Incluso entre personas sanas, puede que se produzcan algunos trastornos durante el trayecto.
Cinetosis
El mareo del viajero o cinetosis (también conocido como mareo en automóvil, barco, tren o avión) tiene su origen a menudo en la vibración y el movimiento y empeora con el calor, la ansiedad, el hambre o el exceso de ingesta de comida.
Los síntomas son náuseas, vómitos, sudoración y mareos.
Las medidas preventivas incluyen moderar la ingesta de alimentos, líquidos y alcohol, fijar la mirada en un objeto inmóvil o en el horizonte, acostarse, mantener los ojos cerrados y tomar aire fresco. Un parche de escopolamina o un antihistamínico (como ciclicina, dimenhidrinato, difenhidramina o meclicina) puede ser eficaz, especialmente si se toma antes del viaje. Sin embargo, estos medicamentos pueden causar somnolencia, sequedad de boca, confusión, caídas y otros problemas en los ancianos.
Coágulos sanguíneos mientras se viaja
Los coágulos (trombosis venosa profunda) pueden producirse cuando se permanece sentado durante largos periodos de tiempo en viajes en avión, tren, autobús o automóvil. Los coágulos se presentan con mayor frecuencia en personas que
Son mayores
Tienen sobrepeso
Fuma cigarrillos
Tienen cáncer
Están tomando estrógenos (como suplementos de estrógeno o de medicamentos anticonceptivos)
Durante el embarazo
Han sido sometidas recientemente a una intervención quirúrgica
Que han tenido coágulos
Que han permanecido inactivas o inmóviles
Los coágulos de sangre se forman en las venas de la pierna o en la pelvis y, en ocasiones, se desprenden y se dirigen hacia los pulmones (denominada embolia pulmonar). Algunos de los coágulos de sangre de las piernas no producen síntomas, otros originan calambres, hinchazón y cambios de color en las pantorrillas y los pies. Las embolias pulmonares son mucho más graves que los coágulos en las piernas. Primero se presenta una sensación de malestar, seguida de ahogo, dolor torácico o desmayo. Las embolias pulmonares pueden ser mortales.
El riesgo de desarrollar coágulos sanguíneos puede reducirse mediante
Un cambio frecuente de posición
Enderezar y mover las piernas con frecuencia mientras está sentado
Beber suficientes líquidos
Levantarse para caminar y estirarse cada 1 a 2 horas
Debe evitarse cruzar las piernas durante mucho tiempo porque esto disminuye la circulación. Evitar la cafeína y el alcohol y llevar medias elásticas para mejorar la circulación en las piernas son medidas que reducen el riesgo.
Presión en el oído y en los senos paranasales durante el vuelo
La presión en el oído y en los senos paranasales durante el vuelo se debe a los cambios en la presión del aire en el avión (presión de cabina). Normalmente, durante el despegue y el ascenso, la presión en la cabina disminuye y las bolsas pequeñas de aire atrapado en los senos paranasales y en el oído medio se expanden, dando lugar a una sensación de presión en el oído, chasquidos o ambos, y a una presión o malestar leve en los senos paranasales. Durante el descenso, la presión de la cabina aumenta y se producen síntomas similares. Estas sensaciones leves desaparecen, por lo general, cuando se equilibra la presión de los senos y de los oídos con la presión de la cabina.
En personas con alergias, problemas sinusales y resfriados, los conductos que conectan los oídos y los senos con la nariz y la boca están inflamados y obstruidos con mucosidad, lo que impide que la presión se equilibre con normalidad. Las personas con estos problemas pueden experimentar malestar significativo. Tragar repetidamente (sobre todo mientras se mantiene la nariz cerrada) o bostezar durante el descenso, tomar descongestionantes antes de descender o soplar con fuerza con la boca cerrada y las fosas nasales pinzadas con los dedos ayuda a igualar la presión del aire. Algunas personas chupan caramelos duros durante el descenso. Por lo general, esto basta para aliviar el malestar leve de oídos o de los senos paranasales.
Los problemas dentales sin tratamiento, o los dientes que han sido sometidos recientemente a un tratamiento odontológico, pueden doler cuando se producen cambios de presión en la cabina.
Niños
Los niños son particularmente propensos al dolor por diferencias de presión. Deben mascar chicle, chupar caramelos duros o beber algo durante el ascenso y el descenso para incitarlos a tragar. A los bebés se les puede amamantar o darles el biberón o el chupete.
Alteraciones del sueño (Jet Lag)
La alteración del sueño tras un viaje en avión (desfase horario o jet lag) es frecuente cuando se cruzan rápidamente más de tres husos horarios; no suele aparecer en viajes por mar, en tren o en coche debido a que los viajeros tienen tiempo para acomodarse a los cambios de horario. El síntoma más obvio es el cansancio a la llegada. Otros síntomas incluyen
Irritabilidad
Dificultad para dormir (insomnio)
Dolor de cabeza (cefaleas)
Dificultad para concentrarse
El desfase horario o jet lag puede reducirse si se empiezan a ajustar los periodos de sueño y de vigilia con los horarios de destino 1 o 2 días antes de la salida. Durante el vuelo, se debe evitar tomar cafeína o alcohol en exceso. Controlar la exposición a la luz también puede ayudar a los viajeros a adaptarse a la nueva zona horaria.
Viaje hacia el oeste
Quienes viajan hacia el oeste tienden a despertarse más temprano, y se sienten cansados antes de lo debido, según la hora local. Por ejemplo, si alguien que se despierta normalmente a las 7 de la mañana y se acuesta a las 11 de la noche viaja 3 zonas horarias hacia el oeste, tenderá a despertarse a las 4 de la madrugada hora local, y sentirá la necesidad de dormir a las 8 de la tarde. Para adaptarse, debe tratar de que le dé la luz solar por la tarde e intentar no acostarse hasta una hora adecuada.
Viaje hacia el este
Los que viajan hacia el este tienden a despertarse más tarde y a permanecer despiertos más tiempo de lo normal según la hora local. Por ejemplo, si quien se despierta a las 7 de la mañana y se acuesta a las 11 de la noche y viaja 3 zonas horarias hacia el este, tenderá a despertarse a las 10 de la mañana hora local, y no sentirá la necesidad de dormir hasta las 2 de la madrugada. Para acostumbrarse, debe recibir la luz solar temprano por la mañana. Los que han hecho un vuelo nocturno deben tratar de estar físicamente activos hasta la noche y evitar echarse la siesta.
Los sedantes de acción corta (somníferos) pueden ayudar a dormir a una hora local apropiada tras un viaje hacia el este. Sin embargo, pueden provocar efectos secundarios como somnolencia diurna, amnesia e insomnio nocturno. Los sedantes de acción prolongada, como el diazepam, también pueden producir confusión y caídas en personas de edad avanzada y debe evitarse su uso.
La hormona melatonina regula el ciclo sueño-vigilia. Algunos médicos recomiendan utilizar suplementos de melatonina después de un viaje hacia el este para poner a punto el reloj interno del sueño. Aunque algunos viajeros cuentan que la melatonina es beneficiosa, su efectividad y seguridad aún no han sido rigurosamente demostradas.
Deshidratación durante el vuelo
La deshidratación durante el vuelo es frecuente, a causa de la baja humedad de los aviones. Suele afectar a las personas de edad avanzada y a las que sufren ciertas enfermedades, como diabetes, o a las que toman fármacos para aumentar la excreción de sodio y agua por la orina (diuréticos). Los síntomas principales son mareo, somnolencia, confusión, habitualmente tener sed o la boca seca y, ocasionalmente, desmayos.
La deshidratación se puede prevenir bebiendo líquidos y evitando el alcohol y la cafeína. La sequedad de la piel puede tratarse con cremas hidratantes.
Propagación de la infección durante el viaje
La propagación de infecciones en aviones y cruceros recibe, a menudo, la atención de los medios de comunicación, pero es relativamente infrecuente. Aunque los resfriados son, probablemente, la infección más común, lo más preocupante es una
Los viajeros pueden minimizar el riesgo de contraer la gripe asegurándose de que han recibido la vacuna antigripal más reciente. Se puede minimizar el riesgo de padecer diarrea y otras infecciones lavándose las manos con frecuencia y usando desinfectantes de manos que contengan alcohol. Algunos cruceros ofrecen antibióticos a los pasajeros que han estado en contacto cercano con otros que padecen infecciones.
Lesiones menores durante los viajes
Las lesiones menores (lesiones de poca importancia) son frecuentes durante los viajes. Levantar maletas pesadas suele producir lesiones de hombro, y el equipaje que se cae de los estantes situados por encima de la cabeza puede causar otras lesiones importantes. Las turbulencia del avión pueden causar mareo o lesiones. Mientras están sentados, los pasajeros deben mantener los cinturones de seguridad abrochados en todo momento. Durante los viajes en barco, las heridas se previenen utilizando un calzado que proporcione una adhesión adecuada en superficies húmedas, haciendo uso de las barandillas, quitándose las gafas de sol antes de entrar en las escalerillas del barco y estando atento en ambientes desconocidos. También es útil llevar una linterna para evitar las caídas por la noche.
Ansiedad
A muchas personas los viajes les producen ansiedad. El miedo a volar, el miedo a los espacios cerrados y la preocupación de que sus alteraciones de salud puedan empeorar durante el vuelo son fuentes frecuentes de ansiedad. La ansiedad puede causar insomnio, por lo que el jet lag es peor. Estas personas pueden hiperventilar, a menudo con síntomas como dolor torácico, problemas para respirar, espasmos musculares y sensación de hormigueo en los brazos, las manos y alrededor de la boca. La compañía de un auxiliar de vuelo o de un cuidador puede ayudar a aliviar la ansiedad. La terapia cognitivo-conductual y los programas de desensibilización o de hipnosis también suelen ser útiles. Los sedantes o ansiolíticos, tales como zolpidem o alprazolam, tomados antes y a veces durante el viaje, pueden ser beneficiosos (véase la tabla Fármacos utilizados para el tratamiento de los trastornos de ansiedad).
Más información
El siguiente recurso en inglés puede ser útil. Tenga en cuenta que el MANUAL no se hace responsable del contenido de este recurso.
Centers for Disease Control and Prevention: Travelers' Health