)
Las personas con enfermedades reumáticas sistémicas también pueden sufrir otro tipo de trastorno autoinmunitario, como la tiroiditis de Hashimoto (un trastorno tiroideo autoinmunitario que puede provocar hipoactividad de la glándula tiroidea).
Síntomas de las enfermedades reumáticas sistémicas
En las enfermedades autoinmunitarias, la inflamación y la respuesta inmunitaria dañan el tejido no solo en el interior y alrededor de las articulaciones sino también en otras zonas, incluidos los órganos vitales, como los riñones y los órganos del conducto grastrointestinal. También resultan afectados la envoltura que rodea al corazón (pericardio), la membrana que cubre los pulmones (pleura) e incluso el cerebro. El tipo y la gravedad de los síntomas dependen de los órganos afectados.
La mayoría de las enfermedades reumáticas sistémicas aumentan el riesgo de que una persona desarrolle depósitos de colesterol (placas) en las arterias, lo que da lugar a un endurecimiento de las mismas (ateroesclerosis), si bien este riesgo puede reducirse mediante tratamientos eficaces.
Diagnóstico de las enfermedades reumáticas sistémicas
Evaluación médica
Pruebas de laboratorio
Algunas veces, criterios establecidos
Una enfermedad reumática sistémica se diagnostica basándose en su patrón de síntomas particular, los hallazgos durante una exploración física y los resultados de las pruebas de laboratorio (como análisis de sangre y biopsias). Para algunas de estas enfermedades, los médicos también pueden utilizar un conjunto determinado de criterios para ayudar a establecer el diagnóstico.
A veces, los síntomas de una enfermedad se superponen tanto con los de otra que los médicos no pueden diferenciarlas. En estos casos, el trastorno es denominado enfermedad indiferenciada del tejido conjuntivo o síndrome de superposición.
Tratamiento de las enfermedades reumáticas sistémicas
Corticoesteroides y/u otros medicamentos que deprimen el sistema inmunitario
Muchas enfermedades reumáticas sistémicas se tratan con medicamentos que deprimen el sistema inmunológico (como corticoesteroides y/u otro inmunodepresor).
Las personas que toman corticoesteroides, como la prednisona, sufren riesgo de fracturas relacionadas con la osteoporosis. Para prevenir la osteoporosis, estas personas reciben suplementos de vitamina D y calcio y, a veces, medicamentos utilizados para tratar la osteoporosis.
Las personas cuyo sistema inmunitario está deprimido por los corticoesteroides y otros fármacos y por la enfermedad autoinmunitaria en sí misma, con frecuencia reciben medicamentos para prevenir infecciones como las debidas al hongo Pneumocystis jirovecii (véase prevención de la neumonía en personas inmunocomprometidas). También es importante que reciban las vacunas recomendadas, como la vacuna contra la gripe, la vacuna neumocócica y la vacuna contra la COVID-19.
En las personas que tienen enfermedades superpuestas, los médicos tratan los síntomas y la disfunción de los órganos a medida que aparecen.
Aunque muchas personas que sufren una enfermedad reumática sistémica han intentado cambiar su dieta para reducir la inflamación causada por estos trastornos, las pruebas de que una dieta "antiinflamatoria" pueda alterar el curso de estas enfermedades son contradictorias.