El trabajo de parto prolongado es la dilatación cervical o el descenso fetal anormalmente lentos durante la primera o la segunda etapa del trabajo de parto. La detención del trabajo de parto es una pausa completa en el progreso del trabajo de parto. El diagnóstico es clínico. El tratamiento se realiza con oxitocina, parto vaginal operatorio (instrumental) o cesárea.
En la primera etapa del trabajo de parto, la dilatación cervical puede ser gradual durante la fase latente, pero luego se acelera durante la fase activa, comenzando con ≥ 4 a 6 cm (1).
Referencia general
1. Zhang J, Landy HJ, Branch DW, et al: Contemporary patterns of spontaneous labor with normal neonatal outcomes. Obstet Gynecol 116 (6):1281–1287, 2010. doi: 10.1097/AOG.0b013e3181fdef6e
Etiología del trabajo de parto prolongado o detenido
El trabajo de parto prolongado puede producirse por una desproporción fetopelviana (el feto no puede pasar por la pelvis materna), que puede deberse a una pelvis materna anormalmente pequeña o a un feto anormalmente grande o mal posicionado (presentación, situación o posición anormales).
Otra de las causas del trabajo de parto prolongado son las contracciones uterinas demasiado débiles o infrecuentes (disfunción uterina hipotónica) o, a veces, demasiado potentes o demasiado frecuentes (disfunción uterina hipertónica).
Diagnóstico del trabajo de parto prolongado o detenido
Examen cervical
Evaluación de las contracciones uterinas
El diagnóstico del trabajo de parto prolongado es clínico.
Si se identifica una causa, puede contribuir a la decisión de continuar el trabajo de parto o de proceder con un parto vaginal operatorio o una cesárea.
La estimación del peso fetal a través del examen físico o la ecografía cuando la paciente se encuentra en la primera etapa del trabajo de parto es útil para determinar si existe macrosomía fetal (peso fetal > 5000 g [> 4500 g en mujeres diabéticas]). Además de ser una causa de trabajo de parto prolongado, la macrosomía fetal también es un factor de riesgo para la distocia de hombros y la laceración perineal grave, y se deben hacer preparativos apropiados.
La disfunción uterina se diagnostica evaluando la fuerza y la frecuencia de las contracciones mediante la palpación del útero o con el uso de un catéter de presión intrauterina.
La determinación de los criterios convencionales para definir el trabajo de parto prolongado o detenido en cada etapa del trabajo de parto ha sido objeto de controversia, y no hay definiciones establecidas. Los criterios comúnmente utilizados para definir el trabajo de parto prolongado o detenido en cada etapa o fase incluyen:
Primera etapa, fase latente: se considera prolongada cuando dura > 20 horas en pacientes nulíparas o > 14 horas en pacientes multíparas (algunos estudios han informado duraciones más largas) (1).
Primer estadio, fase activa: se considera prolongada cuando, después de alcanzar una dilatación de 6 cm, la velocidad de dilatación del cuello uterino es < 1,2 cm/hora en pacientes nulíparas o < 1,5 cm/hora en pacientes multíparas. La detención de la fase activa se define típicamente como la ausencia de cambios en la dilatación cervical durante 2 a 4 horas.
Segunda etapa: la detención se define con al menos 3 horas de pujos en mujeres nulíparas o al menos 2 horas en mujeres multíparas (se debe agregar 1 hora a estas definiciones cuando se utiliza anestesia epidural) (2).
Tercera etapa: la duración normal es ≤ 30 minutos.
Referencias del diagnóstico
1. Tilden EL, Phillippi JC, Ahlberg M, et al: Describing latent phase duration and associated characteristics among 1281 low-risk women in spontaneous labor. Birth 46(4):592-601, 2019. doi:10.1111/birt.12428
2. Obstetric care consensus no. 1: safe prevention of the primary cesarean delivery. Obstet Gynecol. 123(3):693-711, 2014. doi:10.1097/01.AOG.0000444441.04111.1d
Tratamiento del trabajo de parto prolongado o detenido
Oxitocina
A veces, parto operatorio si la segunda etapa del trabajo de parto se prolonga
Cesárea
Si la primera y segunda etapa del trabajo de parto se encuentra prolongada o detenida y el peso fetal es < 5.000 g (< 4.500 g en mujeres diabéticas), el trabajo de parto puede potenciarse con oxitocina, que es el tratamiento de la disfunción hipotónica. Si se restablece el progreso, el trabajo de parto puede proceder. Si no, puede requerirse una cesárea.
Si un trabajo de parto en la segunda etapa es prolongada, maniobras con fórceps o un extractor por vacío pueden ser apropiadas después de valorar el tamaño fetal, la presentación y la estación (2 cm por debajo de las espinas isquiáticas maternas [+2] o más bajo) y también la pelvis materna.
La disfunción uterina hipertónica es difícil de tratar, pero el reposicionamiento, los tocolíticos de acción corta (p. ej., terbutalina 0,25 mg IV 1 vez), interrumpir la oxitocina si está usándose y los analgésicos pueden ayudar.
Referencia del tratamiento
1. Spong CY, Berghella V, Wenstrom KD, et al: Preventing the first cesarean delivery: Summary of a Joint Eunice Kennedy Shriver National Institute of Child Health and Human Development, Society for Maternal-Fetal Medicine, and American College of Obstetricians and Gynecologists Workshop. Obstet Gynecol 120 (5):1181–1193, 2012. doi: http://10.1097/AOG.0b013e3182704880
Conceptos clave
El trabajo de parto prolongado puede ser el resultado de una desproporción fetopélvica o de contracciones uterinas que son demasiado débiles o infrecuentes o, en ocasiones, demasiado intensas o muy frecuentes.
La disfunción uterina se diagnostica evaluando la fuerza y la frecuencia de las contracciones mediante la palpación del útero o con el uso de un catéter de presión intrauterina.
Si la primera o la segunda etapa del trabajo de parto avanza muy lentamente el peso fetal es apropiado para la edad gestacional, se puede acelerar el trabajo de parto con oxitocina; si el tratamiento no tiene éxito, la causa puede ser una desproporción fetal o una disfunción hipotónica que no responde al tratamiento y que es posible que requiera un parto por cesárea.
Si la segunda etapa del trabajo de parto es prolongada, se puede considerar la extracción con fórceps o ventosa extractora (vacuum), si corresponde, después de evaluar el tamaño, la posición y el plano de descenso del feto, así como la pelvis materna.
Para la disfunción uterina hipertónica, considerar el reposicionamiento, los tocolíticos de acción corta, la suspensión de la oxitocina si está usándose y analgésicos.