El chancroide es la infección de la piel o las mucosas genitales causada por el Haemophilus ducreyi. Se caracteriza por la aparición de pápulas, úlceras dolorosas y adenomegalias inguinales supuradas. El diagnóstico suele ser clínico, porque el aislamiento del microorganismo en cultivo es difícil. El tratamiento se realiza con macrólidos (azitromicina o aritromicina), ceftriaxona o ciprofloxacina.
(Véase también Generalidades sobre las infecciones de transmisión sexual.)
El Haemophilus ducreyi es un bacilo gramnegativo delgado y corto con extremos redondeados.
El chancroide es una infección de transmisión sexual (ITS) rara en los Estados Unidos y otros países cn abundantes recursos, que se observa principalmente en forma de epidemias locales ocasionales. El chancroide es una causa frecuente de úlceras genitales en regiones con escasos recursos de Asia, África y el Caribe. Al igual que otras infecciones de transmisión sexual, el chancroide aumenta el riesgo de transmisión del HIV.
H. ducreyi también puede causar úlceras cutáneas extragenitales en niños y adultos, lo que se ha comunicado en países de la región del Pacífico Sur y en Indonesia (1, 2).
Referencias generales
1. Mitjà O, Lukehart SA, Pokowas G, et al: Haemophilus ducreyi as a cause of skin ulcers in children from a yaws-endemic area of Papua New Guinea: A prospective cohort study. Lancet Glob Health 2:e235–41, 2014. doi: 10.1016/S2214-109X(14)70019-1
2. van Hattem JM, Langeveld TJC, Bruisten SM, et al: Haemophilus ducreyi cutaneous ulcer contracted at Seram Island, Indonesia, presented in the Netherlands. PLoS Negl Trop Dis 12(4):e0006273, 2018. doi: 10.1371/journal.pntd.0006273
Síntomas y signos del chancroide
Tras un período de incubación de 3 a 7 días, aparecen pequeñas pápulas dolorosas en los genitales, que se rompen con rapidez para formar úlceras superficiales, blandas y dolorosas, de bordes irregulares, socavados (es decir, con tejido que cuelga sobre ellas) y un límite eritematoso. Las úlceras tienen tamaño variable y suelen coalescer. En ocasiones, las erosiones más profundas provocan una destrucción tisular significativa.
Los ganglios linfáticos inguinales forman un bubón (grupo de ganglios linfáticos regionales agrandados y dolorosos a la palpación). A veces se adhieren entre sí, fluctúan o supuran, y en algunos casos forman un absceso. La piel sobre el absceso puede tornarse eritematosa y brillante y su indemnidad puede verse comprometida y formar una fístula. La infección puede diseminarse a otras áreas de la piel y generar nuevas lesiones. El chancroide también puede provocar fimosis, estenosis uretral y fístulas uretrales.
Image courtesy of Dr. Pirozzi via the Public Health Image Library of the Centers for Disease Control and Prevention.
Diagnóstico del chancroide
Anamnesis y examen físico
Puede ser necesario cultivo o evaluación con PCR (polymerase chain reaction)
Se sospecha chancroide en pacientes que tienen úlceras o bubones (ganglios linfáticos inflamados, dolorosos a la palpación que pueden supurar o formar abscesos) genitales sin causa reconocida y que se encuentran o han estado en zonas endémicas. Úlceras genitales provocadas por otras causas (véase tabla Diferenciando las lesiones genitales de transmisión sexual comunes) puede parecerse al chancroide.
El diagnóstico suele basarse en la evaluación clínica, porque el aislamiento de la bacteria en cultivo es difícil y puede confundirse con la flora mixta presente en las úlceras durante su identificación microscópica.
Siempre que sea posible, debe obtenerse una muestra de pus de un bubón o un exudado del borde de una úlcera, que debe enviarse a un laboratorio que pueda identificar el H. ducreyi. Las pruebas por PCR no están disponibles comercialmente, pero varias instituciones han certificado pruebas que son altamente sensibles (98,4%) y específicas (99,6%) para H. ducreyi. El diagnóstico clínico se asocia con menor sensibilidad (entre 53 y 95%) y especificidad (entre 41 y 75%).
Deben solicitarse pruebas serológicas en busca de sífilis y HIV y cultivos para herpes con el fin de excluir otras causas de úlceras genitales. Sin embargo, la interpretación de estos resultados se complica dado el hecho de que algunas úlceras genitales generadas por otras enfermedades pueden estar coinfectadas por H. ducreyi.
Tratamiento del chancroide
Antibióticos (varios)
El tratamiento del chancroide debe iniciarse en forma urgente sin esperar los resultados de las pruebas. Se recomienda uno de los siguientes fármacos:
Una dosis única de azitromicina 1 g por vía oral o ceftriaxona 250 mg IM
500 mg de eritromicina por vía oral 3 veces al día durante 7 días
500 mg de ciprofloxacina por vía oral 2 veces al día durante 3 días
Los pacientes que requieren tratamiento para otras causas de úlceras genitales deben recibir antibióticos que también cubran el chancroide si se sospecha esta entidad y no es posible realizar pruebas de laboratorio.
El tratamiento de los pacientes con coinfección por HIV, en particular con monodosis, puede no ser eficaz. En estos pacientes, las úlceras pueden requerir hasta 2 semanas para sanar, y la linfadenopatía puede resolver con mayor lentitud.
Los bubones pueden aspirarse sin inconvenientes para confirmar el diagnóstico o incidirse para lograr el alivio de los síntomas si los pacientes también reciben antibióticos eficaces.
Las parejas sexuales deben ser examinadas y tratadas si tuvieron contacto sexual con el paciente durante los 10 días anteriores al inicio de los síntomas.
Los pacientes con chancroide deben someterse a pruebas serológicas para sífilis y HIV 3 meses después del diagnóstico de chancroide.