El molusco contagioso es una infección cutánea contagiosa causada por un poxvirus que produce la formación de protuberancias rosas o blancas, en forma de cúpula y lisas o cerosas.
Esta infección está causada por un poxvirus.
Las protuberancias pueden aparecer en muchas partes del cuerpo, y no suelen causar ni prurito ni dolor.
El diagnóstico se basa habitualmente en el aspecto de las protuberancias.
Las protuberancias que no desaparecen por sí solas se pueden tratar con cremas o pueden ser eliminadas mediante congelación, quemadura y/o corte.
El virus que causa el molusco es contagioso. Se transmite por contacto físico directo con una persona infectada o con objetos como toallas o esponjas que hayan sido tocados por una persona infectada. El molusco contagioso también puede transmitirse de una persona a otra por contacto sexual. El virus se puede transmitir por el agua, por ejemplo en piscinas, baños o saunas.
La infección puede cubrir áreas más grandes de la piel y las protuberancias tienden a ser más grandes en personas con un sistema inmunitario debilitado, como las que sufren VIH/sida o las que toman corticoesteroides o reciben quimioterapia contra el cáncer.
Esta infección es más frecuente en los niños.
Síntomas del molusco contagioso
El molusco contagioso infecta cualquier parte de la piel, salvo las palmas de las manos y las plantas de los pies.
Estas protuberancias suelen medir entre 0,2 y 0,5 cm de diámetro o menos, en forma de cúpula con una diminuta depresión en el centro.
En los niños, las protuberancias aparecen con mayor frecuencia en la cara, el tronco, las manos y las piernas. En los adultos lo hacen con mayor frecuencia en el pene, la vulva o en el área púbica.
Por lo general las protuberancias no son pruriginosas ni dolorosas, y muchas veces se descubren por casualidad durante una exploración física. Sin embargo, pueden inflamarse (como un furúnculo) y producir picor cuando el organismo lucha contra el virus. Esta inflamación puede indicar que las protuberancias pronto desaparecerán.
Esta imagen muestra protuberancias dispersas de molusco en el tronco de un niño pequeño.
Imagen cortesía de James G.H. Dinulos, MD.
La foto muestra protuberancias de molusco contagioso.
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En este niño infectado por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), las protuberancias del molusco contagioso recubren un área extensa y afectan el rostro.
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Diagnóstico del molusco contagioso
Evaluación médica
Los médicos basan el diagnóstico del molusco contagioso en su aspecto.
Si los médicos no están seguros del diagnóstico, pueden extraer una muestra de material de la piel y examinarla al microscopio.
Tratamiento del molusco contagioso
Tratamientos aplicados o inyectados en las protuberancias
Cirugía para extirpar las protuberancias
La mayoría de las protuberancias desaparecen espontáneamente al cabo de 6-9 meses, pero pueden permanecer durante 2 a 3 años.
Las personas con formaciones en la ingle que presuntamente se adquirieron por contacto sexual deben tratarse para prevenir la propagación de la infección. En el resto de los casos no hace falta tratamiento alguno para el molusco contagioso, a no ser que las formaciones desfiguren o molesten.
Los médicos aplican o prescriben ácido tricloroacético, podofilotoxina (podofilox) en adultos, tretinoína, tazaroteno o cantaridina a las formaciones. Estos medicamentos se aplican durante semanas o meses.
Las formaciones también pueden tratarse mediante congelación (crioterapia), quemadura con láser o corriente eléctrica, o resección de su núcleo central con una aguja o un instrumento cortante para raspado (cureta).
Los dermatólogos emplean a menudo una terapia de combinación como nitrógeno líquido o cantaridina en el consultorio y recetan a los afectados una crema de retinoide para usar en el hogar. Esta forma de terapia suele ser exitosa, pero en algunas personas las protuberancias suelen tardar entre 1 y 2 meses en desaparecer.
Entre otros tratamientos se encuentran la inyección de antígeno de Candida en una protuberancia y la terapia fotodinámica. Los antígenos de Candida son proteínas que provienen de la levadura Candida. Cuando se inyectan en la protuberancia, provocan una respuesta inmunitaria que lucha contra el virus. Del mismo modo, los interferones son proteínas que desencadenan el ataque al virus por parte de las células inmunitarias. En la terapia fotodinámica, se aplica una preparación química a la piel y luego se aplica luz artificial a las protuberancias. La luz activa la sustancia química para producir una forma de oxígeno que mata al virus que causa las protuberancias.
En las personas con infección por VIH que desarrollan molusco contagioso, a menudo es necesario el tratamiento de la infección por VIH con medicamentos antivíricos para permitir que el molusco contagioso se resuelva.
Los niños no deben dejar de ir a la escuela o la guardería. Sin embargo, las formaciones deben cubrirse para reducir el riesgo de contagio.