El trastorno de personalidad obsesivo-compulsiva (que es diferente del trastorno obsesivo-compulsivo) es una afección de la salud mental que se caracteriza por una preocupación generalizada por el orden, el perfeccionismo y el control (sin espacio para la flexibilidad o la eficiencia) que acaba afectando a la finalización de una tarea.
Las personas con un trastorno de personalidad obsesivo-compulsiva necesitan tener el control y hacer las cosas de una forma determinada en su búsqueda del perfeccionismo.
Los médicos diagnostican un trastorno de personalidad obsesivo-compulsiva basándose en síntomas específicos, como la preocupación por los detalles, las reglas, los horarios, la organización y las listas, así como el hecho de centrarse en hacer las tareas con tanta perfección que acaba afectando a su finalización.
La psicoterapia psicodinámica y la terapia cognitivo-conductual pueden ser beneficiosas.
Los trastornos de la personalidad son afecciones de la salud mental que se caracterizan por patrones de pensamiento, percepción, reacción y relación duraderos y repetitivos que provocan una angustia importante a la persona afectada y/o afectan su capacidad de desenvolverse.
Las personas con trastorno de personalidad obsesivo-compulsiva necesitan tener el control, por tanto tienden a hacer las cosas solas y a desconfiar de la ayuda de los demás.
El trastorno de personalidad obsesivo-compulsiva es uno de los trastornos de personalidad más frecuentes. Las estimaciones de su frecuencia varían, pero probablemente afecta a un porcentaje entre el 4 y el 8% de los estadounidenses. Es más frecuente entre los hombres.
Se cree que ciertos rasgos que se presentan en las familias (la compulsividad, un rango limitado de emociones y el perfeccionismo) contribuyen a este trastorno.
A menudo también están presentes otros trastornos. Las personas afectadas también suelen presentar una o más de una de las siguientes circunstancias:
Un trastorno depresivo como un trastorno depresivo mayor o un trastorno depresivo persistente
Un trastorno de ansiedad
El trastorno de personalidad obsesivo-compulsiva no es el mismo que el trastorno obsesivo compulsivo (TOC). A diferencia de un trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), el trastorno de personalidad obsesivo-compulsiva no implica verdaderas obsesiones (pensamientos recurrentes, no deseados e intrusivos que provocan una gran ansiedad) ni compulsiones (rituales que la persona se siente impulsada a hacer para controlar sus obsesiones), tales como el lavado de manos excesivo o el hecho de comprobar repetidamente si una puerta está cerrada. Además, las personas con TOC a menudo se sienten angustiadas por su falta de control sobre las compulsiones. En cambio, las personas con trastorno de personalidad obsesivo-compulsiva se sienten cómodas con su comportamiento obsesivo-compulsivo porque creen que es necesario para lograr sus objetivos de orden, perfeccionismo y control.
Síntomas del trastorno de personalidad obsesivo-compulsiva
Centrarse en el orden y el perfeccionismo
Las personas con trastorno de personalidad obsesivo-compulsiva están preocupadas por el orden, el perfeccionismo y el control de sí mismas y de las situaciones. Para mantener un sentido de control, estas personas se centran en reglas, detalles triviales, procedimientos, horarios y listas. Esta preocupación afecta su capacidad de ser flexibles, eficaces y abiertas a ideas distintas. Estas personas, rígidas y obstinadas en sus actividades, insisten en que todo se haga de una manera determinada.
Efectos sobre el trabajo
Debido a que las personas con este trastorno se centran en las reglas, los detalles y los problemas de organización, pierden de vista el objetivo principal de un proyecto o actividad. Estas personas revisan repetidamente los errores y prestan atención a cada detalle. No hacen un buen uso de su tiempo y a menudo dejan las tareas más importantes para el final. Su preocupación por los detalles y por asegurarse de que todo sea perfecto puede retrasar continuamente la finalización de una tarea. No son conscientes del modo en que su comportamiento afecta a sus compañeros de trabajo. Cuando se concentran en una tarea, estas personas pueden descuidar todos los demás aspectos de su vida.
Las personas con trastorno de personalidad obsesivo-compulsiva desean que todo se haga de una manera específica, por tanto tienen dificultades para delegar tareas y trabajar con otras personas. Al trabajar con otras personas, pueden hacer listas detalladas sobre cómo debe realizarse una tarea y se molestan si un compañero de trabajo sugiere una forma alternativa. Pueden rechazar ayuda incluso cuando van retrasados.
Las personas con trastorno de personalidad obsesivo-compulsiva tienden a estar muy dedicadas al trabajo y a la productividad. Su motivación no es una necesidad financiera.
Efectos sobre otros aspectos de la vida
Como están tan dedicadas al trabajo, estas personas descuidan las actividades de ocio y las relaciones. Pueden pensar que no tienen tiempo para relajarse o salir con amigos. Pueden posponer tanto unas vacaciones que acaban por no realizarlas o pueden sentir que deben llevarse trabajo durante las vacaciones para no perder el tiempo. El tiempo que pasan con los amigos, cuando existe, tiende a ser una actividad organizada formalmente (como un deporte). Los pasatiempos y las actividades recreativas se consideran tareas importantes que requieren organización y trabajo duro para dominarlas. Su objetivo es la perfección.
Estas personas planifican con gran detalle y no desean considerar cambios. Su implacable rigidez puede frustrar a compañeros de trabajo y amigos.
La expresión de afecto también está estrechamente controlada. Las personas con este trastorno pueden relacionarse con los demás de una manera formal, estirada o seria. A menudo, hablan solo después de pensar la frase perfecta para decir. Pueden concentrarse en la lógica y el intelecto y ser intolerantes con el comportamiento emocional o expresivo.
Otros síntomas
Las personas con un trastorno de personalidad obsesivo-compulsiva pueden ser excesivamente entusiastas, quisquillosos y rígidos con respecto a cuestiones de moralidad, ética y valores. Aplican principios morales rígidos a ellos mismos y a los demás y son duramente autocríticos.
Estas personas son extremadamente respetuosas con las autoridades e insisten en el cumplimiento exacto de las normas, sin excepciones por circunstancias atenuantes.
A las personas con este trastorno les resulta muy difícil descartar artículos desgastados o sin valor (como electrodomésticos rotos), incluso aquéllos sin valor sentimental.
Las personas con trastorno obsesivo-compulsivo pueden ser reacias a gastar dinero, ya que piensan que deben ahorrar por si se produce un desastre en el futuro.
Diagnóstico del trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad
Evaluación médica, basada en los criterios estándar de diagnóstico psiquiátrico
Los médicos suelen diagnosticar los trastornos de personalidad basándose en criterios del Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales), 5th ed, Text Revision (DSM-5-TR) (5ª edición, texto revisado), la referencia estándar para el diagnóstico psiquiátrico de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría.
Para que los médicos diagnostiquen el trastorno de personalidad obsesivo-compulsiva las personas afectadas deben estar preocupadas de forma constante por el orden, el perfeccionismo y el control de sí mismos, de los demás y de las situaciones, como lo demuestran al menos 4 de los elementos siguientes:
Están preocupados por detalles, reglas, horarios, organización y listas.
Sus intentos de hacer algo perfectamente afectan a la finalización de las tareas.
Se dedican absolutamente al trabajo y a la productividad (no por necesidad financiera), lo que da lugar al descuido de las actividades de ocio y de los amigos.
Son excesivamente concienzudos, exigentes e inflexibles con respecto a los temas y valores éticos y morales.
Se resisten a tirar objetos desgastados o sin valor, incluso aquéllos sin ningún valor sentimental.
Son reacios a delegar trabajo o trabajar con otras personas a menos que estén de acuerdo en hacer las cosas exactamente como ellos lo desean.
Son reacios a gastar dinero en ellos mismos y en los demás porque lo ven como algo que se debe guardar para futuros desastres.
Son rígidos y tercos.
Además, los síntomas deben haber comenzado antes de la edad adulta.
Tratamiento del trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad
Psicoterapia psicodinámica
Terapia cognitivo-conductual
Algunos antidepresivos
Los principios generales para el tratamiento de los trastornos de personalidad obsesivo-compulsiva son similares a los de todos los trastornos de personalidad.
La rigidez, la obstinación y la necesidad de control de la persona pueden interferir con el tratamiento.
La psicoterapia psicodinámica y la terapia cognitivo-conductual pueden ayudar a las personas con trastorno de personalidad obsesivo-compulsiva.
Algunos antidepresivos, los denominados inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, también puede ser útil.