Una ampolla (bulla o vesícula, según su tamaño) es una burbuja llena de líquido que se forma debajo de una capa fina de piel muerta. El líquido es una mezcla de agua y proteínas que exuda del tejido lesionado. Las ampollas se forman con más frecuencia como respuesta a una lesión específica, como una quemadura o una irritación que, por regla general, solo afecta a las capas superiores de la piel. Estas ampollas se curan rápidamente, en general sin dejar cicatrices. Las ampollas que aparecen como parte de una enfermedad sistémica (en todo el cuerpo) comienzan en las capas más profundas de la piel y afectan a zonas extensas. Estas ampollas se curan más lentamente y pueden dejar cicatrices.
Muchas enfermedades y lesiones pueden causar ampollas, pero 3 enfermedades autoinmunitarias se encuentran entre las más serias:
En una enfermedad autoinmunitaria, el sistema inmunitario (que normalmente protege el cuerpo de los invasores externos) ataca por error los tejidos del propio organismo, en este caso la piel. Otros enfermedades ampollosas autoinmunitarias son
Epidermolisis bullosa
Epidermolisis bullosa adquirida
Enfermedad lineal por inmunoglobulina A
Pénfigo foliáceo
Otros trastornos ampollosos son el síndrome de la piel escaldada estafilocócica, la necrolisis epidérmica tóxica, la celulitis grave, y ciertas erupciones cutáneas.
Aunque las quemaduras y la fricción repetida (por ejemplo, debida al uso de zapatos apretados o a usar una pala durante mucho tiempo) son una causa común de formación de ampollas, estos no se consideran trastornos ampollosos.
Más información
El siguiente recurso en inglés puede ser útil. Tenga en cuenta que el MANUAL no se hace responsable del contenido de este recurso.
National Organization for Rare Disorders: (Organización nacional para las enfermedades raras): información sobre las enfermedades ampollosas autoinmunitarias, incluyendo enlaces a recursos y organizaciones de apoyo