La celulitis orbitaria es una infección que afecta el tejido en el interior de la órbita y en la zona situada alrededor del ojo y detrás de este.
La infección puede extenderse a la órbita desde su lugar de origen, que pueden ser los senos paranasales.
Los síntomas incluyen dolor, inflamación, enrojecimiento ocular, fiebre, ojo protuberante, visión defectuosa y deterioro de los movimientos oculares.
Suele realizarse una tomografía computarizada o una resonancia magnética de las órbitas.
Se administran antibióticos por vía intravenosa y se ingresa a la persona afectada en el hospital.
(Véase también Introducción a los trastornos de la cavidad ocular).
Tanto la celulitis orbital como la celulitis preseptal son más frecuentes en niños. La celulitis preseptal es mucho frecuente que la celulitis orbitaria. Sin embargo, la celulitis orbitaria es más peligrosa.
La celulitis orbitaria suele estar causada por la diseminación de una infección desde los senos paranasales a la órbita, aunque también puede propagarse desde la dentadura o desde el torrente sanguíneo. La mordedura de un animal, la picadura de un insecto u otra herida en los párpados también pueden propagar la infección y producir celulitis orbitaria. Un cuerpo extraño en la órbita, especialmente si es orgánico (por ejemplo, madera), también puede causar celulitis orbitaria.
Sin un tratamiento adecuado, la celulitis orbitaria puede provocar ceguera y enfermedad grave. La infección puede extenderse a las meninges del cerebro y la médula espinal, causando meningitis. Pueden formarse coágulos de sangre que circulan por las venas alrededor del ojo hasta alcanzar una vena grande situada en la base del encéfalo (el seno cavernoso), lo que origina un grave trastorno denominado trombosis del seno cavernoso.
Síntomas de la celulitis orbitaria
Los síntomas de la celulitis orbitaria consisten en
Dolor
Abultamiento de un ojo (proptosis)
Ojo rojo
Movimiento ocular reducido
Dolor con el movimiento ocular
Fiebre
Fotos cortesía de James Garrity, MD.
A largo plazo, la visión se encuentra afectada.
Diagnóstico de celulitis orbitaria
Tomografía computarizada o resonancia magnética nuclear
Cultivos de sangre y muestras de los senos nasales
Por lo general, el médico puede reconocer la celulitis orbitaria sin necesidad de recurrir a pruebas diagnósticas. Aun así, se suele realizar una tomografía computarizada (TC) o una resonancia magnética nuclear (RMN) para confirmar el diagnóstico. Asimismo, puede ser necesario llevar a cabo una evaluación adicional para averiguar la causa, que incluya una revisión de la dentadura y la boca, y una TC o una RMN de los senos paranasales.
A menudo el médico extrae muestras de los senos paranasales y muestras de sangre, y las envía al laboratorio para su análisis. Se realizan cultivos de las muestras para hacer crecer los microorganismos presentes en ellas con el fin de averiguar qué bacterias están causando la infección, qué áreas están infectadas y qué antibiótico debe utilizarse. Una persona con celulitis orbitaria se somete a un examen más detallado realizado por un oftalmólogo (un médico especializado en trastornos oculares).
Tratamiento de la celulitis orbitaria
Antibióticos
Cirugía
Las personas con celulitis orbitaria suelen ser ingresadas en el hospital. El tratamiento antibiótico debe iniciarse tan pronto como sea posible, antes de conocer los resultados de las pruebas de laboratorio. Los antibióticos se administran por vía intravenosa. El antibiótico utilizado al principio puede cambiarse si los resultados del cultivo indican que otro podría resultar más efectivo. En ocasiones se recurre a la cirugía si existe deterioro visual, para drenar un foco de infección (absceso) o un seno paranasal infectado, para retirar algún cuerpo extraño, o para ayudar a tratar la infección si los antibióticos no son eficaces por sí solos.