La eyaculación ausente (aneyaculación) suele estar causada por la incapacidad de alcanzar el orgasmo (anorgasmia). Por lo general, ocurre como parte de la DE. (Véase también Introducción a la función y a la disfunción sexual en los hombres.)
La causa más habitual es la cirugía de próstata, dado que
Los nervios entre la médula espinal y el pene pueden lesionarse durante la cirugía pélvica.
La eliminación de la próstata y las vesículas seminales durante la cirugía para el cáncer de próstata elimina la capacidad de producir semen (estas glándulas están implicadas en la producción de semen).
Otros trastornos que afectan a los nervios del pene, así como algunos trastornos mentales y algunos medicamentos que se utilizan para tratar los trastornos mentales, también pueden afectar a la capacidad de eyacular.
A veces, una eyaculación retrógrada puede resultar en una ausencia de semen visible.
Dependiendo de la causa, la falta de eyaculación puede aparecer con o sin orgasmo. Un médico basa el diagnóstico de aneyaculación en los síntomas del hombre, los resultados de una exploración, y, si es posible el orgasmo, en un análisis de orina. La ausencia de espermatozoides en una muestra de orina obtenida después de un orgasmo indica aneyaculación, mientras que la presencia de una gran cantidad de espermatozoides indica eyaculación retrógrada.
El tratamiento depende de la causa y puede incluir la suspensión de medicamentos que puedan estar causando el problema, la psicoterapia, o ayudar a desencadenar la eyaculación usando medicamentos orales como la pseudoefedrina y/o imipramina. Si el objetivo de la terapia es la obtención de semen para la inseminación, el hombre puede utilizar un vibrador para el pene o su médico puede aplicar una señal eléctrica al recto para activar los nervios responsables de la eyaculación (terapia de electroeyaculación). No existe tratamiento cuando la aneyaculación se debe a la eliminación de la próstata y las vesículas seminales.