La celulitis preseptal es la infección de los párpados y de la piel y los tejidos alrededor de la parte frontal del ojo.
(Véase también Introducción a los trastornos de la cavidad ocular).
Tanto la celulitis preseptal como la celulitis orbitaria son más frecuentes en niños. La celulitis preseptal es mucho frecuente que la celulitis orbitaria. Sin embargo, la celulitis orbitaria es más peligrosa.
La celulitis preseptal suele estar causada por la diseminación de una infección facial o de los párpados, la mordedura infectada de un animal o la picadura de algún insecto, chalazión o orzuelo o sinusitis.
Foto cortesía de James Garrity, MD.
Síntomas de la celulitis preseptal
Los tejidos que rodean el ojo de las personas con celulitis preseptal se inflaman, están calientes, se vuelven dolorosos al tacto y suelen enrojecerse. Puede aparecer fiebre. A veces el párpado está tan inflamado que no puede abrirse fácilmente. Sin embargo, una vez que se abren los párpados, los movimientos oculares y la visión no están deteriorados, y el globo ocular no protruye.
Diagnóstico de celulitis preseptal
Exploración médica
En ocasiones tomografía computarizada o resonancia magnética nuclear
Por lo general, los médicos pueden diagnosticar la celulitis preseptal a partir de los síntomas, aunque el diagnóstico también puede ser una infección posiblemente más grave: la celulitis orbitaria.
La fascitis necrosante es una infección de tejidos blandos que puede afectar la cavidad ocular. Esto causa una forma grave de celulitis preseptal que puede invadir rápidamente los tejidos circundantes y causar su muerte (necrosis). Esta es una infección grave que debe tratarse con prontitud.
Se realiza una tomografía computarizada (TC) o una resonancia magnética nuclear (RMN) para diagnosticar estas infecciones más graves.
Tratamiento de la celulitis preseptal
Antibióticos
El tratamiento de la celulitis preseptal consiste en antibióticos por vía oral (por ejemplo, amoxicilina-ácido clavulánico). Si la persona sufre una infección grave o no puede tomar pastillas, se recomienda la hospitalización y se administran antibióticos por vía intravenosa. Las personas deben ser controladas de cerca por un médico y la consulta con un oftalmólogo (un médico especializado en trastornos oculares) es adecuada en casos graves.
El tratamiento con antibióticos por vía intravenosa y la extirpación quirúrgica del tejido afectado suelen ser eficaces para la fascitis necrotizante.