Los trastornos peroxisomales son un grupo de trastornos metabólicos hereditarios que ocurren cuando faltan peroxisomas o no funcionan correctamente en el organismo. Los trastornos hereditarios tienen lugar cuando los progenitores transmiten los genes defectuosos que causan estos trastornos a sus hijos.
Los peroxisomas son pequeños componentes del interior de las células. De alguna manera, son como los órganos de una célula (orgánulos). Los peroxisomas contienen sustancias químicas llamadas enzimas, como catalasa y peroxidasa, que ayudan al cuerpo a descomponer (metabolizar) los ácidos grasos y el peróxido de hidrógeno. Cuando las enzimas no funcionan correctamente, los ácidos grasos y el peróxido de hidrógeno se acumulan, causando daños en muchas áreas del cuerpo.
Existen diferentes tipos de trastornos hereditarios. En la mayoría de los trastornos peroxisomales, ambos progenitores del niño afectado portan 1 copia del gen anómalo. Debido a que, normalmente, son necesarias 2 copias del gen anómalo para que se produzca el trastorno, por lo general ninguno de los progenitores lo sufre. Algunos trastornos peroxisomales están ligados al cromosoma X, lo que significa que 1 sola copia del gen anormal puede causar el trastorno en los niños varones.
Enfermedad de Refsum
En la enfermedad de Refsum se deposita en los tejidos ácido fitánico, un producto del metabolismo lipídico. La acumulación de ácido fitánico produce lesiones en los nervios y en la retina, pérdida de audición, pérdida del olfato (anosmia) movimientos espásticos y alteraciones óseas y cutáneas. Los síntomas suelen comenzar en la veintena, pero es posible que no comiencen hasta más tarde.
Los médicos diagnostican la enfermedad de Refsum mediante análisis de sangre para determinar si la concentración de ácido fitánico es elevada.
El tratamiento de la enfermedad de Refsum consiste en evitar el consumo de alimentos que contienen ácido fitánico, como productos lácteos, carne de res y de cordero y pescados grasos como el atún, el bacalao y el eglefino (abadejo). Puede ser útil la plasmaféresis, que permite la extracción del ácido fitánico de la sangre.
Condrodisplasia punctata rizomélica
Los síntomas de la condrodisplasia punctata rizomélica comienzan en la infancia y consisten en una apariencia hundida del centro de la cara, extremidades sorprendentemente cortas, frente prominente, fosas nasales pequeñas, cataratas, escamas y descamación de la piel (ictiosis), además de una desaceleración profunda de la actividad física, como el movimiento y el habla. Los defectos de la columna vertebral también son frecuentes.
Los médicos diagnostican la condrodisplasia punctata rizomélica mediante radiografías y análisis de sangre. Se realizan pruebas genéticas a fin de confirmar el diagnóstico.
No existe tratamiento específico para la condrodisplasia punctata rizomélica. Sin embargo, los lactantes con concentraciones sanguíneas elevadas de ácido fitánico deben evitar los alimentos que contienen ácido fitánico, como los productos lácteos, la carne de res y de cordero y los pescados grasos como el atún, el bacalao y el abadejo.
Adrenoleucodistrofia ligada al cromosoma X
La adrenoleucodistrofia ligada al cromosoma X es el trastorno peroxisomal más frecuente. Afecta principalmente el encéfalo, la médula espinal y las glándulas suprarrenales. Debido a que el gen defectuoso se encuentra en el cromosoma X (1 de los cromosomas sexuales), el trastorno afecta casi por completo a niños varones (véase la figura Trastornos recesivos ligados al cromosoma X).
La forma cerebral de la adrenoleucodistrofia ligada al cromosoma X ocurre entre los 4 y los 8 años de edad. Los niños presentan síntomas de problemas de atención que evolucionan con el tiempo a problemas graves de conducta, demencia y problemas de visión, audición y movimiento. Esta forma causa discapacidad total y muerte algunos años después del diagnóstico. También se han diagnosticado formas cerebrales más leves que afectan a adolescentes y adultos.
La adrenomieloneuropatía (AMN) es una forma más leve de la adrenoleucodistrofia ligada al cromosoma X que afecta a personas en la veintena o en la treintena. Las personas presentan síntomas de rigidez, debilidad y dolor en las piernas que empeora progresivamente con el tiempo. Los problemas neurológicos hacen que el esfínter urinario (el anillo muscular que mantiene la orina en la vejiga hasta que la persona orina) y los órganos sexuales dejen de funcionar correctamente. Algunas de estas personas también desarrollan síntomas de la forma cerebral.
Las personas con cualquier forma de adrenoleucodistrofia ligada al cromosoma X también pueden desarrollar glándulas suprarrenales (glándulas sobre los riñones que secretan hormonas) poco activas. Algunas personas desarrollan insuficiencia suprarrenal (enfermedad de Addison) pero no tienen problemas en el encéfalo y la médula espinal.
Los médicos diagnostican la adrenoleucodistrofia ligada al cromosoma X mediante una resonancia magnética nuclear (RMN) del cerebro y un análisis de sangre para detectar ciertos ácidos grasos. El diagnóstico se confirma mediante secuenciación genética. También se dispone de pruebas genéticas, que se utilizan para determinar si una pareja presenta un riesgo aumentado de tener un hijo con una enfermedad genética hereditaria.
A algunas personas les puede resultar eficaz un trasplante de médula ósea o un trasplante de células madre. Las personas con problemas en las glándulas suprarrenales reciben corticoesteroides.
Síndrome de Zellweger (SZ), adrenoleucodistrofia neonatal y enfermedad Refsum infantil (ERI)
Estos 3 trastornos, que se encuentran dentro de un grupo llamado "trastornos del espectro Zellweger", tienen síntomas superpuestos y afectan muchas partes del cuerpo. El síndrome de Zellweger es la forma más grave y la enfermedad Refsum infantil es la forma menos grave.
El síndrome de Zellweger y la adrenoleucodistrofia neonatal ocurren en la primera infancia. La enfermedad de Refsum ocurre más tarde, incluso, en algunos casos, en la edad adulta. Los síntomas de estos trastornos pueden incluir rasgos faciales distintivos, defectos del encéfalo y la médula espinal, destrucción de los tejidos que envuelven los nervios (desmielinización), convulsiones (en recién nacidos) y tono muscular débil (hipotonía). Los niños pueden tener un hígado agrandado y quistes renales. Los niños también pueden tener extremidades cortas, una anormalidad ósea específica llamada condrodisplasia punctata (que afecta el crecimiento de los huesos largos), cataratas, crecimiento anormal de vasos sanguíneos en el ojo (retinopatía), pérdida de audición y debilidad, entumecimiento y dolor en las manos y los pies. La actividad física, como el movimiento y el habla, se ralentiza.
Los médicos sospechan estos trastornos cuando se detectan concentraciones elevadas de ciertos ácidos grasos en la sangre. Se realizan pruebas genéticas para confirmar el diagnóstico.
Actualmente no existe un tratamiento específico para estos trastornos, pero se utilizan diversos medicamentos y tratamientos para controlar los síntomas.
Más información
Los siguientes son recursos en inglés que pueden ser útiles. Tenga en cuenta que el MANUAL no se hace responsable del contenido de estos recursos.
Global Foundation for Peroxisomal Disorders (Fundación Mundial para los Trastornos Peroxisomales, GFPD por sus siglas en inglés): un recurso que proporciona información sobre investigación y grupos de apoyo para personas que sufren trastornos peroxisomales
National Organization for Rare Disorders (Organización Nacional para las Enfermedades Raras, NORD por sus siglas en inglés): este recurso proporciona información a los progenitores y a las familias sobre enfermedades raras, incluyendo una lista de enfermedades raras, grupos de apoyo y recursos para ensayos clínicos.
Genetic and Rare Diseases Information Center (Centro de Información sobre las Enfermedades Raras y Genéticas, GARD, por sus siglas en inglés): este recurso proporciona información fácil de entender sobre enfermedades raras o genéticas.