El líquido amniótico es el fluido que rodea el feto dentro del útero; tanto el líquido como el feto están contenidos en las membranas denominadas saco amniótico. Los problemas relacionados con el líquido amniótico incluyen
Demasiado líquido amniótico durante todo el embarazo
Líquido amniótico insuficiente durante todo el embarazo
Infección del líquido, del saco amniótico y/o de la placenta (lo que se denomina infección intraamniótica)
Demasiado líquido amniótico
Demasiado líquido amniótico (polihidramnios o hidramnios) produce el ensanchamiento del útero y ejerce presión sobre el diafragma de la mujer.
Puede acumularse demasiado líquido amniótico debido a lo siguiente:
Defectos congénitos del feto, especialmente una obstrucción en el esófago o en las vías urinarias
Presencia de más de un feto (embarazo múltiple)
Diabetes en la mujer embarazada
Anemia en el feto, como la causada por los anticuerpos Rh contra la sangre del feto producidos por la mujer embarazada (enfermedad hemolítica del feto y del recién nacido)
Otros trastornos del feto, como infecciones o un trastorno genético
Sin embargo, casi en la mitad de los casos se desconoce la causa.
La presencia de un exceso de líquido amniótico puede causar varios problemas:
Trabajo de parto prematuro y posiblemente rotura prematura de membranas (a veces seguida de desprendimiento de placenta) o de un parto prematuro
Posición o presentación anormal del feto que, a veces, requiere parto por cesárea.
Problemas respiratorios graves en la mujer
Prolapso del cordón umbilical: el cordón umbilical puede salir del útero antes que el bebé
Atonía uterina: el útero se estira y no puede contraerse normalmente
Hemorragia posparto: sangrado vaginal después del parto
Muerte fetal
Demasiado poco líquido amniótico
Las causas de la escasez de líquido amniótico son las siguientes:
Insuficiencia uteroplacentaria: la placenta y el útero no funcionan normalmente porque la mujer sufre un trastorno, como hipertensión arterial o desprendimiento de placenta (desprendimiento prematuro de la placenta), lo que posiblemente da lugar a un crecimiento del feto distinto a lo esperado.
Algunos medicamentos
Rotura de membranas antes o cerca de la fecha prevista del parto
Embarazo postérmino: el embarazo dura 42 semanas o más
Anomalía cromosómica del feto
Defectos congénitos en las vías urinarias, en concreto en los riñones
Restricción del crecimiento intrauterino: El feto no ha crecido tanto como se esperaba
Muerte fetal
En muchos casos se desconoce su causa.
Debido a que tomar ciertos medicamentos, como los inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (ECA) (como el enalapril o el captopril), durante el segundo y el tercer trimestre puede dar lugar a una cantidad insuficiente de líquido amniótico, por lo general estos medicamentos se deben evitar durante el embarazo. Sin embargo, en raras ocasiones, son necesarias para tratar la insuficiencia cardíaca grave. Tomar fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE, como el ibuprofeno) durante el embarazo también puede reducir la cantidad de líquido amniótico.
Muy poco líquido amniótico (oligohidramnios) también puede causar problemas, como los siguientes:
Restricción del crecimiento intrauterino: El feto no ha crecido tanto como se esperaba
Deformidades de las extremidades y faciales (si la cantidad de líquido se reduce en gran medida y comienza al principio del embarazo)
Maduración pulmonar tardía o incompleta
Incapacidad del feto para tolerar el parto, lo que lleva a la necesidad de un parto por cesárea
Muerte fetal
Síntomas de los problemas del líquido amniótico
Por lo general, el hecho de tener un exceso o un defecto de líquido amniótico no causa síntomas en la mujer. La mujer puede notar que el feto no se mueve tanto como en etapas anteriores del embarazo. A veces, cuando la cantidad de líquido amniótico en exceso es elevada, la mujer tiene dificultad para respirar o contracciones dolorosas antes de la fecha prevista.
Los trastornos que causan o contribuyen a una cantidad excesiva o insuficiente de líquido amniótico pueden causar síntomas.
Diagnóstico de los problemas con el líquido amniótico
Evaluación médica
Ecografía
Pruebas para identificar la causa
Los médicos pueden sospechar que hay un exceso o un defecto de líquido amniótico cuando el útero es muy grande o muy pequeño para la duración del embarazo o cuando el feto no se mueve tanto como se esperaba.
A veces, el problema se detecta incidentalmente durante la ecografía. Si se detecta un problema, los médicos pueden usar la ecografía para determinar la cantidad de líquido amniótico presente.
Si los médicos detectan un exceso o un defecto de líquido amniótico, verifican una posible causa. Por ejemplo, pueden examinar la vagina y el cuello uterino para determinar si las membranas que rodean al feto se han roto demasiado pronto.
Se pueden hacer análisis de sangre para detectar trastornos que puedan afectar el líquido amniótico (como diabetes). Se pueden realizar una ecografía y otras pruebas (posiblemente amniocentesis) para detectar defectos congénitos y defectos genéticos en el feto.
Tratamiento de los problemas del líquido amniótico
Ecografía para controlar el crecimiento del feto y medir las concentraciones de líquido amniótico
Monitorización de la frecuencia cardíaca del feto
Tratamiento de cualquier trastorno subyacente
Algunas veces, extracción de líquido amniótico
Parto
Se hace una ecografía regularmente para controlar el crecimiento del feto y para medir las concentraciones de líquido amniótico. El ritmo cardíaco del feto también se controla regularmente, mientras está quieto y mientras se mueve. Esta prueba se realiza para verificar el bienestar del feto (lo que se denomina cardiotocografía en reposo).
Se trata cualquier trastorno subyacente, como la diabetes y la hipertensión arterial.
Cuando hay demasiado líquido amniótico, los médicos rara vez eliminan el exceso. No obstante, el exceso de líquido amniótico se puede extraer con una aguja a través del abdomen de la madre:
Cuando el parto comienza en breve.
La madre tiene problemas graves
Cuando hay demasiado líquido amniótico, en ciertos casos los médicos planean el nacimiento del bebé a las 39 semanas de gestación aproximadamente.
Cuando hay muy poco líquido amniótico, la mayoría de los expertos pueden recomendar el parto entre las semanas 36 y 37, dependiendo del estado del feto.