Mareos o aturdimiento al ponerse de pie

PorAndrea D. Thompson, MD, PhD, University of Michigan;
Michael J. Shea, MD, Michigan Medicine at the University of Michigan
Revisado/Modificado ago 2024
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En algunas personas, especialmente en personas mayores, la presión arterial desciende en exceso cuando se sientan o se levantan (un trastorno denominado hipotensión ortostática o postural). En cuestión de segundos o en pocos minutos tras ponerse de pie (sobre todo después de que se haya estado en cama o sentado durante mucho tiempo) se producen los síntomas consistentes en desmayo, aturdimiento, mareos, confusión o visión borrosa, aunque estos se resuelven rápidamente cuando la persona afectada se acuesta. Sin embargo, algunas personas se caen, se desmayan, o muy rara vez sufren una convulsión breve. Los síntomas suelen ser más frecuentes y más intensos después de hacer ejercicio, haber consumido alcohol y/o una comida pesada o ambos o bien sufrir una deficiencia de líquido (deshidratación).

Algunas personas jóvenes experimentan síntomas similares al ponerse de pie, pero sin llegar a tener una disminución de la presión arterial. A menudo, su frecuencia cardíaca aumenta (taquicardia) más de lo normal al ponerse de pie, por lo que este trastorno se llama síndrome de taquicardia postural ortostática (orthostatic tachycardia syndrome, POTS). La razón por la cual estas personas se sienten mareadas a pesar de tener la presión arterial normal no está clara.

Causas del mareo o del mareo al ponerse de pie

Los mareos o aturdimiento al ponerse de pie se producen como resultado de una alteración en la regulación de la presión arterial. Normalmente, cuando el sujeto se pone de pie, la gravedad hace que la sangre se acumule en las venas de las piernas y el tronco. Esta acumulación disminuye la presión arterial y la cantidad de sangre que el corazón bombea hacia el cerebro. El bajo flujo sanguíneo al cerebro provoca el mareo y otros síntomas. Para compensar esto, el sistema nervioso aumenta rápidamente la frecuencia cardíaca y estrecha los vasos sanguíneos, lo que devuelve rápidamente la presión arterial a la normalidad antes de que se puedan desarrollar los síntomas. La parte del sistema nervioso responsable de esta compensación es el sistema nervioso autónomo.

Muchos trastornos pueden alterar la regulación de la presión arterial y causar mareos al ponerse de pie. Estos trastornos pueden deberse a

  • Disfunción del sistema nervioso autónomo debido a trastornos o fármacos

  • Disminución de la capacidad del corazón para bombear la sangre

  • Disminución del volumen sanguíneo (hipovolemia)

  • Respuestas hormonales defectuosas

Las causas varían en función de si los síntomas son de reciente aparición o han estado presentes desde hace tiempo.

Causas frecuentes

Las causas más comunes de mareos de comienzo reciente al ponerse de pie incluyen

  • Disminución del volumen de sangre (como consecuencia de deshidratación o pérdida de sangre)

  • Medicamentos

  • Reposo prolongado en cama

  • Poca actividad de las glándulas suprarrenales (insuficiencia suprarrenal)

Las causas más comunes de mareos al ponerse de pie presentes durante mucho tiempo (crónicos) incluyen

  • Cambios en la regulación de la presión arterial relacionados con la edad

  • Medicamentos

  • Disfunción del sistema nervioso autónomo

Evaluación del mareo o del mareo al ponerse de pie

Los sujetos con mareos o aturdimiento al ponerse de pie a menudo se recuperan rápidamente cuando se sientan y, a continuación, se vuelven a poner en pie lentamente. Sin embargo, por lo general es importante determinar qué está causando el mareo. La siguiente información puede ayudar a decidir cuándo es necesaria la evaluación por un médico y a saber qué esperar durante ésta.

Signos de alarma

En aquellas personas que sufren mareos o aturdimiento al ponerse de pie, ciertos síntomas y características son motivo de preocupación. Entre estos factores se incluyen los siguientes

  • Sangre en las heces o heces negras, alquitranadas

  • Síntomas del sistema nervioso, tales como dificultad para caminar y/o mala coordinación o equilibrio

  • Caída o desmayo

  • Dolor o molestias torácicos

Cuándo acudir al médico

Las personas con signos de alarma deben acudir al servicio de emergencias de inmediato. Si se tienen episodios frecuentes o persistentes de mareos al ponerse de pie se debe ver a un médico tan pronto como sea posible. Las personas que tienen solo episodios ocasionales de mareos al ponerse de pie deben llamar a su médico. El médico decidirá si es necesario, y con cuánta rapidez, ver a la persona en función de los otros síntomas y antecedentes médicos.

Actuación del médico

Primero el médico pregunta acerca de los síntomas del paciente y su historial clínico. A continuación, realiza una exploración física. Los antecedentes clínicos y la exploración física a menudo sugieren la causa de los mareos y las pruebas que pueden ser necesarias.

El médico pregunta

  • ¿Desde hace cuánto tiempo se producen los mareos?

  • Si el paciente se ha desmayado o ha caído durante un episodio de mareo

  • Si ha experimentado situaciones que se sabe que causan mareos (como el reposo en cama o la pérdida de líquidos)

  • Si el paciente tiene alguna enfermedad (como diabetes, enfermedad de Parkinson, o cáncer) que pueda causar mareos

  • Si el paciente está tomando algún fármaco (por ejemplo, un antihipertensivo) que puede causar mareos

A continuación el médico realiza una exploración física. El sujeto se acuesta durante 5 minutos, y luego se mide la presión arterial y la frecuencia cardíaca. Se le vuelve a medir la presión arterial y la frecuencia cardíaca después de ponerse de pie o sentarse durante 1 minuto, y de nuevo después de estar de pie o sentado durante 3 minutos. El médico puede realizar un tacto rectal (examen digital del recto) para ver si el sujeto podría haber tenido un sangrado digestivo. Es importante realizar una exploración neurológica para evaluar la fuerza, la sensibilidad, los reflejos, el equilibrio y la marcha.

Las causas más comunes de mareos súbitos (fármacos, reposo en cama y disminución del volumen de sangre) son generalmente obvias. En las personas con síntomas de larga duración, hallazgos como alteraciones de los movimientos pueden indicar la enfermedad de Parkinson. El entumecimiento, hormigueo o debilidad pueden indicar un trastorno del sistema nervioso.

Tabla
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Pruebas complementarias

A menos que la causa sea evidente (por ejemplo, el reposo en cama), habitualmente es necesario realizar algunas pruebas complementarias. Por lo general se realiza una electrocardiografía (ECG), un hemograma completo y otros análisis de sangre (por ejemplo, determinación de los niveles de electrólitos). En función de los hallazgos de la exploración se realizan otras pruebas, en especial si los síntomas sugieren un problema cardíaco o del sistema nervioso.

Si se sospecha que un fármaco es el que está causando el mareo, se puede pedir al sujeto que deje de tomar el fármaco y observe si también cesa el mareo, lo que confirmaría la causa.

La prueba de la mesa basculante se puede realizar cuando el médico sospeche una disfunción del sistema nervioso autónomo. El paciente se acuesta sobre una mesa motorizada especial durante varios minutos. A continuación se inclina la mesa en un ángulo de 60° a 80°, mientras se monitoriza la presión arterial y la frecuencia cardíaca. Si los síntomas no son inducidos, se administra isoproterenol (un medicamento que estimula el corazón) por vía intravenosa y se repite la prueba. Esta prueba dura entre 30 y 90 minutos.

Tratamiento del mareo o del mareo al ponerse de pie

Siempre que sea posible se trata la causa, incluyendo cambiar o suspender cualquier fármaco causante. Sin embargo, muchas causas no se pueden curar, y las personas afectadas deben adoptar medidas para disminuir sus síntomas. Estas incluyen cambios de estilo de vida y tratamiento farmacológico.

Las personas que requieren reposo prolongado en cama deben sentarse cada día y hacer ejercicio en la cama cuando sea posible. Cuando el sujeto está acostado o sentado debe levantarse despacio y con cuidado. En general, es útil consumir cantidades adecuadas de líquidos, limitar o evitar el alcohol y, cuando sea factible, hacer ejercicio con regularidad. El ejercicio regular de intensidad moderada aumenta el tono muscular de las paredes de los vasos sanguíneos, lo que reduce la acumulación de sangre en las piernas. Puede ser beneficioso dormir con la cabecera de la cama elevada. En algunos pacientes el aumento de la ingesta de sal puede aumentar la retención de agua y disminuir los síntomas. El médico puede recomendar el aumento del consumo de sal salando generosamente los alimentos o tomando tabletas de cloruro de sodio. Sin embargo, el aumento de la ingesta de sal no es aconsejable en personas con trastornos cardíacos.

Se puede administrar fludrocortisona, un fármaco que ayuda a retener sal y agua y así prevenir el descenso de la presión arterial cuando el paciente se pone de pie. Sin embargo, este medicamento puede causar hipertensión cuando el paciente se tumba, insuficiencia cardíaca y niveles bajos de potasio en sangre. A veces se combina propranolol u otro betabloqueante con fludrocortisona. Midodrina es un fármaco que estrecha las arterias y las venas, lo que ayuda a prevenir la acumulación de sangre. Los efectos secundarios incluyen sensación de hormigueo o entumecimiento y prurito. Este medicamento no se recomienda en personas afectadas por enfermedad de las arterias coronarias o enfermedad arterial periférica.

Otros medicamentos como los fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), droxidopa, piridostigmina y octreotide pueden ayudar en algunos casos.

Aspectos esenciales para los adultos mayores: mareos o aturdimiento al ponerse de pie

Aproximadamente el 15-20% de las personas de edad avanzada sufren mareos o aturdimiento al ponerse de pie. Es más común entre las personas con trastornos coexistentes, especialmente hipertensión, y entre los residentes en centros de crónicos. Muchas caídas pueden deberse a mareos al ponerse de pie. Los ancianos deben evitar estar de pie de forma prolongada.

El aumento de la incidencia en las personas mayores se debe a la disminución de la capacidad de respuesta de los receptores que regulan la presión arterial además del aumento de rigidez en la pared arterial, que hace que sea más difícil para las arterias movilizar más sangre para aumentar la presión arterial. La disminución de la capacidad de respuesta del receptor retrasa la respuesta del corazón y de los vasos sanguíneos normales al ponerse de pie. Paradójicamente, la hipertensión, que es más común entre las personas mayores, puede contribuir a la falta de sensibilidad del receptor, aumentando la vulnerabilidad a los mareos al ponerse de pie.

Conceptos clave

  • Por lo general, los mareos o aturdimiento al ponerse de pie implican una disminución en el volumen de líquido corporal o una disfunción del sistema nervioso autónomo.

  • El envejecimiento a menudo causa cierto grado de disfunción del sistema nervioso autónomo, por ello el médico explora a las personas afectadas para comprobar que no existen trastornos del sistema nervioso.

  • La prueba de la mesa basculante es una prueba común para valorar el funcionamiento del sistema nervioso autonómo.

  • El tratamiento consiste en medidas físicas para reducir la acumulación venosa, ejercicio regular, y, a veces, aumento de la ingesta de sal fludrocortisona y/o midodrina.

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