Náuseas y vómitos en el primer trimestre del embarazo

(Náuseas matutinas)

PorEmily E. Bunce, MD, Wake Forest School of Medicine;
Robert P. Heine, MD, Wake Forest School of Medicine
Revisado/Modificado jul 2023
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El embarazo provoca con frecuencia náuseas y vómitos. A menudo se habla de "náuseas matutinas", pero pueden ocurrir a cualquier hora del día o de la noche. Este tipo de náuseas y vómitos suelen comenzar alrededor de las 5 semanas de embarazo y empeoran a las 9 semanas. Desaparece por lo general al cabo de unas 16 a 18 semanas. Los síntomas oscilan entre leves e intensos.

La hiperemesis gravídica es una forma grave y persistente de vómitos del embarazo. Cuando se padece este trastorno, se vomita tanto que se adelgaza y aparece deshidratación. No se consumen suficientes alimentos para proporcionar energía al organismo. Por ello, este descompone las grasas, lo que resulta en una acumulación de productos de desecho (cetonas) llamada cetosis. La cetosis puede causar fatiga, mal aliento, mareos y otros síntomas. A menudo, cuando se padece hiperemesis gravídica, la deshidratación es tan grave que el equilibrio electrolítico, necesario para que el cuerpo funcione con normalidad, se encuentra alterado. Si se vomita de forma ocasional pero ganan peso y no se deshidratan, no se padece hiperemesis gravídica.

Causas de náuseas y vómitos en el primer trimestre del embarazo

Por lo general, las náuseas y los vómitos que tienen lugar durante el embarazo se deben al embarazo. Pero, en ocasiones, son consecuencia de un trastorno que no guarda ninguna relación con el embarazo.

Causas relacionadas con el embarazo

Las causas más frecuentes de las náuseas y los vómitos relacionados con el embarazo son

Las causas de las náuseas matutinas y de la hiperemesis gravídica son inciertas. Puede que estos síntomas estén relacionados con un aumento de la concentración de dos hormonas producidas durante las etapas iniciales del embarazo: la gonadotropina coriónica humana (hCG, por sus siglas en inglés), que la placenta produce durante los primeros meses del embarazo, y los estrógenos, que contribuyen a mantener la gestación. Además, hormonas como la progesterona pueden ralentizar el movimiento del sistema digestivo, lo que posiblemente contribuye a las náuseas y los vómitos.

Las vitaminas prenatales con hierro pueden causar náuseas. El reflujo gastroesofágico, a menudo con acidez, es frecuente durante el embarazo.

En ocasiones, el cuerpo lúteo, un quiste ovárico normal al comienzo del embarazo, puede provocar que el ovario se retuerza alrededor de los ligamentos y los tejidos que lo sostienen, interrumpiendo el suministro de sangre al ovario. Este trastorno, llamado torsión anexial, no se debe al embarazo, pero es más frecuente durante este periodo.

Con muy poca frecuencia, los vómitos graves y persistentes son consecuencia de un embarazo molar (crecimiento placentario anormal con o sin feto debido a un óvulo anormalmente fecundado).

Otras causas

Las causas de las náuseas y los vómitos no relacionados con el embarazo son

Pero estos trastornos suelen causar otros síntomas más destacados, como dolor abdominal o cefaleas.

Evaluación de las náuseas y vómitos durante el embarazo

En primer lugar se intenta determinar si las náuseas y los vómitos son secundarios a algún trastorno grave. Solo se diagnostican náuseas matutinas o hiperemesis gravídica después de haber descartado otras causas.

Signos de alarma

En las mujeres embarazadas que sufren vómitos, los siguientes síntomas constituyen un motivo de preocupación:

  • Vómitos que persisten o que empeoran.

  • Dolor abdominal

  • Signos de deshidratación, como menor volumen de orina, menos sudoración, sed excesiva, boca seca, palpitaciones y mareos al ponerse de pie

  • Fiebre

  • Ausencia de movimiento del feto si el embarazo es de 24 semanas o más

  • Confusión, debilidad o entumecimiento de un lado del cuerpo, trastornos del habla o de la visión, o sopor

Cuándo acudir al médico

Las mujeres con signos de alarma deben acudir al médico de inmediato.

Si no existe ningún signo de alarma, se debe informar al médico. Este ayudará a decidir si se debe acudir a la consulta y en qué momento, en función de la naturaleza y de la gravedad de los síntomas. Si las náuseas y los vómitos son de intensidad entre leve y moderada, no se ha adelgazado y se es capaz de beber algo, puede que no sea necesario acudir a un médico, a menos que los síntomas empeoren.

Actuación del médico

El médico pregunta sobre los síntomas y sobre el historial clínico del paciente y seguidamente practica una exploración clínica. Los antecedentes clínicos y la exploración física a menudo sugieren la causa del trastorno y las pruebas que pueden ser necesarias (véase la tabla Algunas causas y características de las náuseas y los vómitos en el primer trimestre del embarazo).

El médico pregunta acerca de los vómitos:

  • Cuándo empezaron

  • ¿Cuánto tiempo duran?

  • Cuántas veces ocurren al día

  • Qué los alivia o empeora

  • Cuánta cantidad hay

  • Si la comida y/o los líquidos se retienen

El médico pregunta a la mujer por otros síntomas, sobre todo dolor abdominal, diarrea y estreñimiento, y cómo estos síntomas le han afectado a ella y a su familia (si puede trabajar o cuidar de sus hijos). El médico también pregunta por los vómitos en los embarazos anteriores, por posibles cirugías abdominales previas y por la ingesta de medicamentos que puedan causar vómitos.

Durante la exploración clínica, los médicos realizan una evaluación prenatal de rutina, que incluye la medición de los signos vitales de la mujer y la evaluación del feto. Buscan signos de trastornos graves, como presión arterial demasiado baja o demasiado alta, fiebre o sensibilidad abdominal.

Todo lo anterior posibilita que el médico determine si los vómitos se deben al embarazo o a otro trastorno diferente. Por ejemplo, es más probable que el vómito se deba al embarazo si

  • Los síntomas comienzan durante el primer trimestre.

  • Los síntomas se prolongan o reaparecen durante varios días o semanas.

  • La mujer no presenta dolor abdominal.

  • No hay síntomas relacionados con otros sistemas orgánicos.

Es probable que el vómito sea consecuencia de un trastorno no relacionado con el embarazo si

  • Comenzaron después del primer trimestre

  • Están acompañados de dolor abdominal, diarrea o ambos

Tabla
Tabla

Pruebas complementarias

A menudo se utiliza un dispositivo manual de ecografía Doppler, que se coloca sobre el abdomen de la mujer, para comprobar que el corazón del feto sigue latiendo. Si no se detecta latido cardíaco, los médicos solicitan una ecografía pélvica para evaluar el feto y descartar una anomalía. En raras ocasiones, las náuseas y los vómitos durante el embarazo pueden ser un síntoma de un embarazo molar.

Si se vomita con frecuencia, aparece deshidratación o puede que se trate de una mola hidatiforme, se suelen indicar más pruebas. Las pruebas que se llevan a cabo dependen de la causa que se sospecha:

  • Hiperemesis gravídica: análisis de orina para medir la concentración de cetonas y, posiblemente, análisis de sangre para medir la concentración de electrólitos y de otras sustancias

  • Un embarazo molar: Ecografía de la pelvis

  • Trastorno que no guarda relación con el embarazo: pruebas específicas del trastorno

Tratamiento de las náuseas y los vómitos durante el embarazo

Si los síntomas parecen ser las náuseas y vómitos habituales del embarazo (náuseas matutinas), algunos cambios en la dieta o los hábitos alimentarios pueden ayudar:

  • Beber o comer pequeñas cantidades con más frecuencia (5 o 6 comidas pequeñas al día)

  • Comer antes de tener hambre

  • Comer solo alimentos suaves, como plátanos, arroz, compota de manzana y pan tostado

  • Tener siempre galletas saladas junto a la cama y comer una o dos antes de levantarse por la mañana

  • Tomar bebidas carbonatadas (sodas)

El jengibre (comercializado en forma de cápsulas o de piruletas), la acupuntura, las bandas para la cinetosis (mareo cinético) y la hipnosis pueden ayudar, al igual que sustituir las vitaminas prenatales por las vitaminas masticables con ácido fólico para niños.

Si es necesario, se administran medicamentos para aliviar las náuseas (antieméticos). El médico elige los medicamentos más seguros para los primeros meses del embarazo. En primer lugar, se receta vitamina B6. Si es ineficaz, también se puede administrar otro medicamento (doxilamina, metoclopramida, ondansetrón o prometazina).

Si los vómitos derivan en deshidratación, se administrarán líquidos por vía intravenosa (directamente en su vena). Los líquidos suelen contener azúcar (glucosa) e incluyen electrólitos y vitaminas, según sea necesario. Si el vómito es intenso y persiste, se hospitaliza a la mujer y se le continúan administrando líquidos que contengan cualquier complemento que sea necesario. También se le administran antieméticos por vía oral, inyectables o supositorios. Cuando los vómitos hayan remitido, el líquido se administrará por vía oral. Si tolera los líquidos, puede comenzar a comer porciones pequeñas y frecuentes de alimentos suaves. El tamaño de las porciones se aumenta según se tolere más alimento.

Si las náuseas y los vómitos se deben a un trastorno no relacionado con el embarazo, se trata dicho trastorno.

Conceptos clave

  • Por lo general, las náuseas y los vómitos durante el embarazo no provocan adelgazamiento ni otros problemas, y se resuelven antes del segundo trimestre o durante este.

  • La hiperemesis gravídica, una forma grave y persistente de vómitos debidos al embarazo, es menos frecuente, aunque puede causar deshidratación y adelgazamiento.

  • Las náuseas y los vómitos pueden ser secundarios a trastornos no relacionados con el embarazo, como la gastroenteritis, una infección urinaria, o, en escasas ocasiones, una obstrucción intestinal.

  • Cambiar la alimentación ayuda a aliviar las náuseas y los vómitos poco intensos, debidos al embarazo.

  • Si se observa deshidratación en presencia de hiperemesis gravídica, puede ser necesario administrar líquido por vía intravenosa.

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