Trasplante de células madre

PorMartin Hertl, MD, PhD, Rush University Medical Center
Revisado/Modificado ago 2022 | Modificado sept 2022
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El trasplante de células madre consiste en la extracción de células madre (células no diferenciadas) de una persona sana y su inyección en otra persona que sufre un trastorno sanguíneo grave.

(Véase también Introducción al trasplante.)

Las células madre (progenitoras) son células no especializadas que dan lugar a otras más especializadas. Las células madre se pueden obtener de

  • Sangre extraída de una vena

  • Médula ósea (trasplante de médula ósea)

  • La sangre del cordón umbilical de un bebé después de su nacimiento (donado por la madre)

Como fuente de células, se prefiere la sangre a la médula ósea, ya que el procedimiento de obtención es menos invasivo y el número de células sanguíneas (hemograma) vuelve a la normalidad con más rapidez. Por lo general, las células madre de cordón umbilical solo se utilizan con niños porque la sangre del cordón umbilical no contiene suficientes células madre para su administración en adultos.

¿Qué son las células madre?

Las células madre (progenitoras) son células indiferenciadas que tienen el potencial de convertirse en uno de los 200 tipos de células del organismo, incluidas las células sanguíneas, nerviosas, musculares, cardíacas, glandulares y cutáneas.

Se puede estimular a algunas células madre para que se conviertan en cualquier tipo de célula del organismo. Otras ya están parcialmente diferenciadas, por lo que solo se pueden transformar, por ejemplo, en algúnos tipos de células nerviosas.

Las células madre se dividen, con lo que producen más células madre, hasta que se les estimula para que se especialicen. Luego, a medida que continúan dividiéndose, se vuelven más y más especializadas, hasta que pierden la capacidad de convertirse en cualquier tipo de célula.

Se espera que las células madre puedan utilizarse para reparar o para reemplazar células de tejidos dañados o destruidos a causa de trastornos como la enfermedad de Parkinson, la diabetes y lesiones de la médula espinal. Al activar ciertos genes, se puede lograr que las células madre se especialicen y se conviertan en el tipo de células que deben ser reemplazadas.

En la actualidad se pueden obtener células madre de las fuentes siguientes:

  • Embriones

  • Feto

  • Sangre del cordón umbilical

  • Médula ósea de niños o adultos

  • Células madre pluripotentes inducidas (ciertas células de personas adultas que pueden ser modificadas para que se comporten como células madre)

Embriones: durante la fecundación in vitro, se colocan en una placa de cultivo espermatozoides procedentes del hombre y varios óvulos de la mujer. Un espermatozoide fecunda el óvulo y la célula resultante se divide, lo que da lugar a un embrión. Varios de los embriones de apariencia más saludable se colocan en el útero de la mujer, mientras que el resto se descartan o congelan para ser utilizados más tarde, si fuera necesario.

Las células madre se obtienen de los embriones no utilizados. Dado que, entonces, los embriones pierden la capacidad de crecer hasta formar un ser humano completo, el uso de células madre de embriones es objeto de controversia. No obstante, se piensa que esas células madre tienen un enorme potencial para producir diferentes tipos de células y para sobrevivir después de ser trasplantadas.

Fetos: después de 8 semanas de desarrollo, un embrión se denomina feto. Se pueden obtener células madre a partir de fetos provenientes de abortos espontáneos o provocados.

Cordón umbilical: se pueden obtener células madre de la sangre contenida en el cordón umbilical o en la placenta tras el nacimiento de un bebé. Estas células madre pueden producir distintos tipos de células sanguíneas.

Niños y adultos: la médula ósea y la sangre de niños y adultos contienen células madre que solo pueden producir células sanguíneas. Este tipo de células madre es el que se usa con más frecuencia en los trasplantes.

Células madre pluripotentes inducidas: se están investigando nuevas maneras de inducir a otras células (como las presentes en la sangre o en la piel) para actuar como células madre. Estas células se obtienen de adultos. Una manera de inducir a estas células consiste en inyectarles un material que afecta a sus genes mediante un proceso que se denomina reprogramación.

El desarrollo y el uso de células madre inducidas aún se encuentra en fase de experimentación.

Aunque las células madre pueden convertirse en teoría en cualquier otro tipo de célula, en la práctica, el trasplante de células madre se utiliza principalmente como parte del tratamiento para trastornos sanguíneos como la leucemia, ciertos tipos de linfoma (incluyendo linfoma de Hodgkin), la anemia aplásica, la talasemia, la anemia de células falciformes (drepanocitosis o anemia drepanocítica). A veces, el trasplante de células madre se utiliza para tratar trastornos metabólicos o de inmunodeficiencia congénitos (como la enfermedad granulomatosa crónica).

También se pueden trasplantar células madre a personas que han recibido dosis altas de quimioterapia o de radioterapia para tratar ciertos tipos de cáncer. Tales tratamientos destruyen la médula ósea, que es la que produce células madre. De vez en cuando, los trasplantes de células madre se pueden utilizar para reemplazar células de la médula ósea que han sido destruidas durante el tratamiento de cánceres de órganos, como el cáncer de mama o el neuroblastoma (un cáncer frecuente en la infancia que se origina en el tejido nervioso). La comunidad médica está estudiando cómo usar el trasplante de células madre para tratar algunos trastornos autoinmunitarios, como la esclerosis múltiple.

Un porcentaje situado aproximadamente entre el 30 y el 40% de las personas que padecían linfoma y entre el 20 y el 50% de las que padecían leucemia se mantienen sin cáncer después de los tratamientos, incluido un trasplante de células madre. Además, este procedimiento prolonga la vida en pacientes con mieloma múltiple, aunque es menos eficaz en el cáncer de mama.

Procedimiento para el trasplante de células madre (progenitoras)

Las células madre pueden ser

  • Células de la propia persona (trasplante autólogo, autotrasplante)

  • Células de un donante (trasplante alogénico)

Si los pacientes con cáncer reciben sus propias células madre, estas deben recolectarse antes de la quimioterapia o de la radioterapia, ya que estos procedimientos pueden dañarlas. Las células se vuelven a inyectar en el organismo después del tratamiento.

Si las células madre proceden de un donante, el receptor debe tomar medicamentos que inhiben el sistema inmunitario (inmunosupresores) antes del trasplante de las células.

Si las células madre están destinadas a reemplazar a las células hematopoyéticas de la médula ósea del receptor, se le administra una combinación de fármacos y tratamientos de radiación para eliminar las células de la médula ósea que evitarían la supervivencia de las células trasplantadas.

Células madre de la sangre

También se pueden obtener de la sangre de personas adultas durante un procedimiento ambulatorio. Primero, unos cuantos días antes de la obtención de las células madre, se administran al donante fármacos que inducen a la médula ósea a que libere más células madre al torrente sanguíneo (conocidos como factores estimuladores de colonias). A continuación, se extrae sangre con ayuda de un catéter insertado en un brazo y se la hace circular por una máquina que separa de ella las células madre. El resto de la sangre se devuelve al donante mediante un catéter introducido en el otro brazo. Por lo general, se requieren unas 6 sesiones de entre 2 y 4 horas cada una a lo largo de varios días para obtener una cantidad suficiente de células madre. Estas se pueden conservar congeladas para su uso posterior. Las células madre también pueden obtenerse del cordón umbilical de un bebé después del parto y congelarse para su uso futuro.

Células madre de la médula ósea

En el trasplante de médula ósea, se aplica anestesia general o local al donante. Después, se extrae la médula ósea de la cadera con una jeringa. Esta extracción dura aproximadamente una hora.

Al receptor

Las células madre obtenidas se inyectan en la vena del receptor a lo largo de 1 o 2 horas. Estas células inyectadas migran hacia los huesos del receptor y comienzan a multiplicarse en ellos y a producir células sanguíneas.

Después del trasplante de células madre (progenitoras)

Después del trasplante, se administran medicamentos para prevenir complicaciones (véase más abajo).

Los receptores de un trasplante de células madre suelen permanecer en el hospital durante 1 o 2 meses.

Tras ser dados de alta del hospital deben acudir a visitas de control programadas cada cierto tiempo. La mayoría de las personas tardan por lo menos 1 año en recuperarse.

Complicaciones del trasplante de células madre (progenitoras)

Infecciones

El trasplante de células madre es peligroso porque la quimioterapia y la radioterapia han destruido los glóbulos blancos (leucocitos) del receptor o provocado que su número disminuya. Como resultado, el riesgo de infección es muy elevado durante aproximadamente 2 o 3 semanas, hasta que las células madre donadas son capaces de producir suficientes glóbulos blancos (leucocitos) para proteger al organismo contra las infecciones.

El riesgo de infección se puede reducir manteniendo al receptor aislado durante cierto tiempo (hasta que las células trasplantadas empiecen a producir células sanguíneas). Durante este tiempo, todos aquellos que entren en la habitación del receptor deben usar máscaras y batas y lavarse las manos cuidadosamente.

Al receptor se le administran

  • Factores estimuladores de colonias, que estimulan la producción de células sanguíneas (incluyendo glóbulos blancos, que ayudan a combatir la infección)

  • Fármacos antimicrobianos para contribuir a reducir la infección

Enfermedad del injerto contra el huésped

La nueva médula ósea obtenida de otra persona puede producir células que atacan a las células del receptor, lo que causa la enfermedad de injerto contra huésped. Esta enfermedad causa la muerte de aproximadamente el 20 al 40% de las personas que la desarrollan.

Por tanto, si la médula ósea provino de otro donante, a los receptores se les administran inmunodepresores con el fin de prevenir la enfermedad de injerto contra huésped y el rechazo.

Recidiva del trastorno original

La reaparición del trastorno original depende de

  • Cuál fue el trastorno original

  • Cuál fue su gravedad

  • El tipo de trasplante utilizado

El trastorno original reaparece en

  • entre el 40 y el 75% de las personas que reciben sus propias células madre

  • entre el 10 y el 40% de las personas que reciben células madre de donante

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