Ligamento cruzado anterior
El ligamento cruzado anterior, o LCA, se encuentra en el centro de la rodilla junto con el ligamento cruzado posterior, o LCP. Estos ligamentos se envuelven firmemente alrededor del fémur y la tibia de la pierna para formar un patrón entrecruzado en la rodilla, lo que impide que la articulación se desplace demasiado hacia adelante o hacia atrás.
Las lesiones del LCA suelen estar relacionadas con el deporte. Sin embargo, un LCA desgarrado, estirado o roto también puede ser consecuencia de un sobreesfuerzo físico repetitivo, como un giro o una torsión excesivos de la rodilla.
Puede utilizarse cirugía artroscópica para reemplazar el ligamento desgarrado. Durante este procedimiento, se utiliza una máquina de afeitar artroscópica para eliminar los restos del ligamento desgarrado. Luego se perfora un orificio desde la parte frontal de la tibia hasta la articulación de la rodilla, donde se uniría el LCA. Se perfora un segundo orificio en el fémur que va desde la articulación hacia el exterior. A continuación, puede tomarse el tejido de reemplazo, o injerto, del ligamento rotuliano. Se extirpa el tercio medio del ligamento junto con los fragmentos adheridos de la rótula y la tibia (llamados bloques óseos). El injerto se extrae a través de los dos túneles perforados en la tibia y el fémur. Luego se fija en su lugar con tornillos. La cirugía artroscópica de reparación del LCA se suele realizar de forma ambulatoria.
Se requiere rehabilitación física (fisioterapia) y el retorno completo a las actividades deportivas puede demorarse según el caso hasta 6 meses después de la cirugía. La cirugía de reparación del LCA puede tener complicaciones, por tanto, comente siempre con su médico cuál es la mejor opción de tratamiento para usted.