Las catinonas son compuestos relacionados con el alcaloide estimulante derivado de la planta Catha edulis (khat).
La planta khat es nativa del Cuerno de África y la península Arábiga. Sus hojas contienen catinona, un alcaloide similar a la anfetamina. Durante siglos, los habitantes de la zona nativa de la planta han masticado las hojas para lograr un efecto euforizante y estimulante suave. En esas regiones, masticar khat es a menudo una actividad social, similar al consumo de café en otras sociedades. Recientemente, el consumo de khat se ha extendido a otros países y, más recientemente, una serie de derivados de alcaloide de base se han sintetizado y se convirtieron en drogas de abuso.
Los derivados incluyen las drogas conocidas como sales de baño, que a menudo contienen las catinonas sustituidas mefedrona o metilendioxipirovalerona. Sin embargo, las estructuras químicas reales varían en función de cómo se producen. Las catinonas pueden inhalarse, ingerirse, fumarse y, a veces, inyectarse. Los productos se han denominado "sales de baño" debido a su parecido con las sales de Epsom, y la etiqueta indica "no apto para consumo humano" a fin de evitar problemas legales. El uso informado de catinonas sustituidas aumentó varios miles de veces de 2010 a 2011, y la incautación mundial de compuestos relacionados por parte de las autoridades de control de drogas aumentó significativamente a principios de 2017 respecto de un período comparable de 2016.
Fisiopatología de la toxicidad de la catinona
Los efectos fisiológicos de las catinonas sustituidas son similares a los de las anfetaminas e incluyen la posibilidad de causar un infarto de miocardio, rabdomiólisis, insuficiencia renal e insuficiencia hepática. Sin embargo, se desconoce el mecanismo exacto responsable del daño en los órganos.
Signos y síntomas de toxicidad por catinona
Los pacientes pueden presentar dolor de cabeza, taquicardia y palpitaciones, alucinaciones, agitación, un aumento de la resistencia y la tolerancia al dolor, y propensión a la conducta violenta.
Diagnóstico de toxicidad por catinona
Por lo general, un diagnóstico clínico
El diagnóstico se realiza mediante la evaluación clínica; no se detectan catinonas sustituidas con la evaluación de rutina de orina o sangre. En los pacientes con intoxicación aguda grave, se debe evaluar la presencia de rabdomiólisis y pueden ser necesarios análisis de sangre (hemograma completo, electrolitos, nitrógeno ureico en sangre, creatinina, creatina cinasa), pruebas en orina para mioglobinuria y ECG.
Tratamiento de la toxicidad por catinona
Sedación
Tratamiento de sostén
La sedación con benzodiacepinas, líquidos IV y cuidados de soporte son típicamente adecuados. Los pacientes con hipertermia, taquicardia persistente o agitación y creatinina sérica elevada deben internarse para identificar rabdomiólisis y daño cardíaco y renal.