Con el envejecimiento, la sensación del gusto puede reducirse. Las personas de edad avanzada pueden encontrar la comida insípida, así que, para aumentar su sabor, es posible que le añadan abundantes condimentos (especialmente sal, que puede ser perjudicial para algunas personas) o que decidan comer alimentos muy calientes, lo que puede quemar las encías.
También es posible que las personas de edad avanzada sufran trastornos o tomen medicamentos que alteren su sentido del gusto. Estos trastornos incluyen
Infecciones de la boca, la nariz o los senos paranasales
Los medicamentos que alteran el sentido del gusto incluyen algunos fármacos empleados para tratar la hipertensión (como el captopril), el colesterol elevado (como las estatinas) o la depresión.
El esmalte dental tiende a desgastarse con la edad, lo que provoca que la dentadura se torne vulnerable a daños y caries. La pérdida de piezas dentales es la razón principal por la cual las personas de edad avanzada no mastican correctamente y por ello es posible que no ingieran suficientes nutrientes. Cuando las personas mayores pierden sus dientes, la porción del hueso de la mandíbula que los mantenía en su lugar retrocede gradualmente y no mantiene su altura anterior.
Con la edad aparece una ligera disminución en la producción de saliva, que puede verse aún más reducida por algunos medicamentos. La disminución de la producción de saliva causa sequedad de boca (xerostomía). Las encías pueden adelgazarse y comenzar a retroceder. La sequedad de boca y la retracción de las encías aumentan la probabilidad de caries. Algunos expertos también creen que la xerostomía (sequedad de boca) puede provocar que el revestimiento del esófago sea más propenso a las lesiones.
A pesar de la xerostomía (sequedad de boca) y de la retracción de las encías, muchas personas de edad avanzada conservan su dentadura, en especial quienes no desarrollan caries o enfermedad periodontal. Las personas de edad avanzada que pierden alguno de sus dientes o su totalidad necesitarán probablemente dentaduras postizas parciales o completas y/o implantes.
La enfermedad periodontal constituye la principal causa de pérdida de las piezas dentales en adultos. La enfermedad destructiva de las encías y de las estructuras de soporte causada por la proliferación bacteriana durante largo tiempo. Tiene más posibilidades de aparecer en personas con mala higiene bucal, en fumadores y entre quienes sufren ciertos trastornos como diabetes mellitus, déficits nutricionales, leucemia o infección por VIH. Aunque son poco frecuentes, las infecciones dentales causadas por bacterias también pueden causar bolsas de pus (abscesos) en el cerebro, trombosis del seno cavernoso, fiebres sin explicación aparente y endocarditis en personas con anomalías cardíacas graves específicas.
(Véase también Biología de la boca y Biología de los dientes.)