La trombosis venosa superficial es la inflamación y la coagulación en una vena superficial, por lo general en los brazos o las piernas.
La piel que se encuentra sobre la vena se vuelve roja, hinchada y dolorosa.
Suele ser suficiente con examinar la zona, sin necesidad de realizar ningún análisis.
Puede ser necesario tomar analgésicos para aliviar el dolor hasta que el trastorno se resuelva.
(Véase también Introducción al sistema venoso.)
La trombosis venosa profunda afecta con más frecuencia a las venas superficiales (venas situadas justo debajo de la piel) de las piernas, pero también puede afectar a las venas superficiales de la ingle o de los brazos. Si aparece en los brazos, suele ser consecuencia de la introducción de un catéter intravenoso (IV). Si aparece en las piernas, suele estar causada por venas varicosas; Sin embargo, la mayoría de las personas con venas varicosas no desarrollan coágulos de sangre (trombosis).
Incluso una herida ligera puede causar la inflamación de una variz (flebitis). A diferencia de la trombosis venosa profunda, que produce muy poca inflamación, la trombosis venosa superficial implica una reacción inflamatoria súbita (aguda), por la que el coágulo de sangre (trombo) se adhiere con firmeza a las paredes de la vena y disminuye la probabilidad de que este se desprenda. A diferencia de las venas profundas, las venas superficiales no tienen músculos alrededor que las compriman y desalojen un coágulo sanguíneo. Por estas razones, la trombosis venosa superficial no suele conllevar el desprendimiento del trombo (embolia).
La flebitis migratoria o tromboflebitis migratoria es la trombosis venosa superficial que se produce repetidamente en las venas normales; puede indicar la presencia de una enfermedad grave subyacente, como el cáncer de un órgano interno. Cuando la flebitis migratoria y el cáncer de un órgano interno aparecen de forma simultánea, el trastorno se denomina síndrome de Trousseau.
Síntomas de la trombosis venosa superficial
El dolor y el edema (hinchazón) aparecen con rapidez en el área de la inflamación. La piel sobre la vena aparece de color rojo en la piel clara y puede ser de color púrpura o puede ser difícil de identificar en la piel oscura. La zona se siente caliente y muy sensible. Debido a que la sangre de la vena está coagulada, esta parece una cuerda dura por debajo de la piel y no blanda como una vena normal o una variz. Puede notarse dura a lo largo de toda su extensión.
Diagnóstico de trombosis venosa superficial
Exploración médica
Por lo general, la trombosis venosa superficial se reconoce por su aspecto. Generalmente no se requieren pruebas. Sin embargo, si aparece una trombosis venosa superficial por encima de la rodilla, de forma repentina y en un área sin venas varicosas, suele realizarse una ecografía para determinar si existe un coágulo sanguíneo en las venas profundas.
Tratamiento de la Trombosis venosa superficial
Compresas calientes y analgésicos para aliviar el dolor
Algunas veces un anticoagulante
Por lo general, la trombosis venosa superficial desaparece por sí sola. Aplicar compresas calientes y administrar analgésicos, como la aspirina (ácido acetilsalicílico) u otro antiinflamatorio no esteroideo (AINE) suele aliviar el dolor.
Aunque es habitual que la inflamación mejore en cuestión de días, pueden pasar varias semanas antes de que desaparezcan por completo las protuberancias y el dolor a la palpación. A veces, si la trombosis venosa superficial es muy extensa, también se administra heparina u otro anticoagulante para prevenir la coagulación de la sangre.