La asbestosis es la formación extensa de tejido fibroso en los pulmones causada por la aspiración del polvo de amianto (asbesto).
La asbestosis (amiantosis) causa dificultad respiratoria y una disminución de la capacidad para hacer ejercicio.
El diagnóstico se hace generalmente con radiografías de tórax y tomografía computarizada.
El tratamiento consiste en la administración de oxígeno y otras medidas destinadas a facilitar la respiración.
La asbestosis se puede prevenir reduciendo al mínimo la exposición al asbesto.
(Véase también Introducción a los trastornos relacionados con el amianto y Introducción a las enfermedades pulmonares ambientales y profesionales.)
El asbesto (amianto) es una familia de silicatos naturales (que son un tipo de mineral) cuyas propiedades resistentes al calor y estructurales son útiles en materiales de construcción y construcción naval, frenos de automóviles y algunos tejidos.
La asbestosis es una forma de enfermedad pulmonar intersticial causada por la exposición al asbesto (amianto). El periodo entre la exposición al asbesto (amianto) y la presentación de la enfermedad suele ser de 20 a 40 años. La asbestosis aparece antes en personas que han tenido una exposición más prolongada e intensa al asbesto (amianto).
Factores de riesgo
La exposición ocupacional directa sigue siendo la causa predominante de las enfermedades relacionadas con el asbesto (amianto). En la mayoría de los países desarrollados, el consumo de asbesto (amianto) ha disminuido en las últimas décadas. El asbesto (amianto) todavía se puede encontrar en los materiales de construcción antiguos y en algunos productos y hoy en día la mayoría de las exposiciones ocupacionales ocurren durante la reparación, la rehabilitación, la eliminación o el mantenimiento de productos que contienen asbesto (amianto) instalados en épocas anteriores. Los niveles de exposición en el lugar de trabajo eran generalmente mucho más elevados en el pasado.
Las ocupaciones que tradicionalmente se asociaban a un mayor riesgo de exposición son los oficios de la construcción (aisladores, instaladores de tuberías, carpinteros, electricistas, techadores, yeseros), trabajadores de mantenimiento, trabajadores de astilleros y personal de la Armada, caldereros y trabajadores de hornos, mecánicos de frenos de automóviles y personas relacionadas con la extracción y el procesamiento del asbesto (amianto).
Síntomas de la asbestosis
Los síntomas de la asbestosis aparecen gradualmente. Los primeros síntomas son una leve dificultad respiratoria y la disminución de la capacidad para hacer ejercicio.
En general, la asbestosis progresa lentamente durante muchos años y puede continuar progresando después de que la persona ya no esté expuesta al asbesto (amianto).
Los casos graves pueden provocar dificultad respiratoria grave y un tipo de insuficiencia cardíaca denominada cor pulmonale (también conocida como corazón pulmonar o cardiopatía pulmonar).
Diagnóstico de la asbestosis
Antecedentes de exposición al amianto
Pruebas de imagen del tórax (radiografía o, preferiblemente, tomografía computarizada de alta resolución)
El diagnóstico de asbestosis se basa en los antecedentes de exposición al asbesto (amianto) y en las pruebas de imagen del tórax, como la radiografía de tórax o la tomografía computarizada (TC) de alta resolución.
El lavado broncoalveolar (un procedimiento mínimamente invasivo que consiste en instilar agua salada estéril en los pulmones y luego extraer el líquido para su análisis) o la biopsia pulmonar son potencialmente útiles cuando el diagnóstico es incierto. El hallazgo de fibras de asbesto (amianto) y/o de cuerpos de amianto puede ayudar a apoyar el diagnóstico, pero no es necesario.
Es muy poco frecuente la necesidad de una biopsia pulmonar para realizar el diagnóstico.
Tratamiento de la asbestosis
Tratamientos para aliviar los síntomas
No existen tratamientos específicos. Se debe evitar una posterior exposición al asbesto (amianto).
La mayoría de los tratamientos para la asbestosis tienen como objetivo aliviar los síntomas. La oxigenoterapia alivia la dificultad respiratoria. Fármacos y otras medidas, entre ellas la limitación de la ingesta de sal y la disminución de peso si es necesario, pueden ayudar a aliviar la insuficiencia cardíaca.
Los agentes antifibróticos (por ejemplo, pirfenidona y nintedanib) y los fármacos inmunodepresores (por ejemplo, ciclofosfamida y azatioprina) utilizados en otras enfermedades pulmonares intersticiales pueden ser eficaces.
La rehabilitación pulmonar puede ayudar a la persona afectada a sobrellevar sus síntomas y mejorar su calidad de vida.
Las personas con enfermedad avanzada pueden ser candidatas a un trasplante de pulmón.
Las personas con asbestosis deben ser vacunadas contra la gripe, la COVID-19 y la neumonía.
Pronóstico de la asbestosis
La asbestosis suele progresar lentamente durante muchos años. Muchas personas presentan síntomas leves y se encuentran bien, mientras que otras desarrollan dificultad respiratoria progresiva. Algunos desarrollan insuficiencia respiratoria e insuficiencia cardíaca.
Las personas con asbestosis corren un riesgo significativamente mayor de sufrir cáncer de pulmón. Además, el tabaquismo aumenta el riesgo de cáncer de pulmón en personas expuestas al asbesto (amianto).
Prevención de la asbestosis
Las medidas preventivas consisten en la eliminación de la exposición, la reducción del asbesto (amianto) en entornos ocupacionales y no ocupacionales y dejar de fumar. Las personas que fuman y han estado en contacto con el asbesto (amianto) pueden reducir su riesgo de cáncer de pulmón dejando de fumar y deben seguir las recomendaciones de cribado del cáncer de pulmón mediante tomografía computarizada (TC).