La mayoría de los tumores del intestino delgado son benignos. Entre ellos se incluyen tumores de las células grasas (lipomas), células nerviosas (neurofibromas), células del tejido conjuntivo (fibromas) y células musculares (leiomiomas).
Síntomas de los tumores no cancerosos del intestino delgado
La mayoría de los tumores benignos del intestino delgado no causan síntomas. Sin embargo, los más grandes pueden causar dolor, la presencia de sangre en las heces, una obstrucción intestinal parcial o completa o una estrangulación intestinal si un segmento del intestino se introduce en una zona adyacente (un trastorno conocido como invaginación intestinal). Algunos tumores benignos segregan hormonas (véase Gastrinoma) o sustancias parecidas a las hormonas (véase Vipoma) que pueden causar síntomas como diarrea o sofocos.
Diagnóstico de los tumores no cancerosos del intestino delgado
Enteroclisis
Endoscopia
Endoscopia con videocápsula
Los médicos suelen efectuar una enteroclisis. En este procedimiento, se introduce una gran cantidad de líquido de bario por un tubo en la nariz y se hacen radiografías en las que se aprecia cómo el bario se mueve a través del tubo digestivo. A veces, este procedimiento se realiza con una tomografía computarizada (TC) en lugar de con radiografías simples, en cuyo caso la persona puede beber el bario en lugar de someterse a la inserción de un tubo por la nariz.
El médico puede utilizar un endoscopio (un tubo flexible de visualización) introducido a través de la boca hasta el duodeno y parte del yeyuno (las secciones superior y mediana del intestino delgado), para localizar el tumor y realizar una biopsia (extracción de una muestra de tejido para su examen al microscopio). El médico, a veces, puede ver tumores del íleon (la porción baja del intestino delgado) pasando un colonoscopio (un endoscopio usado para ver la parte inferior del tubo digestivo) por el ano, a través de la totalidad del intestino grueso y hasta el íleon.
En la endoscopia con videocápsula, el paciente ingiere una cápsula que funciona con una batería y contiene una o dos pequeñas cámaras de vídeo que permiten obtener imágenes de los tumores del intestino delgado.
A veces, se requiere cirugía exploratoria para identificar un tumor en el intestino delgado.
Tratamiento de los tumores no cancerosos del intestino delgado
Varios métodos de eliminación
Los pequeños crecimientos no cancerosos pueden destruirse mediante tratamientos que se realizan al mismo tiempo que la endoscopia. Estos tratamientos incluyen la aplicación de una corriente eléctrica (electrocauterización) o calor (obliteración térmica) directamente al tumor o dirigiendo un rayo de luz de alta energía al sitio afectado (fototerapia con láser).
Para lesiones mayores, suele ser necesaria la cirugía.