- Introducción al diagnóstico de las enfermedades cardiovasculares
- Historia clínica y exploración física en los trastornos cardíacos y vasculares
- Electrocardiografía
- Electrocardiografía ambulatoria continua
- Ecocardiografía y otros procedimientos con ultrasonidos
- Rayos X del tórax
- Tomografía computarizada (TC) del corazón
- Tomografía por emisión de positrones (PET) del corazón
- Resonancia magnética nuclear (RMN) del corazón
- Gammagrafía cardíaca
- Prueba de la mesa basculante
- Exploración electrofisiológica
- Prueba de esfuerzo
- Cateterismo venoso central
- Cateterismo de la arteria pulmonar
- Cateterismo cardíaco y angiografía coronaria
Recursos de temas
La prueba de la mesa basculante suele recomendarse para aquellas personas que sufren desmayo (síncope) por alguna razón desconocida y que no presentan un trastorno cardíaco estructural (como la constricción de la válvula aórtica). La prueba de la mesa basculante también se utiliza para evaluar a los pacientes con aturdimiento o mareos inexplicables y caídas recurrentes. A veces se utiliza la prueba de la mesa basculante para distinguir entre diversos tipos de síncope o entre un síncope y algunos tipos de epilepsia.
Cómo se realiza una prueba de basculación
AVID PARKER/SCIENCE PHOTO LIBRARY
Por lo general, el paciente está sujeto a una mesa motorizada y permanece en posición horizontal durante 15 minutos. A continuación, el cabezal de la mesa se inclina un ángulo entre 60° y 80° durante 45 minutos para ver si la persona se siente débil o si disminuye su presión arterial y su frecuencia cardíaca. Si la presión arterial no disminuye, se administra isoproterenol (un fármaco que estimula el corazón) por vía intravenosa a una dosis lo suficientemente alta para acelerar la frecuencia cardíaca en 20 latidos por minuto, y se repite la prueba.