Las clamidias son bacterias gramnegativas intracelulares obligadas. Tres especies de Chlamydia causan enfermedades en los seres humanos: C. trachomatis, que provoca infecciones de transmisión sexual, y C. pneumoniae, que causa infecciones respiratorias, especialmente la neumonía adquirida en la comunidad; C. psittaci causa una enfermedad zoonótica llamada psitacosis.
Las clamidias son bacterias gramnegativas, inmóviles e intracelulares obligadas. Contienen DNA, RNA y ribosomas y sintetizan sus propias proteínas y ácidos nucleicos. Sin embargo, dependen de la célula huésped para 3 de sus 4 nucleósidos trifosfatos (citidina, uridina y guanosina) y además utilizan directamente trifosfato de adenosina (ATP) presintetizado del huésped como fuente de energía para sintetizar proteínas clamidiales.
Las clamidias se distinguen por un ciclo de vida único de 2 etapas: el cuerpo elemental, que es la partícula infecciosa, y el cuerpo reticulado, que es la forma replicativa. Los cuerpos elementales se adhieren a la superficie de la célula huésped y son introducidos en la célula mediante un proceso de endocitosis en una vacuola, llamada fagosoma. Una vez dentro de la célula, se produce la inhibición de la fusión fagosoma-lisosoma. Después de unas 8 a 10 horas, los cuerpos elementales se diferencian en cuerpos reticulados, que inician la fisión binaria. El proceso de replicación es responsable de la formación de la inclusión intracitoplásmica característica que se observa en las infecciones por clamidias. Aproximadamente 36 horas después de la unión inicial a la superficie celular, los cuerpos reticulados vuelven a diferenciarse en cuerpos elementales. Puede haber más de 100 cuerpos elementales por inclusión. Estos cuerpos elementales pueden salir de la célula por 1 de 3 vías: exocitosis, extrusión de toda la inclusión o lisis celular. En determinadas condiciones, las clamidias pueden entrar en un estado persistente llamado "cuerpo aberrante". Este estado puede desencadenarse por la restricción de ciertos nutrientes (p. ej., glucosa) o por algunos medicamentos (p. ej., interferones).
El género Chlamydia contiene 14 especies; 3 de ellas causan enfermedad en los seres humanos:
Chlamydia trachomatis
Chlamydia pneumoniae
Chlamydia psittaci
Las especies de Chlamydia pueden causar infección persistente, que a menudo es subclínica. Son las infecciones bacterianas más notificadas en los Estados Unidos, con una prevalencia notificada que promedia de 1,5 a 2 millones de casos, y una carga real de infección que se estima en aproximadamente 3 millones anuales (1).
Referencia general
1. Centers for Disease Control and Prevention: Sexually Transmitted Infections Treatment Guidelines, 2021: Chlamydial Infections. Accessed January 3, 2025.
Chlamydia trachomatis
C. trachomatis tiene 18 serovariedades (serotipos) inmunológicas definidas:
A, B, Ba y C causan la enfermedad ocular tracoma.
D a K causan infecciones de transmisión sexual (ITS) localizadas en las superficies mucosas (p. ej., conjuntivitis de inclusión).
Los biovares L1, L2 y L3 producen infecciones de transmisión sexual capaces de causar una enfermedad ganglionar invasora (linfogranuloma venéreo) y proctitis.
En los Estados Unidos, C. trachomatis es la causa bacteriana más común de infecciones de transmisión sexual, incluyendo
Uretritis no gonocócica y epididimitis en los hombres
Artritis reactiva en hombres y mujeres
Cervicitis, uretritis y enfermedad inflamatoria pélvica en mujeres
Se recomienda la detección de la infección urogenital por clamidia como parte de la atención preventiva de rutina, según los factores de riesgo. La transmisión materno-fetal de C. trachomatis causa conjuntivitis neonatal y neumonía neonatal. En los Estados Unidos, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) recomiendan la detección prenatal universal en pacientes embarazadas menores de 25 años y en pacientes de 26 años o más con ciertos factores de riesgo (1). El cribado ha reducido en gran medida la incidencia de conjuntivitis y neumonía neonatales C. trachomatis. La profilaxis ocular neonatal con eritromicina u otras preparaciones no previene la conjuntivitis neonatal por Clamidia; sin embargo, aún se administra la profilaxis para prevenir la conjuntivitis gonocócica (2).
Véase también Cribado de Chlamydia para un resumen de las recomendaciones de detección sistemática. Véase también Diagnóstico de clamidia para una descripción general de los métodos de diagnóstico y Tratamiento de clamidia para obtener orientación sobre la elección de antimicrobianos en pacientes con sospecha de infecciones mucosas por clamidia.
C. trachomatis causa una conjuntivitis crónica llamada tracoma, que es endémica en partes del mundo con recursos limitados.
Referencias de C. trachomatis
1. Centers for Disease Control and Prevention: Sexually Transmitted Infections Treatment Guidelines, 2021: Screening Recommendations and Considerations Referenced in Treatment Guidelines and Original Sources. Accessed January 3, 2025.
2. Kohlhoff S, Roblin PM, Clement S, et al. Universal prenatal screening and testing and Chlamydia trachomatis conjunctivitis in infants. Sex Transm Dis. 2021;48(9):e122–e123. doi:10.1097/OLQ.0000000000001344
Chlamydia pneumoniae
C. pneumoniae puede provocar una neumonía (en especial en los niños y los adultos jóvenes), cuyo cuadro clínico puede ser indistinguible de la neumonía causada por Mycoplasma pneumoniae (1). En algunos pacientes con neumonía causada por C. pneumoniae, la ronquera y la odinofagia pueden preceder a la tos, que puede ser persistente y complicarse con broncoespasmo.
Los brotes de neumonía causados por C. pneumoniae representan un riesgo significativo para las personas que se encuentran en entornos colectivos (p. ej., geriátricos, escuelas, instalaciones militares, prisiones). No se identificaron variaciones estacionales.
También se ha considerado a C. pneumoniae como un desencadenante infeccioso de enfermedad reactiva de las vías respiratorias y bronquitis aguda.
Referencia sobre Chlamydia pneumoniae
1. Hammerschlag MR, Kohlhoff S, Dean D.Chlamydia pneumoniae. In Mandell, Douglas, and Bennett’s Principles and Practice of Infectious Diseases, ed. 10, edited by Blaser MJ, Cohen JI, Holland SM. Philadelphia, Elsevier. Expected release date June 27, 2025.
Chlamydia psittaci
(Véase también the CDC's Clinical Overview of Psittacosis.)
C. psittaci causa psitacosis. Las cepas que ocasionan enfermedades en los seres humanos suelen adquirirse a través de psittacine birds (p. ej., loros, periquitos, cacatúas ninfa), y producen una enfermedad caracterizada por neumonitis.
La psitacosis es una infección rara. Desde 2010, típicamente se informan < 10 casos/año a los CDC (1). Sin embargo, la psitacosis puede ser subdiagnosticada porque ocurren casos leves. El antecedente de exposición es muy importante, como por ejemplo en dueños de aves, veterinarios y trabajadores de la industria avícola.
Los síntomas frecuentes consisten en fiebre alta y persistente, tos seca y mialgia. Los pacientes también pueden tener cefalea intensa y pruebas hepáticas anormales. En casos graves puede presentarse dificultad respiratoria. Una clave fundamental para el diagnóstico de la infección por C. psittaci es el antecedente de contacto estrecho con aves, habitualmente aves de compañía como loros o periquitos, lo que afecta a veterinarios y trabajadores de plantas procesadoras de pavos y patos, en quienes se han reportado brotes. El diagnóstico se confirma con pruebas serológicas, incluyendo títulos de IgG e IgM. El cultivo no suele estar disponible. No existen pruebas de amplificación de ácidos nucleicos (NAAT por sus siglas en inglés) disponibles comercialmente para C. psittaci, pero los CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, por sus siglas en inglés) y algunos laboratorios especializados pueden realizar la PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa, por sus siglas en inglés). (Véase también CDC's Laboratory Testing for Psittacosis.)
Azitromicina, levofloxacino, moxifloxacino y doxiciclina son antibióticos comúnmente utilizados para el tratamiento de la psitacosis. El tratamiento recomendado es doxiciclina. En los casos en que la doxiciclina esté contraindicada o no se tolere, o en pacientes embarazadas, se puede usar azitromicina como alternativa. Para los casos graves de psitacosis, como en pacientes que presentan neumonía grave o insuficiencia respiratoria, pueden ser necesarias la hospitalización y la administración de antibióticos intravenosos.
Referencia sobre Chlamydia psittaci
1. Centers for Disease Control and Prevention: Psittacosis Surveillance and Trends. Accessed January 3, 2025.
Conceptos clave
C. trachomatis causa tracoma o infecciones de transmisión sexual; la transmisión materna puede causar conjuntivitis y/o neumonía en el recién nacido.
Realizar pruebas de detección a todas las pacientes embarazadas menores de 25 años para prevenir la conjuntivitis neonatal (clamidial) y a otros pacientes asintomáticos con riesgo elevado de infección de transmisión sexual por clamidia.
C. pneumoniae puede provocar una neumonía (en especial en los niños y los adultos jóvenes y en poblaciones confinadas).
C. psittaci es una causa rara de neumonía (psitacosis) que por lo general se adquiere de las aves psitácidas (p. ej., loros).
Realizar pruebas serológicas para confirmar infección por C. psittaci.
Tratar la psitacosis con antibióticos, que incluyen macrólidos (p. ej., azitromicina), fluoroquinolonas y tetraciclinas (p. ej., doxiciclina).