La salud mental incluye el bienestar emocional, social y psicológico. Permite a las personas afrontar las tensiones de la vida, ajustar su comportamiento adecuadamente, relacionarse con los demás y tomar decisiones. Afecta a cómo se sienten, piensan y actúan las personas. La salud mental es importante en todas las etapas de la vida, desde la infancia y la adolescencia y a través de la edad adulta.
Los problemas de salud mental son alteraciones en la forma en que las personas sienten, piensan y actúan. Estos problemas son más frecuentes durante la adolescencia que en cualquier otro momento durante la infancia. Debido a esta frecuencia, los profesionales de la salud examinan rutinariamente a los adolescentes para detectar estos problemas.
Cuando un profesional de la salud identifica un problema de salud mental en un adolescente, le proporciona consejos prácticos y, cuando sea oportuno, estímulo para aceptar el tratamiento proporcionado por especialistas.
(Véase también Introducción a los problemas de salud en los adolescentes.)
Problemas de salud mental en adolescentes
La depresión y la ansiedad son frecuentes entre los adolescentes, y los médicos realizan un cribado sistemático de estos trastornos durante los exámenes del niño sano. Muchos adolescentes pueden sentir tristeza y preocupación. Estos sentimientos son normales, y los profesionales de la salud pueden proporcionar consuelo y orientación a los adolescentes sobre cómo manejar estos sentimientos. Cuando los sentimientos de ansiedad y depresión comienzan a afectar al funcionamiento de los adolescentes en la escuela, en las relaciones o en el hogar, se puede diagnosticar un trastorno de ansiedad o depresivo. Después del diagnóstico, los profesionales de la salud desarrollan planes de tratamiento que pueden incluir medicamentos u otras terapias. La pandemia de la COVID-19 y la respuesta global a la misma, incluyendo los cambios en las rutinas diarias y los horarios escolares, han aumentado las tasas de depresión y ansiedad entre muchos adolescentes.
El suicidio es la tercera causa de muerte entre los jóvenes de 14 a 18 años en Estados Unidos. Pensamientos sobre el suicidio (llamados ideación suicida) también son frecuentes. Los adolescentes con ideación suicida requieren una evaluación inmediata de la salud mental, y sus progenitores no deben tratar de determinar la gravedad del problema por sí mismos.
Los trastornos del estado de ánimo y los trastornos disruptivos del comportamiento, como el trastorno negativista desafiante y el trastorno disocial (trastorno de conducta), a menudo se desarrollan durante la adolescencia. Por lo general, los adolescentes reciben tratamiento para estos trastornos y los padres reciben asesoramiento y apoyo.
Los adolescentes con ansiedad o trastornos del estado de ánimo pueden presentar síntomas físicos como fatiga o fatiga crónica, mareos, dolor de cabeza, dolor abdominal y dolor torácico.
Los trastornos de la conducta alimentaria son relativamente comunes entre las niñas, pero también pueden ocurrir en los niños varones y pueden ser potencialmente mortales. Los trastornos alimentarios pueden ser difíciles de detectar porque los adolescentes hacen todo lo posible para ocultar los comportamientos y los cambios de peso. Los trastornos de la conducta alimentaria están controlados de manera óptima por un equipo especializado formado por profesionales de la salud mental.
El trastorno de déficit de atención/hiperactividad es el trastorno de salud mental más frecuente de la infancia y a menudo persiste durante la adolescencia y la edad adulta. Sin embargo, los adolescentes que muestran dificultades para prestar atención pueden sufrir otro trastorno, como depresión o una discapacidad para el aprendizaje. Aunque el trastorno por déficit de atención e hiperactividad se trata a menudo con fármacos estimulantes (como anfetaminas o metilfenidato), que pueden ser mal utilizados, dicho tratamiento no parece aumentar el riesgo de desarrollar un trastorno por consumo de sustancias e incluso puede disminuirlo. Sin embargo, los adolescentes pueden simular los síntomas de falta de atención en un intento de obtener una receta de estimulantes, ya sea para ser utilizados como ayuda para el estudio o de forma recreativa.
Los trastornos del pensamiento, en los que el afectado tiene dificultad para distinguir entre fantasía y realidad (lo que también se denomina psicosis) suelen comenzar durante la adolescencia o la edad adulta temprana. La esquizofrenia y el trastorno esquizoafectivo son ejemplos de trastornos del pensamiento.
El primer episodio de psicosis se denomina brote psicótico. Los períodos de psicosis pueden estar relacionados con el consumo de drogas. En estos casos, la psicosis puede remitir transcurrido un tiempo. Los episodios psicóticos pueden aparecer con cannabis (marijuana), particularmente con productos comestibles. Algunos adolescentes que sufren un episodio psicótico causado por el consumo de cannabis desarrollan un trastorno psicótico crónico. Los adolescentes se tratan con una combinación de medicación y terapia.
Impacto de las redes sociales en la salud mental
El surgimiento de las redes sociales ha cambiado la forma en que los adolescentes se comunican entre sí y su acceso a la información. Para algunos adolescentes, las redes sociales son un espacio donde pueden ser creativos y conectarse. Para los adolescentes que se identifican como LGBTQIA, Internet y las redes sociales son espacios seguros donde pueden conectarse y sentirse apoyados por sus compañeros y otros adolescentes que se identifican como LGBTQIA. Sin embargo, existe una fuerte y creciente relación entre la mala salud mental y el uso de las redes sociales entre los adolescentes que puede estar relacionada con la forma en que el exceso de tiempo que pasan en las redes sociales altera los comportamientos y actividades normales de los adolescentes.
Más información
El siguiente es un recurso en inglés que puede ser útil. Tenga en cuenta que el Manual no se hace responsable del contenido de este recurso.
988 Suicide and Crisis Lifeline (988 Línea vital para suicidio y crisis): proporciona apoyo emocional confidencial a los jóvenes que sufren crisis suicidas o angustia emocional (llame o envíe un mensaje de texto al 988)