Las radiografías son un tipo de prueba de diagnóstico por la imagen que utiliza ondas de radiación en dosis muy bajas para tomar imágenes de los huesos y los tejidos blandos.
Los rayos X se pueden utilizar solos (radiografías convencionales) o combinados con otras técnicas, tales como la tomografía computarizada (TC). (Véase también Introducción a las pruebas de diagnóstico por la imagen y Radiación de fondo.)
Procedimiento con rayos X
Para la obtención de imágenes convencionales mediante rayos X, la persona se coloca de modo que la parte del cuerpo a valorar queda situada entre la fuente de rayos X y un dispositivo que graba la imagen. La persona que realiza la prueba se coloca detrás de una pantalla que bloquea la radiación y acciona el aparato de rayos X durante una fracción de segundo. Se debe permanecer quieto cuando se toma la radiografía. Se pueden tomar varias radiografías para obtener imágenes desde diferentes ángulos.
Un haz de rayos X pasa a través de la parte del cuerpo que se va a valorar. Los diferentes tejidos bloquean cantidades distintas de rayos X, dependiendo de su densidad. Los rayos X que atraviesan los tejidos quedan registrados en una película o una placa detectora de radiación, produciendo una imagen que muestra los distintos grados de densidad de los tejidos. Cuanto más denso es el tejido, más rayos X bloquea y más blanca será la imagen:
El metal aparece completamente blanco (radiopaco).
El hueso aparece casi blanco.
La grasa, el músculo y los líquidos aparecen como sombras en diferentes tonos de gris.
El aire y el gas aparecen en color negro (radiotransparentes).
Usos de las radiografías
Las radiografías suelen ser la primera prueba de diagnóstico por la imagen que se realiza para evaluar los brazos, las piernas, el tórax o en ocasiones la columna vertebral y el abdomen. Estas partes del cuerpo contienen estructuras importantes, con densidades muy diferentes, que se distinguen fácilmente en las radiografías. Por lo tanto, las radiografías se utilizan para detectar lo siguiente:
Fracturas: el color casi blanco de los huesos contrasta claramente con el color gris de los músculos que los rodean.
Neumonía: el aire del interior de los pulmones (de color negro), contrasta claramente con los tejidos infectados (de color blanco), que bloquean más los rayos X.
Obstrucciones intestinales: el aire (de color negro) del interior del intestino obstruido contrasta claramente con el color gris de los tejidos que lo rodean.
Mamografía
En la mamografía, se utilizan radiografías para detectar y diagnosticar trastornos de la mama, incluyendo el cáncer de mama.
La exposición a la radiación es una preocupación porque el tejido mamario es sensible a la radiación. Para minimizar la exposición a las radiaciones se utilizan unidades de mamografía especiales y técnicas de imagen digital.
Tipos de radiografías
Radiografías con un medio de contraste radiopaco
Las radiografías pueden obtenerse después de la administración de un medio de contraste radiopaco (que a veces se denomina, con poca exactitud, tinción) generalmente mediante inyección intravenosa, por vía oral o inyectado a través de un tubo hasta el recto. El agente de contraste radiopaco hace que el tejido o estructura que está siendo estudiado aparezca más radiopaco (más blanco) que los tejidos circundantes, de modo que pueda verse mejor en una radiografía.
En la angiografía convencional, las radiografías se toman después de inyectar un contraste radiopaco en los vasos sanguíneos.
En algunos casos, antes de realizar una radiografía del sistema gastrointestinal, es necesario ingerir bario o gastrografín (agentes de contraste radiopacos) mezclados con un líquido o un alimento. Las radiografías muestran entonces el esófago, el estómago y el intestino delgado perfilados por el bario o el gastrografín. O bien, la persona que realiza la prueba puede inyectar el bario a través de un catéter introducido por el ano (enema de bario) y después insuflar aire con cuidado en la parte inferior del intestino (colon) para expandirlo. El bario hace que sea más fácil detectar úlceras, tumores, obstrucciones, pólipos y diverticulitis. Un enema de bario puede causar dolor de leve a moderado, de tipo cólico, y urgencia para defecar.
Para obtener imágenes del esófago, del estómago y del tracto intestinal superior, la endoscopia ha sustituido en gran medida a las radiografías tomadas después de administrar bario o gastrografin.
Radioscopia
La fluoroscopia utiliza imágenes continuas de rayos X para mostrar el movimiento, similares a las de una cámara de vídeo. La radioscopia puede mostrar el funcionamiento de los diferentes órganos o estructuras: los latidos del corazón, el tránsito intestinal o el inflado y desinflado de los pulmones.
La radioscopia se utiliza comúnmente
Durante las pruebas electrofisiológicas (para detectar ritmos anómalos del corazón) y durante el cateterismo coronario para determinar si un catéter está colocado correctamente en el corazón
Con un agente de contraste radiopaco (como el bario), por lo general por vía oral, para evaluar el tracto gastrointestinal
Durante la evaluación de las lesiones musculoesqueléticas para observar el movimiento de los huesos y las articulaciones
Desventajas de los rayos X
Otras pruebas de diagnóstico por la imagen pueden proporcionar mayor detalle o ser más seguras o más rápidas, o ayudar a los médicos a diagnosticar un trastorno con mayor precisión que las radiografías convencionales.
La principal desventaja de las radiografías es
La exposición a la radiación
Exposición a radiación
En las radiografías convencionales, cada imagen requiere una cantidad muy pequeña de radiación. La cantidad de exposición a la radiación recibida con una sola imagen obtenida mediante una radiografía de tórax equivale a la cantidad que la mayoría de la gente recibe del medio ambiente en 2,4 días (exposición a la radiación ambiental).
Sin embargo, algunas pruebas de rayos X requieren varias imágenes, una dosis más elevada de radiación para cada imagen o ambas cosas. Como resultado, la exposición total a la radiación es más elevada, como en los ejemplos siguientes:
En las radiografías de la zona lumbar, realizadas en serie: la cantidad de radiación equivale a 3 meses de exposición a la radiación ambiental.
En una mamografía, la cantidad equivale a 1 o 2 meses de exposición a la radiación ambiental.
La radioscopia requiere por lo general dosis más elevadas de radiación que las radiografías, por lo que, de ser posible, se utilizan otras pruebas de diagnóstico por la imagen alternativas.
Quien realiza la prueba debe tomar precauciones para minimizar la exposición a la radiación de la persona que se somete a la prueba. Las mujeres que están o podrían estar embarazadas deben informar a su médico. De esta manera, quien realiza la prueba puede tomar todas las precauciones necesarias para proteger al feto de la exposición. Para valorar el abdomen o la pelvis de una mujer embarazada, el médico puede reemplazar una prueba de diagnóstico por la imagen por otra que no utilice radiación, como la ecografía. Sin embargo, las radiografías convencionales que no incluyen el abdomen o la pelvis suelen exponer al útero a cantidades muy pequeñas de radiación.
Otras desventajas
Algunos tipos específicos de radiografías tienen otros riesgos. Por ejemplo, el bario ingerido o introducido por medio de un enema puede causar estreñimiento.