La medicina de cuidados críticos se especializa en el cuidado de los pacientes en estado más grave. Estos pacientes deben ser tratados por personal especializado en una unidad de cuidados intensivos. En algunos hospitales existen unidades separadas para distinto tipo de patologías (p. ej., pacientes cardíacos, trasplante, trauma, quirúrgicos, neurológicos, pediátricos o neonatos). En las unidades de cuidados intensivos, la relación enfermeros:pacientes es elevada para poder brindar el servicio intensivo necesario, que incluye el tratamiento y la monitorización de parámetros fisiológicos.
El tratamiento de los pacientes en las unidades de cuidados intensivos incluye una adecuada nutrición y tratamiento y prevención de las infecciones, manejo de úlceras por estrés y la gastritis, y prevención y manejo de la embolia pulmonar. Como el 15 al 25% de los pacientes admitidos en unidad de cuidados intensivos mueren en ese sitio, el médico debe tratar de minimizar el sufrimiento y ayudar al paciente moribundo a tener una muerte digna.