La estenosis hipertrófica del píloro es el bloqueo del conducto de salida desde el estómago al intestino debido al engrosamiento (hipertrofia) del músculo en la unión entre el estómago y el intestino.
El engrosamiento del músculo crea un bloqueo parcial (obstrucción) que afecta el paso del contenido del estómago hacia el intestino delgado.
Los lactantes comen bien pero vomitan violentamente (vómito explosivo o vómito en escopetazo) poco después de comer y pueden deshidratarse o quedar desnutridos.
El diagnóstico se basa en los resultados de la ecografía abdominal.
Normalmente el problema se corrige mediante la administración de líquidos por vía intravenosa y cirugía menor.
El píloro es el esfínter muscular localizado donde el estómago se une a la primera parte del intestino delgado (duodeno). Normalmente, el píloro se contrae para retener la comida en el estómago durante la digestión estomacal y se relaja para dejarla salir hacia el intestino. Por razones cuya explicación no es bien conocida, el píloro a veces se engrosa y se cierra (una estenosis), evitando la salida del contenido del estómago. Este bloqueo suele ocurrir en el primer o segundo mes de vida.
Factores de riesgo para la estenosis pilórica
Los factores de riesgo incluyen
Sexo masculino (especialmente los primogénitos)
Progenitores o hermanos con estenosis pilórica
Consumo de ciertos antibióticos (como, por ejemplo, eritromicina) durante las primeras semanas de vida
Tabaquismo durante el embarazo
Alimentación mediante biberón con fórmula
En raras ocasiones, algunos niños mayores tienen obstrucción pilórica causada por la inflamación debida a úlceras gastroduodenales o por un trastorno poco frecuente similar a una alergia alimentaria (como la gastroenteritis eosinofílica).
Síntomas de la estenosis hipertrófica del píloro
Los síntomas de la estenosis hipertrófica del píloro suelen aparecer cuando el lactante tiene entre 3 y 6 semanas de edad.
El lactante con estenosis pilórica tiene hambre y come bien pero vomita con violencia (vómito explosivo o vómito en escopetazo) poco después de comer. Algunos lactantes vomitan tanto que se deshidratan y quedan desnutridos. Hasta que la deshidratación es grave o los lactantes están significativamente desnutridos, parecen estar bien.
Al cabo de varios días o de varias semanas, el lactante empieza a deshidratarse y pierde peso. En esa fase, algunos lactantes presentan una coloración amarillenta de la piel y del blanco de los ojos (ictericia).
Diagnóstico de estenosis hipertrófica del píloro
Ecografía abdominal
El médico percibe mediante palpación una pequeña protuberancia (aproximadamente del tamaño de una aceituna) en el abdomen del lactante (el píloro engrosado). En ocasiones, si se observa al bebé después de comer y antes de vomitar con fuerza, se puede ver una contracción en forma de onda en el abdomen llamada onda peristáltica. Sin embargo, lo más habitual es que el diagnóstico se confirma mediante el resultado de una ecografía abdominal.
El médico puede indicar un análisis de sangre para valorar la presencia de deshidratación y de desequilibrio electrolítico (alcalosis metabólica) consecuencia de los vómitos graves.
Tratamiento de la estenosis hipertrófica del píloro
Líquidos intravenosos
Procedimiento quirúrgico
El médico administra al lactante líquidos por vía intravenosa para tratar la deshidratación y corregir cualquier desequilibrio electrolítico.
A continuación, el cirujano secciona el músculo engrosado para descargar la obstrucción, lo que permite que la leche maternizada o la leche materna entre en el intestino delgado con mayor facilidad. Esta cirugía (denominada piloromiotomía) es relativamente menor, y la mayoría de los lactantes pueden recibir alimento al día siguiente de la intervención.